domingo, 24 de febrero de 2008

50 AÑOS DE FRONDIZI- 48 AÑOS DEL PLAN CONINTES

En memoria y recuerdo de DIEGO MIRANDA

MILITANTE Y ORGANIZADOR DE LA RESISTENCIA PERONISTA.
Preso y torturado como consecuencia del Plan CONINTES implementado por Arturo Frondizi
Asesinado durante la dictadura militar.




"JOSÉ RIBAS
Memoria de la contracultura en la Transición y de los sueños que fueron a parar a tristes funerarias.

DIAGONAL: Aportas una visión muy diferente de la Transición. (De la España franquista a la pos-franquista)
JOSÉ RIBAS: Nos han robado la memoria, la historia. La han contado los políticos, no los que estábamos en la calle, donde se consiguió la libertad, con los movimientos sociales que la hicieron posible. Los partidos tenían poca legitimidad, cooptaron y destruyeron los movimientos sociales para tener todo el protagonismo. Esto nos lleva al déficit democrático que arrastramos hoy.
La universidad se la quedó el PCE, el PSOE los ayuntamientos; y el mundo del poder se lo quedaron UCD y los franquistas. Quien ha engañado a toda la gente progresista fue el PSOE. Al pactar se repartieron el pastel y acabaron con la incipiente sociedad civil que se estaba organizando, fuera o no libertaria. Esto lo ves claramente con las asociaciones de vecinos, órganos populares de base. Los partidos fagocitaron a sus líderes para los ayuntamientos"

No es por azar ni por historicismo académico que hace unos días preparamos y subimos en la Biblioteca Paco Urondo un trabajo sobre los medios de comunicación en la España pos-franquista, y que encabezamos con una nota a José Ribas, un militante "en la calle, en las luchas diarias" contra el franquismo, quien siempre sostuvo que entre la resistencia no se conocía que era el Partido Socialista Obrero Españól, y que nunga habían visto siquiera de pasada, a "un tal Gonzalez", quien luego del acuerdo de la Moncloa accede al poder.

"JOSÉ RIBAS: Nos han robado la memoria, la historia. La han contado los políticos, no los que estábamos en la calle, donde se consiguió la libertad, con los movimientos sociales que la hicieron posible.".
Esta es una idea fundamental para los pueblos, y en función de ella también hemos publicado varios trabajos de Moam Chosky quien trata con claridad esta herramienta fundamental para la liberación de los pueblos.

Hoy en muchos medios de comunicación se hicieron enormes notas sobre la importancia histórica de la conmemoración de los 50 años em que Frondizi asumiera la Presidencia de la Nación, el 24 de Febrero de 1958.
Cuando se enuncia de esta manera un supuesto "suceso histórico", por lo menos habría que contextualizarlo, como ser: "A menos de 3 (tres) años del derrocamiento de J.D.Peron por la Revolución Fusiladora."

Como por estos días el Peronismo (de la Resistencia, y de la Lucha Emancipadora) no tiene casi voz ni relato en los medios oficiales, en el gobierno, en los medios de comunicación,...y demás, no es una tarea menor recordar que hoy en el Gobierno Nacional hay muchos "desarrollistas o neo-desarrolistas" en funciones importantes. Banco Nación, Organismos de Consulta Económica, Plan Fénix, Ministerio de Economía, y muchos otros.

Por lo tanto, no es de extrañar que de ese gobierno "desarrollista" se recuerden muy recortadamente algunas de las medidas económicas que supuestamente fueron "muy avanzadas para esa época", y se silencia que por medio del nefasto Plan de Conmoción Interna, más recordado como CONINTES, " Se agudiza la represión y con ello surgen nuevos modos de resistencia, producto del imaginario colectivo: corren chanchos por la calle Florida denostando al ministro Alvaro Alsogaray, estallan los rojizos buzones desparramando volantes que denuncian al régimen mentiroso. El Plan Conintes, que Perón no aplicara en su segundo gobierno contra los que luego lo derrocan, adquiere vigencia cuatro años después. Las cárceles de todo el país se pueblan de resistentes. Las familias descabezadas hacen tramas solidarias para el cuidado de los hijos, se ligan en la búsqueda de abogados y la asistencia en la salud. Los asaltos a la petrolera Shell marcan coherencia en la lucha y dan alimento, techo y abrigo a los diezmados por cesantías, exilios y encarcelamientos. Muchos de ellos crecen con las luchas populares y son víctimas del genocidio del ’76/’82. Otros mueren en condiciones de misérrima pobreza." Eva Rearte. Hija del gran dirigente peronista Gustavo Rearte, fundador de la Juventud Revolucionaria Peronista, muy importante dirigente de la primera y segunda resistencia peronista que lucho para traer a Peron al país, durante los 18 años de su forzado exilio, y en particular en los años 1964 y 1972.-

VAMOS A INTERCALAR, ARTÍCULOS APOLOGÉTICOS DE ARTURO FRONDIZI, Y DE OCTAVIO FRIGERIO, CON ARTÍCULOS PRODUCIDOS DENTRO DEL C AMPO POPULAR, ESPECIALMESTE DESDE EL LUGAR DE MILITANTES PERONISTAS DE LA RESISTENCIA Y DE LA EMANCIPACIÓN. También de militantes populares alcanzados por la brutal represión CONINTES, que pertenecían a otras organizaciones.

| Entrevista con Aldo Ferrer


"Frondizi fue un adelantado a su época"

El reconocido economista fue uno de los principales asesores del líder del desarrollismo argentino.
Afirma que Frondizi dejó un importante mensaje político como es el
de “reconstruir la democracia sobre la base de la incorporación de todas las fuerzas políticas, incluyendo al peronismo”



El economista Aldo Ferrer conoció de cerca a Arturo Frondizi. Fue uno de sus principales asesores como titular del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical en la primera parte de los años ´50 y también formó parte activa de los equipos técnicos que trabajaron en la campaña electoral de 1958.

Ferrer, junto con Rogelio Frigerio, la mano de derecha de Frondizi, participó de las reuniones que mantuvo Frondizi, luego de las elecciones presidenciales, con quien era ministro de Hacienda del gobierno de facto, Adalbert Krieguer Vasena. Esos encuentros tuvieron el objetivo de conocer en detalle cuál era la situación económica del país, antes de asumir formalmente la presidencia.

Cinco décadas más tarde, Ferrer no duda en afirmar que Frondizi era “un adelantado a su época” y que su gestión tuvo una enorme trascendencia no sólo en lo que se refiere a la industrialización del país, sino también en lo que respecta al plano político.

-¿Cuál es el principal legado de la presidencia de Frondizi?
El primer mensaje de Arturo Frondizi fue político: reconstruir la democracia sobre la base de la incorporación de todas las fuerzas políticas del país, incluyendo al peronismo. Así fue como levantó la proscripción del peronismo, y eso en definitiva fue lo que determinó su caída. En otras palabras, el primer gran mensaje del gobierno de Frondizi fue el de la construcción democrática, y la defensa de la libertad dentro de la Constitución.

El segundo gran mensaje fue el del desarrollo económico, fundado en una base industrial diversificada, amplia, sostenida sobre las industrias de base y la incorporación del valor agregado. Se buscó el desarrollo pleno de los recursos naturales del país, y fue una propuesta integradora sobre la base de un discurso industrial. También apuntó al fuerte desarrollo de la infraestructura y a la integración territorial con una clara concepción de país federal. Además, durante su gobierno se puso énfasis en el aspecto energético con una eficiente política petrolera, destinada a lograr el autoabastecimiento, cosa que logró en su mandato.

El tercer gran mensaje fue la proyección de la Argentina en América Latina, y el entendimiento con Brasil.

- ¿Y cuáles fueron las principales dificultades que tuvo que afrontar?
La gestión de Frondizi tuvo una enorme trascendencia, con mensajes que tienen plena vigencia en la actualidad. Pero desgraciadamente el país estaba profundamente dividido. Y le faltaba digerir lo que estaba por suceder en el plano de violencia, que estalló años más tarde.

El de Arturo Frondizi fue un mensaje de construcción nacional, en un país profundamente fracturado. Su presidencia no concluyó, pero dejó un mensaje que conserva plena validez
¿Se hace actualmente una lectura adecuada del desarrollismo?

A medida que fue pasando el tiempo ha comenzado a interpretarse la gestión de Frondizi en los términos en los que yo estoy mencionando: la unión política, la legitimación del sistema político.
Lo que sucede es que como no quedó ninguna figura política heredera de la gestión de Frondizi, uno advierte que no tiene el reconocimiento público que tienen otras figuras de la época, cuyos nombres aparecen en autopistas e instalaciones de distinto tipo. Pero en la memoria de la sociedad yo creo que está que Arturo fue una gran figura, que hizo lo posible y que, dado el contexto que se vivía el país, era muy difícil tener éxito. Yo creo que hizo una gran presidencia

- ¿Frondizi fue un adelantado de su época?

Fue un adelanto, sin duda. Tuvo una visión muy lúcida de lo que había que hacer políticamente, de la posición del país en el escenario internacional y de cuál era el rumbo necesario del desarrollo.

De alguna manera interpretó ideas que no eran propias de él. Por ejemplo, en el ámbito de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), había todo un planteo industrialista, de desarrollo integrado y de superar la posición que nos ponía como un país periférico. Se planteaba la necesidad de salir de la subordinación para entrar en un sendero de desarrollo que esté asentado en la industrialización. El de Frondizi fue un pensamiento de fronteras, y lo puso en práctica con dificultades propias de un gobierno que estaba acosado por las amenazas de golpe de estado y por la división política del país. En ese escenario tan difícil, dejó una obra importante y un mensaje imperecedero.


El Plan Conintes

Por Eva Rearte

La marchita se silbaba con provocadora picardía y las esquinas del centro se veían alteradas por actos relámpago de la incipiente JP, que reclamaba por el respeto a la voluntad popular y el regreso del líder.
La persecución al campo popular, y en forma particular a los peronistas, había comenzado con el bombardeo de la Plaza de Mayo en el ’55 y no se detendría.
Arturo Frondizi asume la presidencia en febrero del ’58 gracias al pacto con Perón. En él se convenía restablecer las conquistas populares en el campo económico y social, y levantar la proscripción política y sindical. La fusiladora se presta a la normalización, pero no abdica respecto del poder real.
Los peronistas recobran la identidad amordazada, pero la amnistía se tornó selectiva; el salario es devorado por la inflación y surge la pelea por la laica en oposición a la libre. En septiembre, la huelga general repudia los contratos petroleros. Se alza el Frigorífico Lisandro de la Torre frente al negociado con la carne: ocupado por los trabajadores, son ferozmente reprimidos por tres mil efectivos al mando del tristemente recordado comisario Margaride. El saldo es de 5200 trabajadores cesanteados.
Se agudiza la represión y con ello surgen nuevos modos de resistencia, producto del imaginario colectivo: corren chanchos por la calle Florida denostando al ministro Alvaro Alsogaray, estallan los rojizos buzones desparramando volantes que denuncian al régimen mentiroso.
El Plan Conintes, que Perón no aplicara en su segundo gobierno contra los que luego lo derrocan, adquiere vigencia cuatro años después. Las cárceles de todo el país se pueblan de resistentes.
Las familias descabezadas hacen tramas solidarias para el cuidado de los hijos, se ligan en la búsqueda de abogados y la asistencia en la salud. Los asaltos a la petrolera Shell marcan coherencia en la lucha y dan alimento, techo y abrigo a los diezmados por cesantías, exilios y encarcelamientos. Muchos de ellos crecen con las luchas populares y son víctimas del genocidio del ’76/’82. Otros mueren en condiciones de misérrima pobreza.
Los pocos sobrevivientes hace más de 15 años que claman y exigen ante todos los gobiernos el reconocimiento histórico merecido por haber regado la Patria de sueños y prácticas de libertad, entendiendo que el bienestar individual lo es con relación a la existencia del bienestar de todos. Este 16 de marzo se cumplen 47 años del nefasto Plan de Conmoción Interna. La deuda de honor aún está vigente.


A medio siglo de la victoria de Arturo Frondizi

Más que un aniversario, un hecho histórico

Por Alberto Breinlinger *

Especial para Hoy



Hace medio siglo, un grupo de dirigentes e intelectuales de innegable vocación nacional acordaba con el principal Movimiento Nacional y Popular de la historia argentina, el peronismo en proscripción, la formulación de un frente político que por las difíciles circunstancias que atravesaba el país se expresó a través de la UCRI, cuyo triunfo el 23 de febrero de 1958, representó la posiblidad de comenzar una etapa de transformación nacional.

Así entonces, el Movimiento Nacional, con un programa apoyado por los sectores más dinámicos de la sociedad, enarbolado explícitamente por los votos del peronismo, bajo la conducción en el exilio del Jefe genuino del Movimiento Nacional Justicialista, General Juan Domingo Perón, proyectaba hacia el futuro una etapa cuyos ejes más importantes serían la ratificación de la alianza de clases, ya vivida durante el gobierno peronista, un proyecto revolucionario para sacar al país del subdesarrollo, a partir de un plan elaborado por figuras reconocidas de una enorme capacidad política e intelectual.

Hombres como Arturo Frondizi, Rogelio Frigerio, Juan Jose Real, Marcos Merschensky, Ramón Prieto, Isidro Odena, Paulo Pena, Arturo Sábato, Pachi Aguirre y Benito de Miguel, entre los más importantes, integraron la vanguardia de un proceso que hizo historia. Todos ellos dieron su vida por la Nación, fueron cada uno en su lugar verdaderos protagonistas del gobierno y ejercieron, a pesar de las enormes dificultades que les enfrentaron sectores civiles y militares que no comprendieron lo que se jugaba, nada menos ni nada más que el futuro de la Nación cómo potencia económica, con una industria pesada moderna, con el autoabastecimiento petrolero, con las regiones geográficas prósperas e interconectadas en función a un mercado interno en expansión, con transportes, comunicaciones, energía e infraestructura al servicio de los argentinos.

En medio de la guerra fría que amenazaba a un mundo pacífico en transición, se proclamó una política internacional independiente, con el firme convencimiento y decisión de la no intervención en los asuntos internos de terceros países, de exhortar a los organismos internacionales y a las potencias mundiales que solamente el desarrollo y la integración de las naciones y su posterior unión a partir de las distintas variantes constituirían la garantía para el progreso y significación de los pueblos y un futuro venturoso para el mundo.

No fueron pocos los logros conseguidos a partir de la asunción del gobierno, sin embargo y analizado hoy 50 años más tarde dos cuestiones debemos resaltar, la primera, que en la actualidad quienes recuerdan o vivieron la época, en su mayoría, le reconocen a aquella dirigencia un mérito innegable y la segunda y más importante es que a pesar de las derrotas sufridas todavía estamos a tiempo para aprovechar las enseñanzas tanto de quienes forjaron este proceso como de mucho otros que en otras épocas y circunstancias asumieron la prioridad de defender a la Nación con capacidad y dignidad.

Vivimos un mundo volátil y globalizado por lo que acentuar la Nación como categoría histórica, así como nos enseñaron nuestros próceres, no solamente los del ´58 sino también los fundadores de la patria, es una necesidad inexorable, es la única y auténtica defensa de nuestros intereses, tanto los materiales como los culturales y espirituales.

Solamente la conjunción de las fuerzas nacionales, con una vanguardia intelectual lúcida, puede resolver los graves problemas que todavía mantienen a la Nación en una situación económicamente primarizada y socialmente desequilibrada. Luego de la crisis del 2001, con mercados internos ávidos de nuestros productos, la Argentina tiene la posibilidad de realizarse cómo Nación, sólo falta la voluntad y aprender de las experiencias, los métodos y enseñanzas de los protagonistas de hace medio siglo y de la historia argentina, para retomar la senda correcta y garantizar para todas las generaciones, actuales y futuras una patria grande y digna para los argentinos.
(*) Licenciado en Economía


Entre 1959 y 1963 pasaron decenas de presos políticos y gremiales detenidos por el Plan Conintes por las cárceles de Santa Rosa. Hubo comunistas, peronistas, sindicalistas, tacuaras, guerrilleros y hasta anarquistas.
Norberto G. Asquini*



Historia. Cuando Santa Rosa fue “depósito de presos” Conintes

Entre 1959 y 1963 pasaron decenas de presos políticos y gremiales detenidos por el Plan Conintes por las cárceles de Santa Rosa. Hubo comunistas, peronistas, sindicalistas, tacuaras, guerrilleros y hasta anarquistas.Norberto G. Asquini*
Entre fines de 1959 y 1963 Santa Rosa se convirtió en un virtual “depósito de presos” políticos y gremiales que fueron recluidos en la Unidad Penal 4 y otras instalaciones penitenciarias locales por orden del gobierno nacional. Desde que el presidente Arturo Frondizi implantó el Plan Conintes –sancionado por una ley de 1951– para contener un período de agitación social con paros y ocupaciones, hasta la salida de su reemplazante tras el golpe del ‘62, José María Guido, pasaron centenares de detenidos políticos de otros puntos del país por la capital pampeana.No es que con anterioridad no se hubieran utilizado esas dependencias para detenidos políticos. Durante el peronismo (1946-1955) fueron alojados los golpistas militares; después de la caída de Juan Perón fue usada para dirigentes peronistas, y más tarde para sindicalistas huelguistas como Rubens Iscaro.Pero desde la implementación del Estado de Sitio comenzaron a trasladar con asiduidad a los detenidos, tanto por la tranquilidad interna de la provincia como la disponibilidad de celdas que los podían albergar cuando saturaban otras unidades penitenciarias.Cada vez con mayor frecuencia, las cárceles santarroseñas tuvieron entre sus reclusos desde jóvenes de la ultraderecha de Tacuara, guerrilleros de Uturuncos, peronistas revolucionarios, gremialistas del comunismo y hasta anarquistas. Entre ellos hubo presos de renombre, como los sindicalistas Andrés Framini o José Rucci, o el folclorista paraguayo José Asunción Flores.
Van cayendo.
Los primeros nueve presos de esta etapa llegaron el 1º de octubre de 1959, tras una huelga de las 62 Organizaciones y el MUCS –de gremios comunistas–. Entre ellos estaba el secretario general de la Unión Obrera Textil, Andrés Framini, que había sido detenido en septiembre en Córdoba y pasado por Devoto. Al día siguiente se agregaron otros cuatro.El 3 ingresaron ocho más, entre ellos José Rucci –que sería secretario general de la UOM y asesinado en el ’73 por Montoneros–. Para el día 7 ya sumaban 29 los gremialistas confinados, en su mayoría metalúrgicos y textiles, alojados en el anexo encausados de la Colonia Penal, entre ellos Oscar Bidegain –futuro gobernador bonaerense en 1973–y Angel Hermida. El 8 de noviembre comenzaron a ser puestos en libertad algunos de los presos. La pronta liberación que se dio en muchos casos se debió a los hábeas corpus presentados por los abogados del comité pro-presos, Carlos Pérez y Manuel Cuadrillero y los dirigentes Omar Maraschini y León Nicanoff. Los recursos eran aceptados por el juez federal César Tarantino que pedía informes sobre la situación de los detenidos al Ministerio del Interior y si en 48 horas no había respuesta dictaminaba su libertad.A fines de enero del ’60 llegaron más obreros detenidos, gremialistas en huelga de la Federación de Obreros y Empleados de Correo y Telecomunicaciones (Foecyt) de la Capital Federal, que quedaron libres a los pocos días.En marzo la cárcel se colmó a poco de las elecciones del día 27. El 19 fueron alojadas en el Penal 61 personas que llegaron en tren desde Capital Federal, todas presas por el Plan Conintes. Se contaban peronistas, comunistas, tacuaras y anarquistas de Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Entre ellos, 44 que estaban en Caseros y fueron trasladados sorpresivamente, como Alberto Ottalagano –abogado ultraderechista que sería rector de la UBA en los ‘70–, Carlos Rovira, Alberto Iturbe, Federico Durruty, Idelfonso Cabagna Martínez –ministro de Relaciones Interiores de Perón–, Atilio Renzi, Miguel Unamuno, Gerónimo Izetta y Raúl Lagomarsino. Algunos de ellos denunciarían torturas y maltratos.La cárcel se llenó de trabajadores y militantes políticos. Hubo tres obreros marítimos, cuatro gastronómicos, ferroviarios, viajantes, comerciantes, empleados, ópticos, encuadernadores, obreros, etc. Pocas mujeres fueron confinadas en La Pampa, dos de ellas María Ignacia Delfina Moyano y Edelmira Giudice, alojadas en la cárcel de mujeres. Para el 27 de marzo del ’60 sumaron 106 los presos en Santa Rosa. Poco a poco fueron trasladados o liberados. El 9 de abril fue transferido Framini a Esquel junto con otros gremialistas. Algunos eran llevados a Caseros como Carlos Chiavone y Federico Durruty.El periplo que hicieron muchos presos fue kilométrico. Por ejemplo, dos paraguayos detenidos en El Dorado, Misiones, habían recorrido 1.600 kilómetros entre Bahía Blanca, Capital Federal y Santa Rosa en poco más de 48 horas, cuando fueron liberados en mayo por el juez local.
Los Tacuara.
Casi una decena de jóvenes llegó el 19 de marzo del ’60 desde Capital Federal y fue liberada el 31. Eran militantes de la agrupación ultraderechista Tacuara, como José Luis Nell, Marcelo Arturo Villa Mayor, Jorge Osvaldo Orus, Enrique Vicente Salvino, y Rodolfo Verona.Habían sido detenidos por personal de Coordinación Federal el 26 de febrero en la sede de la organización derechista en Matheu 185 y habían pasado por el Departamento Central de Policía y la cárcel de Caseros.Nell, entonces un estudiante de 18 años, militó en Tacuara para luego pasarse al peronismo revolucionario. Después se incorporó a las filas de las Fuerzas Armadas Peronistas y recibió un disparo durante la Masacre de Ezeiza que lo dejó inválido. Se suicidó meses después.
Plomeros anarquistas.
Entre los que llegaron en marzo del ’60 a Santa Rosa hubo también varios plomeros de la FORA anarquista; detenidos entre diciembre del año anterior y febrero en Capital Federal. El 2 de febrero el local del sindicato de plomeros, en Potosí 4.156, fue asaltado por efectivos de la sección Orden Gremial de la Federal y cayeron cincuenta trabajadores. José Elizondo, Manuel Correa, Antonio Herrera y Marcelino Carabajal fueron parte de los capturados que llegaron a Santa Rosa. El 4 de diciembre a la madrugada fueron puestos en libertad en el anexo de Encausados de la Colonia Penal los primeros: eran nueve obreros plomeros y un panadero. El sábado 17 de diciembre quedó libre Carlos Valentini, otro del grupo que estaba a la sombra hacía casi un año.
Fiestas del ’60.
Para las fiestas del ’60 se contó una decena de presos políticos en Santa Rosa. En noviembre y diciembre llegaron transferidos desde Viedma y Rawson varios comunistas que originarían a fines de enero del ’61 un movimiento a favor de detener sus traslados. Entre ellos los miembros de la Comisión de Solidaridad a la Revolución de Cuba, Jacobo Perelman y Emiliano González. El primero había sido capturado el 15 de julio junto a otras 30 personas en una cena ofrecida a un diplomático cubano y el segundo el 20 luego de un acto en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales junto a Fernando Nadra. Además, Pedro Chiaranti, de 62 años, fundador y secretario general de la UOCRA durante 8 años y militante del Comité Central del PC y detenido en un acto solidario con Cuba en octubre; Carlos Imizcoz, bancario llegado de Capital donde había dirigido la mítica huelga del ’59 y que había estado un año prófugo –era su novena detención–; y Pascual Mazzitelli, del sindicato argentino de músicos detenido mientras realizaba tareas gremiales en Capital Federal y llegado en febrero.El 7 de marzo fueron liberados Perelman y González, y el 8 Chiaranti, a raíz de su estado de salud. El 30 fue liberado Imizcoz y se completó la liberación de todos los detenidos de ese grupo.Paraguayos.El 13 de febrero del ‘61 ingresaron encarcelados los paraguayos Carlos Garcete, Fernando Pucciarelli, Benito Filemón Torres, Teresito Ruiz González, Gumersindo Espínola, Wilberto Acosta, Sergio Martínez y Antonio Casco. Los paraguayos habían sido detenidos el 30 de noviembre del ’60 en Posadas, Misiones, donde residían desde hacía años. Eran opositores al gobierno del dictador Alfredo Stroessner. Habían sido alojados en el Regimiento 11 de Ingenieros, luego llevados a la cárcel de Posadas y de allí vía aérea a Capital Federal en enero. Luego por ferrocarril trasladados a Viedma y finalmente conducidos en tren a La Pampa.Durante 1961 también estuvo durante seis meses detenido el músico paraguayo José Asunción Flores, creador de la guarania. A las 2.55 del 14 de marzo fueron liberados, junto a Mazzitelli, los siete paraguayos del anexo de encausados: Fernando Pucciarelli, Benito Filemón Torres, Teresio Ruiz González, Gumersindo Espíndola, Wilberto Acosta, Sergio Martínez y Antonio Julián Casco.
Ahumada.
Una presencia muy considerada por muchos santarroseños fue la de María Margarita Arentsen de Ahumada, esposa del peronista revolucionario y teniente Ciro Ahumada. Ahumada fue un oficial del Ejército mendocino que promovió varios golpes militares e insurreccionales peronistas durante la Resistencia junto con el general Miguel Iñíguez. En mayo de 1960 ordenó colocar explosivos en la casa de un general y en una compañía petrolera mendocina y partió hacia Uruguay. Trescientos integrantes de su red fueron perseguidos y acorralados, hasta su esposa.La mujer fue condenada en Mendoza a cuatro años de prisión junto a un grupo de hombres por un Tribunal de Guerra y estuvo desde el 22 de diciembre de 1960 hasta febrero de 1962, cuando se la indultó, recluida en la Cárcel de Encausados de Santa Rosa. Los cargos fueron asociación ilícita y encubrimiento, entre otros.Poco después de su llegada arribaron otros presos mendocinos detenidos en la misma intentona. El 11 de agosto del ‘61 llegaron ocho condenados entre 6 y 19 años por estar vinculados al golpe de Ahumada. Habían estado alojados desde su captura en la cárcel de la capital mendocina y pasaron por las prisiones militares de Magdalena, Viedma, Rawson, Penitenciaria Nacional y luego al anexo de Encausados de Santa Rosa. Eran Carlos Herbst, Leónidas Aveiro, José Merlo, Alejandro Barrose, Humberto Cinquegrano, Daniel Soloa, Silverio Sosa y Carlos Alberto Burgos. En su momento, se recordó la visita que le hicieron a Ahumada sus tres hijas de 11, 9 y 6 años. Finalmente, el 18 de febrero del ’62, la mujer recuperó su libertad.Herbst fue trasladados en julio a Mendoza por tren desde Catriló. El estudiante Burgos a Chaco en noviembre y Soloa a Buenos Aires en diciembre. Y Cinquegrano, Barrose, Merlo y Aveiro llevados al Penal de Magdalena en mayo del ’63.
El guerrillero.
En la mañana del 3 de febrero del ‘62 recuperó su libertad Henry Rodríguez, un preso Conintes que estaba en el anexo encausados desde el 17 de diciembre del ‘61. Pertenecía al grupo de guerrilleros Uturuncos que había intentado crear un foco insurgente en los montes de Tucumán y fue capturado el 10 de junio del ’60. Había sido condenado por un tribunal militar especial a la pena de 3 años de prisión a la que se le dio cumplida en forma condicional.En los meses siguientes apenas quedaría un puñado de diez condenados por tribunales militares por actos de sublevación en Mendoza.
La última.
Entre fines de octubre del ’62 y mayo del ’63 llegó la última tanda, casi todos comunistas que habían sido detenidos por “actividades contra la Seguridad Pública” por apoyar en actos públicos la revolución cubana. Los primeros 26 presos por causas gremiales y políticas fueron bajados el 31 de octubre del ’62 de un avión Bristol, unos por la mañana y otros por la tarde. Siete vehículos los trasladaron a la Colonia Penal. Algunos pocos recuperaron la libertad en diciembre.En noviembre del ’62 fueron trasladados el médico Carlos Abolsky de 38 años y el abogado santafesino Alfredo Dratman, de 36, entre otros. El 5 de enero del ‘63 llegó otra veintena desde la penitenciaría de Puerto Deseado, también capturados en octubre del ’62. Para enero había en el país 296 presos políticos y gremiales y 34 estaban en Santa Rosa –28 a disposición del PEN y 6 condenados del Conintes–.El 2 de mayo desde el destacamento Río Bamba en Buenos Aires fueron remitidos 16 detenidos a la U13. Entre ellos Ernesto Giúdice, periodista y apoderado del PC; otra vez Chiaranti, José Brandeburgo, Manuel Halperín, Héctor Manfredo, Elías Perelman, Miguel Wais, José Laureano Rojas, Gastón Redivo, Carlos Impinisi, Ricardo Soppo y David Halperín, todos capturados en noviembre del ’62. El 23 de mayo en avión llegaron otros 18 detenidos del PEN.El 11 de junio recuperaron su libertad cuatro presos políticos, entre ellos el obrero maderero Pedro Furer, de 54 años, que falleció dos días después. Chiaranti fue dejado en libertad el 22 de junio ya que su estado de salud era muy delicado. Quedaban todavía unos 41 alojados.A mediados de julio comenzaron a salir por tandas 32 de los detenidos PEN y el sábado 3 de agosto liberaron a los últimos ocho: Manuel y David Halperin, Brandeburgo, Jacobo y Elías Perelman, Jacobo Sufra, Abolsky y Drakman.A mediados de septiembre, luego que Arturo Illia ganara las elecciones y estuviera por asumir en octubre, fue dejado en libertad el último preso Conintes. Para entonces se había firmado el decreto 7.603 de amnistía para todos los delitos políticos y comunes conexos. El último en salir fue Silveiro Sosa el 14 de septiembre, que purgaba una condena de seis años de prisión desde diciembre del ’60 por una sublevación en Mendoza. No pasarían muchos años –durante el Cordobazo– en que los presos políticos volvieran a desfilar por los pabellones pampeanos.



Especial para Hoy

El gran aporte de Rogelio Frigerio

Por Mercedes Marcó del Pont (*)



Los homenajes, recuerdos y discursos son extremadamente útiles cuando intentan rescatar el método dialéctico, la experiencia recogida en su aplicación concreta para interpretar la realidad argentina contemporánea, y la posibilidad de construir a partir de esa matriz ideoló-gica una prospectiva superadora.

El mejor homenaje a Rogelio Frigerio (estrecho colaborador de Arturo Frondizi), entonces, será reabrir el debate sobre tópicos tales como la existencia o no de una burguesía nacional y de una clase obrera organizada, el rol del Estado en la movilización de los medios de producción, la relación con el capital extranjero y la posibilidad de la alianza de clases para moto-rizar el desarrollo, ese manojo de cuestiones que siempre lo apasionaron.

Sería trágico convertir al pensamiento del Tapir en algo que se reverencia pero no se aplica. Pero no sería menos patético interpretar esta realidad que nos toca vivir a principios del siglo XXI con el discurso de otra, transcurrida varias décadas atrás. El instrumento analítico merece ser actua-lizado para discutir problemáticas de la hora en temas tales como la búsqueda de aquella inserción internacional más conveniente, garantizar una elevada tasa potencial para el PIB, alcanzar un armónico desenvolvimiento de las distintas regiones, preservar el medio ambiente y, el objetivo más importante, recomponer la condición salarial (recordemos que en 1961 la masa salarial representaba el 43% del PIB) (Recordemos que para 1955 la masa salarial representaba el 51%) . Estas son condiciones todas que en la etapa presente de nuestro país constituyen requisitos básicos para que no se frustren las posibilidades del desarrollo con equidad.

Tampoco es novedosa la reacción del establishment, fastidiado además con cada uno de sus augurios catastróficos que no se cumplen ante aquellas iniciativas que pueden afectar sus privilegios de siempre. Con la distancia que dan los años, tomar conciencia de las condiciones objetivas en que debe llevarse a cabo el proceso de cambio permite tanto advertir el carácter pionero que tuvieron las ideas de este hombre como valorar su perfil de luchador inclaudicable por hacerlas realidad y rescatar el coraje que siempre es necesario tener para poner en marcha las acciones que el proyecto nacional requiere. Pensemos en el escenario prevaleciente a fines de los años ´50 del pasado siglo cuando se encara el proyecto del '58, las dificultades que parecían insuperables para ingresar a la modernidad en aquellos tiempos en que el peronismo estaba prohibido y las fuerzas políticas y sociales tradicionales soñaban con volver a la Argentina pastoril del novecientos, librecambista y casi una parte más de la corona británica. Pero la voluntad del cambio fue más fuerte y, ahora, se reconocen sus virtudes.

Interpretando la realidad

Vale la pena ejemplificar con tres casos concretos para apreciar mejor el aporte de Frigerio en materia de política económica práctica. A la hora de elaborar el proyecto desarrollista, nadie como Rogelio supo leer con tanta nitidez las grandes tendencias que predominaban en la economía mun-dial, que ya había superado los problemas de la reconstrucción de Europa y el Japón en la segunda post guerra y las oportunidades que por entonces se abrían para la Argentina. Mucho después supimos que el mundo estaba inmerso en una fase larga de prosperidad, aquello que los teóricos franceses luego definirían como “los gloriosos años” del Estado benefactor.

Nuestro país no podía, por ignorancia o el egoísta cuidado de intereses creados, dejar pasar esa oportunidad que se le abría para desenvolver la etapa más compleja de su industrialización. Pero ello sería una utopía si continuaba destinando el 25% de los mil millones que constituían sus limitados ingresos en dólares originados en exportaciones a la compra de petróleo. Crear las condiciones para el ingreso de capital extranjero de riesgo y fortalecer a las empresas estatales en áreas como el petróleo, la siderurgia y la energía no sólo era posible, sino que debía constituir el núcleo duro de un proyecto industrial integrado.

Este no era un mero emprendimiento sustitutivo de importaciones, como se quiso interpretar desde la burocracia de los organismos internacionales y en ciertas usinas “académicas” locales, entre otras cosas porque era imposible sustituir lo que en ese momento no se podía importar (automóviles, por ejemplo), sino que se trataba de la creación de nuevas cadenas de valor hasta entonces inexistentes, verdadera incubadora de una dinámica ge-neración de nuevos empresarios y nuevos empleos de calidad, todo lo que maduraría años después (autopartistas, por ejemplo). Lo cierto es que, en el presente, la sustitución de importaciones, condenada a la desaparición por agotamiento a mediados de los '70, ha venido a constituirse en el ingrediente principal de la expansión verificada en la actividad manufacturera y que lleva varios trimestres consecutivos de existencia.

Segundo, en el momento de mayor auge del revanchismo gorila, nadie como Frigerio supo advertir que era imposible constituir una sociedad moderna, un país que abandonara el subdesarrollo, excluyendo a la clase trabajadora de tal proyecto colectivo. Y eso, en aquel tiempo, significaba devolverle sus organizaciones gremiales y eliminar la proscripción del peronismo. El resto de la clase dirigente, todo el arco político, siempre se opuso a estas ideas y el golpe de 1962 tuvo como una de sus excusas el peligro del retorno peronista. En esta materia, Frigerio fue profético una vez más, veamos, si no: actualmente entre los cientistas sociales más relevantes, se destacan aquellos que plantean como uno de los requisitos para que las sociedades no estallen en el caos social la vigencia de la “condición laboral” que implica, entre otras cosas, no sólo el reconocimiento de las organizaciones de trabajadores en cualquier proyecto de concertación social que sea sustentable en el tiempo, sino que también garantice la preservación de los valores de la clase trabajadora.

Tercero, años más tarde, de nuevo, nadie como él supo advertir que los mecanismos de integración que estaban proponiendo los organismos multinacionales constituían un instrumento al servicio de los monopolios. Hace 40 años lo explicó en un libro me-morable La integración regional, instrumento de los monopolios es su título, que fue desdeñosamente ignorado por nuestra in-telectualidad progresista. Hoy, en la Argentina, luego de la experiencia acumulada en la materia, existe un generalizado consenso acerca de la necesidad de plantear el Mercosur sobre bases diferentes a “las del mercado”, las que permitan la integración productiva, energética y social de la región en su conjunto para construir un poder autónomo que pueda discutir en un pie de igualdad con los otros bloques del mundo.

Esta opinión se ha formado a partir de sentir en carne propia las asimetrías constituidas en contra de nuestros intereses y verificar que la integración, como fue llevada, nos condujo a una situación dual donde el eje Rio-Sao Paulo constituye la base de operación elegida por las multinacionales manufactureras (ya se ha llevado puesta a una porción importante de la vieja burguesía paulista, por ejemplo, que terminó globalizada), mientras nuestra pampa húmeda es cada vez más empujada a la especialización como abastecedora de soja. Pero lo ocurrido también enseña que la solución pasa por rescatar la integración latinoamericana, frente al canto de sirena de los acuerdos bilaterales con EEUU.

Puede concluirse que el tiempo, que todo lo clarifica, permite ahora valorar cabalmente la madera de estadista que tenía Rogelio, tantas veces ignorado por el pensamiento oficial. Resulta imposible entender la cuestión del proyecto nacional, sus logros y frustraciones a lo largo de nuestra historia de los últimos 50 años, excluyendo su invalorable aporte. La oportunidad es hoy más propicia que nunca para volver a Frigerio.
(*) Economista. Actual directora del Banco Nación



HISTORIA DE LA REPRESION INSTITUCIONAL EN LA REPUBLICA ARGENTINA

1.- BOMBARDEO A LA PLAZA DE MAYO; 1955.

En el ano 1955, cuando los militares destituyen a Peron, lo hacen
bombardeando una manifestacion de civiles convocados en nuestra famosa Plaza
de Mayo para defender a un presidente legal.

De ese bombardeo a civiles hubo muchos testigos que, asomados a las ventanas
- sin darse cuenta del riesgo ni creer en lo que se desplegaba ante sus
ojos, como una pelicula americana de guerra - miraban asombrados como se
ametrallaba desde los aviones a la multitud que huia despavorida.

Nunca se supo cuantos fueron los alli masacrados. Ni sus nombres. Ni donde
fueron enterrados. Los militares se encargaron de hacer el trabajo de
desinformacion, acallando las averiguaciones o intentos de juicio y de protesta.

En realidad, las desapariciones quedaron impunes. No hubo investigacion, y
fueron borrados de los libros hechos tan brutales que, al ser escondidos al
conocimiento de la gente, se repiten cada vez en peor escala.


2.- FUSILAMIENTOS; 1956.

Tambien se borro de los libros de historia el fusilamiento de civiles y
militares que defendieron el orden constitucional. "Decreto de pena de
muerte masiva".

Ese fusilamiento fue firmado por el. general Aramburu mientras Peron huia al
Paraguay, en una canonera de la marinan fuerza que estaba atacando y dando
muerte a sus mismos defensores.

3.- PLAN CONINTES; 1960

Fue sancionada en 1948 por el entonces presidente, democratico, Juan
Domingo Peron. Era un decreto de emergencia extralegal, anticonstitucional,
que establecio la jurisdiccion militar para los actos llamados
"terroristas". Significa "Conmocion del Orden Interior".

Fue vuelto a poner en vigencia por presion militar el 13 de marzo de 1960,
durante el gobierno constitucional del Dr. Arturo Frondizi.

Es decir, que en un gobierno constitucional, los militares se hacian cargo
de los civiles opositores politicos y participante de huelgas obreras. La
justicia civil pasa a depender de la justicia militar, ocasionando una serie
de minigolpes y querellas entre civiles y militares.

Escribo textualmente: "Para colmo de males el panorama politico-social se
vio agravado por un estado represivo que aumento en intensidad, . que ponia
en duda el mismo sistema democratico en
que se apoyaba " (Rouquie, Alain, "Poder militar y sociedad politica en la
Argentina").

Se prohibio la palabra Peron. Se hablaba del tirano profugo. Habia logrado
concretarse el MOU (Movimiento Obrero Unificado).

Ya en 1958, el Boletin Reservado de Guerra Nº 3753 del ano 1958, a quince
anos del Holocausto, del Juicio de Nuremberg, decia en algunos de sus pasajes:

"Seria tragico que en cumplimiento de una mala interpretacion de la
disciplina, nuestros soldados asesinaran a las mujeres, hombres y ninos que
lucharon heroicamente en contra de la dictadura... " (se refiere al gobierno
constitucional de Peron)


Entonces, ¿que fue el asesinato de miles de manifestantes en Plaza de Mayo?
¿Ya estaba en ellos el proyecto de asesinato de ninos y mujeres? Los
militares lo tenian presente. Los politicos... ¿tambien?

4.- 1962.-
Primera desaparicion, sin conocimiento de
destino, de dos dirigentes metalurgicos.
©InfoUrba PAIS 160307


Antiperonistas: También llamados "gorilas", el uso de este término data de 1955, cuando a partir de un programa humorístico, comienza a circular tal expresión haciendo referencia a que son "gorilas" los causantes de hechos imprevistos y se intensificó profundamente a partir del golpe militar de Septiembre de ese mismo año, señalando con el término, en este caso, a las Fuerzas Armadas y en general a todo el ámbito militar. Hablando en términos políticos, se refiere a los antiperonistas, y con el paso del tiempo y la popularidad a todo aquel individuo, grupo u organización con características autoritarias y antipopulares.

Azules y colorados: Dentro de las Fuerzas Armadas se distinguieron dos fracciones: una de ellas integrada por antiperonistas íntegros, y eran los "colorados" (Marina -Infantería - Artillería del Ejército) ; y la otra fracción se caracterizaba por permitir ciertos acuerdos con peronistas, y eran los "azules" (Fuerza Aérea - Caballería del Ejército)Hacia 1962, estas distinciones se profundizaron pues cada fracción quería lograr el control del total de las Fuerzas Armadas.
Revolución libertadora: Fue identificado con este término al conjunto que representó los intereses de diferentes sectores que se unieron para dar el golpe militar de Septiembre de 1955, porque quienes lo llevaron acabo calificaban al régimen peronista en general como una dictadura totalitaria, y era necesaria una "revolución" al mando de "representantes de la democracia y la libertad".
Desperonizar : Método a cargo de los sectores dirigentes antiperonistas, que consiste en imponer a la población la aceptación de los principios liberales políticos y económicos, además de presionar a la sociedad para que colabore con ellos. Esto fue en un principio, pero finalmente bajo las circunstancias de necesidad de eliminar al peronismo, el método se basó en la prohibición y proscripción del partido peronista, autoritarismo y represión.
Estas dos grandes posiciones altamente diferenciadas también se reflejaban como culturas opuestas: una cultura nacional y popular correspondiente al peronismo y otra contraria antinacional y antipopular del antiperonismo.
Revolución Argentina: Hace referencia a la autodenominación que tomó el golpe militar de 1966, con el propósito de establecer en Argentina una nueva organización social y estatal, comenzando por eliminar los partidos políticos y en lugar de la Constitución Nacional establecer el "Estatuto de la Revolución Argentina".
Estado Burocrático Autoritario: Sistema caracterizado por la supresión política y la implementación de un plan económico que beneficia al sector capitalista.
El término "burocrático" indica la despolitización de distintas funciones, poniendo a cargo a administrativos (funcionarios) públicos, que no toman partido por ningún sector, sino que se mantienen neutros en una estructura administrativa.
U.C.R.I:Unión Cívica Radical Intransigente, grupo que apuntaba a un mayor acercamiento al peronismo. La figura más representativa del mismo fue Arturo Frondizi.
U.C.R.P.: Unión Cívica Radical del Pueblo, declarada antiperonista y con un sesgo mucho más conservador.


La mirada de un especialista

El programa económico desarrollista

Por Mario Rapoport (*)
Especial para Hoy



La política económica del gobierno de Arturo Frondizi se apartó notoriamente de muchos de los postulados que el entonces líder del radicalismo intransigente había sostenido años antes, desde las filas de la oposición al peronismo. Tuvo mucho que ver en ello su vinculación, en febrero de 1956, con Rogelio Frigerio director de la revista Qué sucedió en siete días. Frigerio, que había sido en su juventud dirigente estudiantil universitario, militante de una agrupación de izquierda denominada “Insurrexit”, por esa época se había convertido en empresario y mentor in-telectual. En el orden económico las ideas desarrollistas comenzaron a surgir a partir de ese encuentro inicial.

A la cabeza de un heterogéneo grupo de colaboradores, Frigerio reelaboró y cuestionó muchos de los conceptos que predominaban en el campo del pensamiento económico nacional. Al mismo tiempo, Frondizi seguía un camino similar, que lo llevaría de posiciones nacionalistas de izquierda, como las esbozadas en su libro Petróleo y política de 1954, obra destinada a combatir el contrato con la empresa petro-lera California propuesto por Perón, hacia un planteo más matizado, como el de Industria argentina y desarrollo nacional, editado en 1957.

En prieta síntesis, el desarrollismo postulaba que la Argentina era un país subdesarrollado. Esa circunstancia tenía que ver, sobre todo, con la incapacidad de lograr una expansión de sus fuerzas productivas que pudiera sostenerse en el tiempo, pues el proceso de acumulación interno se encontraba bloqueado.

Una primera mirada relacionaba estrechamente el subdesarrollo con las características del comercio exterior, basado en la exportación de productos agropecuarios y en la importación de bienes industriales, mucho más complejos, sofisticados y con mayor valor agregado. Los términos del intercambio tendían secularmente a deteriorarse, es decir, los precios de las exportaciones bajaban y/o los precios de las importaciones subían. El manejo monopólico arbitrario de ese comercio por parte de firmas multinacionales agravaba esta tendencia todavía más.

Ese mecanismo de transferencia de riqueza interna al exterior, sin embargo, no era fruto exclusivo de esta situación, sino la consecuencia de una matriz productiva incompleta. En el fondo, el intercambio no resultaba el principal culpable: la causa de ello se atribuía en especial a carencias de la producción industrial y, muy especialmente, a la ausencia de una industria pesada que permitiera completar el proceso de sustitución de importaciones. Como el país no producía suficiente petróleo, acero, productos petroquímicos, maquinarias o automóviles, se veía obligado a adquirirlos en el exterior.

La solución planteada por Frondizi y Frigerio era, pues, producir estos bienes internamente. Pero los sectores involucrados demandaban una inversión de capital muy elevada. Por eso, el desarrollismo planteaba la necesidad de una política económica que elevara la tasa de ahorro interno y, simultáneamente, captara inversiones extranjeras, orientara ambas fuentes de recursos a los sectores prioritarios y le imprimiera al proceso el ritmo más acelerado posible. En eso consistía la política de desarrollo: planificación de prioridades, generación de condiciones macroeconómicas adecuadas, protección a las actividades internas y creación y aplicación de instrumentos específicos, como créditos o incentivos impositivos.

Dos ideas se destacaban especialmente en el esquema desarrollista. Sectores nacionalistas y de izquierda cuestionaban la necesidad de recurrir al capital extranjero en las ramas básicas. Frondizi y Frigerio respondían que el ahorro interno insuficiente impedía el desarrollo de las industrias de base y truncaba el camino del desarrollo, salvo que se pensara en una acumulación a marcha forzada con grandes sacrificios sociales.

A su vez, las corrientes económicas ortodoxas o liberales criticaban la ausencia de un programa de estabilización previo a la política de desarro-llo y sostenían la necesidad de dejar funcionar luego libremente al mercado. Con respecto a la estabilización, el desarrollismo tenía una concepción he-terodoxa de la espiral inflacionaria. El aumento de precios era provocado por la propia estructura productiva incompleta y el intercambio desigual, y no por problemas monetarios, fiscales o salariales. Sobre la libertad de mercado, los desarrollistas pen-saban que dejar a la economía ac-tuar libremente (sin prioridades ni plan) significaba perpetuar el subdesarrollo, pues la falta de una industria integrada inhibía el proceso de acumulación, con lo que el país mantenía un círculo vicioso imposible de romper.

Esos fueron los lineamientos ge-nerales que sirvieron de apoyo a Frondizi para elaborar su plataforma económica de gobierno y que a partir de entonces se conocieron con el nombre de “desarrollismo”.
(*) Economista e historiador. Investigador Superior del Conicet



Década Infame
Se conoce con este nombre al período de la historia argentina que abarca desde el golpe de estado del 6 de septiembre hasta el golpe de estado del 4 de junio de 1943. Los motivos por los cuales este perído fue merecedor de este nombre son: la práctica sistemática del fraude electoral –que los sectores de poder denominaban fraude patriótico- como mecanismo para evitar el acceso de los opositores al poder (el ejemplo más ilustrativo fue la elección del gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Fresco) y los negociados escandalosos que movilizaban a la opinión pública. Entre estos pueden mencionarse la adquisición de las tierras de El Palomar por parte del Ejército al doble de su valor real con anuencia y complicidad de funcionarios y legisladores; la prórroga de la concesión municipal a la Compañía Hispanoamericana de Electricidad (Chade); el debate sobre las carnes en 1935, luego de la firma del Pacto Roca-Runciman –claro ejemplo de la dependencia económica que nuestro país tenía con Gran Bretaña- que concluyó con el asesinato perpretado por el ex policía al servicio de un caudillo conservador Ramón Valdés Cora contra el senador Enzo Bordabehere, coautor de las denuncias con Lisandro de la Torre. Este clima de corrupción y fraude se manifestó hasta en hechos tan anecdóticos como en el Sorteo de la Lotería. No en vano Enrique Santos Discépolo escribió su tango "Cambalache" en 1935.

Plan Conintes
Hacia mediados de 1959, las distintas medidas de fuerza organizadas por los sindicatos complicaron la situación del gobierno del presidente Frondizi frente a las Fuerzas Armadas. El gobierno optó por cambiar esa imagen de un gobierno sin control y se decidió por la represión aplicando el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) que permitía declarar zonas militarizadas a los principales centros o ciudades industriales y autorizaba allanamientos y detenciones. De esta forma, muchos gremios fueron intervenidos.

Doctrina de la Seguridad Nacional
Aplicada durante la dictadura de Onganía y la última dictadura militar, ésta era una doctrina militar que había surgido en el contexto del conflicto este-oeste y fue aplicada en los países del Tercer Mundo que estaban bajo la influencia norteamericana. Según esta teoría EE.UU y los países integrantes de la OTAN tenían la responsabilidad de mantener el equilibrio frente a la URSS y los países periféricos que formaban parte del bloque occidental debían evitar que el "peligro comunista" o "la subversión" ganara terreno. Esta doctrina definía como hipótesis de conflicto los provocados por un enemigo interno y establecía como tarea de las fuerzas armadas locales controlar las fornteras ideológicas, vigilar las actividades políticas de las personas y reprimir las manifestaciones políticas de los ciudadanos que, desde su punto de vista, fueran subversivas.

Memoria activa por el Plan Conintes

16-3-2007
El legislador Miguel Talento instó a recordar el 46° aniversario del plan que restringió los derechos de los trabajadores.

"A la distancia es posible sostener que el ‘estado CONINTES’ fue un juego de guerra para la aplicación de las llamadas ‘maniobras militares antisubversivas’ que hacían su aparición estelar en los manuales de defensa", aseguró el diputado Miguel Talento.

Asimismo agregó que de todos modos "perdura también el dolor, el sufrimiento, la humillación y la tortura de aquellos sujetos puestos bajo jurisdicción militar, los popularmente llamados ‘presos CONINTES’".

El 14 de marzo del año 1960 se ponía en ejecución pública en todo el territorio del país el "estado de Conmoción Interior del Estado" (Plan Conintes), que fuera previsto en el decreto secreto 9880 del 14 de noviembre de 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi.

La aplicación del "estado CONINTES" fue derogada el 2 de agosto de 1961, aunque se estipulaba que las causas y los delitos cometidos bajo su aplicación seguirían bajo jurisdicción militar. Asimismo debe resaltarse que durante 1962, el Plan CONINTES volvió a ser puesto en vigencia durante algunos meses.

Talento recordó que "hoy, transcurridos tantos años de aquel plan, me permito recordarlo y recuperarlo para la memoria histórica, memoria que nos permita construir un futuro en el que nunca jamás vuelvan a entremezclarse las cuestiones vinculadas a la defensa de la Nación, con el juego político que toda sociedad democrática instituye para sí. La apuesta sigue siendo el respeto por las normas democráticas sobre la base del desarrollo y la consolidación de herramientas políticas populares".




PRESIDENTE ARTURO FRONDIZI
Fuente: SABSAY, Fernando; Presidencias y Presidentes constitucionales argentinos.
Colección Fin del Milenio

El pacto firmado por Perón y Frondizi en febrero de 1958 permitió al candidato del radicalismo intransigente triunfar en las elecciones del 23 del mismo mes, acompañándolo como vicepresidente Alejandro Gómez, con 3.761.519 votos, el 44,79% de los sufragios. Ricardo Balbín/Santiago del Castillo, representando al Radicalismo del Pueblo, obtuvo 2.303.180, el 28.90%
En Venezuela, desde enero de 1958, comenzaron las conversaciones entre el emisario de Frondizi, Rogelio Frigerio y el delegado de Perón, John W. Cooke, dando origen al memorable pacto que fue firmado por Perón, Frondizi y los representantes de ambos, y mediante el cual Frondizi, elegido presidente, se obligaba a restablecer, en los primeros 90 días de su mandato, las conquistas obtenidas por el pueblo en el campo social, económico y político, en particular la normalización de los sindicatos y de la CGT (Confederación General del Trabajo). Además mejoraría el nivel de vida de los asalariados, reconocería al partido peronista y otorgaría una amnistía general.
A tal efecto, Perón envió un mensaje al Comando Táctico Peronista desde la ciudad de Trujillo en la primera semana del mes de febrero de 1958, impartiendo las órdenes siguientes: "La orden para el Movimiento Peronista debe difundirse ampliamente en todo el país, a costa de cualquier sacrificio. El presente mensaje debe ser puesto en conocimiento de los dirigentes gremiales, políticos y de la resistencia, a frin de que orienten a los peronistas en el sentido de votar por el doctor Arturo Frondizi para la presidencia de la República". Explica después el mensaje la razón del acuerdo: "El peronismo brindará el ejemplo de su abnegación, de su desinterés, de su insobornable vocación combatiente por la causa de la Patria".
Así el voto en blanco se volcó a favor del candidato de la UCR Intransigente (UCRI), logrando el triunfo. Sin embargo, un importante sector del peronismo rechazó el Acuerdo; el Comando Nacional Peronista se atribuyó los 800.000 en blanco.
Frondizi logró la totalidad de las gobernaciones, todo el Senado y los dos tercios de la Cámara de Diputados; 133 intransigentes y 52 del Radicalismo del Pueblo (UCRP). A pesar de las presiones que recibió del Radicalismo del Pueblo para no cumplir con el resultado de las urnas, el presidente, general Pedro Eugenio Aramburu, felicitó a Frondizi por su triunfo. El 1 de mayo de 1958 le entregaba los atributos de Presidente de la Nación.
Las Fuerzas Armadas, si bien respetaron la normalización institucional, retuvieron el poder arrogándose el rol de legítimas depositarias del gobierno.
Frondizi, durante los años de su gobierno, debió actuar por un lado con el poder militar y, por el otro con el poder peronista que le demandaba su participación electoral y el compromiso que había contraído para obtener sus votos, todo entrelazado en un tejido político agobiante que dudaba de la legitimidad en la función que cumplía como Jefe de Estado.
El pensamiento de Frondizi debe ser apreciado en diferentes épocas. Desde 1930 hasta 1943 lo que más le interesaba era la distribución de la riqueza. Entre 1944 y 1955 su preocupación mayor fue la industrialización del país, que permitiría elevar el nivel de vida de la población. En el área de la agricultura y la ganadería se pronunció a favor de una reforma agraria modificando el sistema de propiedad. Como gobernante, aún desde 1952, sostuvo que el mal principal de la argentina era su condición de país subdesarrollado. Para solucionarlo, lo fundamental era la producción de bienes. no se puede hablar de distribución de riqueza cuando no se la tiene. El ahorro interno no era suficiente para financiar el crecimiento económico.
Sus ideas habían variado frente a una realidad socio-económica apreciada en forma diferentes. Se imponía, ahora, un programa económico desarrollista concebido por él y por su más cercano colaborador, Rogelio Frigerio. Los temas principales, eran:
El subdesarrollo es producto de la no industrialización y de la crónica crisis de sus economías.
Se lo debe combatir con políticas realistas en un plan de prioridades de inversión.
Es necesario el ingreso de capitales extranjeros por insuficiencia del capital nacional o su reticencia en invertir.
Es inexorable para las fuerzas productivas en la internacionalización del proceso productivo la preeminencia del papel del Estado en el período de transición del subdesarrollo al desarrollo.
Un Estado apoyado en una sólida base nacional podrá enfrentar el poder desestabilizador del capital monopólico internacional.
Un Estado nacional sólo será fuerte cuando con objetivos precisos presente a todos los sectores sociales del país.
En el mensaje inaugural ante la asamblea Legislativa, Arturo Frondizi, en algunos de sus párrafos, expresó: "Mientras dure nuestro gobierno, en la Argentina nadie será perseguido por sus ideas -conocía la importancia de esto pues él mismo había sufrido persecución- ni por su actuación política o gremial. El Poder Ejecutivo considera que debe ser derogada toda legislación represiva de las ideas y suprimidos los organismos creados a tal fin. Cualquier ciudadano podrá elegir y ser elegido y todos los partidos políticos podrán constituirse y desarrollar libremente su actividad".
Esto no ocurrió: la antinomia peronismo-militarismo no había cambiado. Frondizi fue el gobernante pero las Fuerzas Armadas retuvieron el poder. El presidente, en su gestión de gobierno, se vio obligado a olvidarse de las obligaciones firmadas en el pacto con Perón, con el que obtuvo los votos que necesitaba para ocupar su puesto.
El 30 de septiembre de 1958, Juan Domingo Perón, desde Ciudad Trujillo, conociendo lo que ocurría en la Argentina, en carta enviada a John William Cooke, decía: "La proscripción del peronismo se ha consolidado por la aprobación legal de los decretos leyes de la dictadura gorila (...). El incumplimiento de sus compromisos firmados con nosotros y tácitamente establecidos con el pueblo, en todas sus tribunas preelectorales, lo van llevando al desprestigio y colocándolo en la más absoluta orfandad, en tanto él intenta formar sus propias fuerzas recurriendo a procedimientos tan falsos como ineficaces." Augurio que se cumpliría cuatro años después cuando Frondizi se viera obligado a dejar el gobierno.
Es verdad que normalizó la CGT y varios de los gremios intervenidos. En mayo dos leyes, la 14.436, una amplia amnistía, y la 14.444, levantando inhabilitaciones políticas, le permitieron al peronismo usar sus símbolos y legalizar su actividad.
En mayo de 1958 el gobierno ordenó un incremento del salario del 60%, en gran parte ya absorbido por el aumento de precios de artículos de consumo. Huelgas de médicos y la crisis en el Poder Judicial llevaron a renunciar al presidente de la Suprema Corte, Alfredo Orgaz, que argumentó "cansancio moral".
En 1954 Frondizi había escrito: Petróleo y política, caballito de batalla de su campaña electoral donde su impronta fue antiimperialista. En el invierno de 1958, ya en el gobierno, dispuesto a promover la inversión extranjera peo no contando YPF con medios para aumentar la producción y sin divisas para importar petróleo, resuelve negociar con una subsidiaria de Standard Oil un contrato de explotación; a este contrato siguieron otros, que sumaron en conjunto 200 millones de dólares. En cuatro años la producción de petróleo se triplicó. El anuncio presidencial definió esta política, como "la batalla del petróleo".
Las críticas del nacionalismo económico fueron furibundas, así como las de sectores militares, sindicatos y, sobre todo, las de su gran enemigo, Ricardo Balbín, con el Radicalismo del Pueblo -pues mantuvo el control del partido desde 1957 hasta su muerte en 1981-, no le dieron tregua.
En septiembre los gremios declararon una huelga general en repudio a los contratos petroleros. El presidente decretó el estado de sitio, poniendo presos a peronistas y comunistas; de hecho se rompía el Pacto firmado con Perón.
El aumento de salarios se evaporó, en un proceso de inflación creciente. Las críticas por los contratos petroleros iban en aumento, cuando, en su más alta temperatura, un nuevo enfrentamiento conmocionó al país.
En los últimos días de agosto de 1958 se conoció que el gobierno concretaría la vigencia del artículo 28 del decreto 6403/55, permitiendo el funcionamiento de universidades privadas, autorizadas a expedir títulos habilitantes. El 27 de agosto, siete universidades nacionales, entre ellas la Universidad de Buenos Aires, de la que era rector el hermano del presidente, Risieri Frondizi, y la Universidad de La Plata, cuyo rector era José Peco, presentaron un petitorio solicitando la no innovación para no alterar la vida institucional y académica. Luego siguieron actos y manifestaciones con la consigna de laicos, acusando al presidente de ser instrumento de la Iglesia. Las universidades privadas respondieron llamándose libres y tildaron a los laicos de comunistas o rusófilos.
Así las calles oyeron durante todo el mes de septiembre el estribillo Laica o libre.
El diputado de la UCRI, Horacio Domingorena, encontró la fórmula aparentemente conciliadora, por la cual se les permitiría a las universidades privadas emitir títulos con una habilitación a cargo del Estado.
Los paros se multiplicaron. El año 1959 se inició con una gran huelga de los obreros de la carne en el frigorífico Lisandro de la Torre. El 15 de enero ocuparon el establecimiento oponiéndose a la privatización. El 17 declararon una huelga general de solidaridad, por presión de las bases, las 62 Organizaciones y los comunistas del MVCS. La represión fue muy dura: 3.000 policías fuertemente armados con tanques desalojaron a los trabajadores luego de una violenta resistencia.
Al día siguiente, el barrio obrero de Mataderos se convirtió en escenario de insurrección popular. El comisario Luis Margaride, encabezó la represión con mano férrea (en 1974 sería Jefe de la Policía Federal en el gobierno peronista). El Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado), votado durante la segunda presidencia de Perón, no se había aplicado hasta entonces.
En consecuencia, los presos por actividades contrarias al orden público podían ser juzgados por tribunales militares. Los barrios obreros de Berisso, La Plata y Ensenada, fueron declarados zonas de jurisdicción militar. Más de 200 personas perdieron la libertad. El frigorífico Lisandro de la Torre se reabrió, despidiendo a 5.200 trabajadores.
En los primeros meses de 1959 Perón le había retirado su apoyo a John W. Cooke. En mayo se produjo un paro bancario durante 70 días, con huelga general.
El general Arturo Osorio Arana y el almirante Samuel Toranzo Calderón, intentaron derrocar al gobierno el 16 de junio con el pretexto de detener al comunismo. El 24, Frondizi invitó al ingeniero Álvaro Alsogaray a ocupar el ministerio de Economía. El 30 renunció el comandante en jefe del Ejército, Héctor Solanas Pacheco; su reemplazante Carlos Toranzo Montero, caudillo militar, subordinó aún más el poder del presidente.
En agosto, huelga de la UOM (Unión de Obreros Metalúrgicos) durante dos meses. En 1960 el plan Conintes se extendió a todo el país. Desde este año hasta 1962 los dirigentes duros del sindicalismo peronista: Jorge Di Pascuale, Olmos y Borro fueron progresivamente alejados de la dirección de las 62. El 16 de marzo de 1961 los bienes e instalaciones de la CGT fueron restituidos a la Comisión de los 20, compuesta por dirigentes sindicales peronistas: Augusto Timoteo Vandor y José Alonso.
Se pueden llegar a contar desde 1958 a 1962 veintiséis planteos militares y seis intentos golpistas. El primer magistrado, en ese período, llegó a tener en su gabinete, además de Alsogaray, a Miguel Ángel Cárcano, Federico Pinedo, Roberto Alemann, y Carlos Muñiz, entre otras figuras ajenas a su partido político.
En enero de 1962 la Cancillería argentina concurrió a la Octava Reunión Consultiva de cancilleres en Punta del Este, y se opuso a la expulsión de la Cuba de Fidel Castro del sistema Interamericano. La respuesta de las Fuerzas Armadas argentinas no se hizo esperar. Los jefes de tropas se acuartelaron. Volvían las críticas a Arturo Frondizi como hombre de la izquierda y antiguo miembro de la Comisión de los Derechos Humanos. Poco pudo hacer el presidente. Además, se sumó la victoria peronista en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 18 de marzo de 1962, eligiendo gobernador al sindicalista Andrés Framini. En otras provincias, partidos properonistas como la Unión Popular o Tres Banderas lograron ganar las elecciones o bien hacerse fuertes. Ganó el peronismo en 10 de las 14 provincias.
El gobierno había perdido la mayoría legislativa. Renunció el ministro del Interior, Alfredo Vítolo. Se enviaron interventores a las provincias donde había triunfado el peronismo. A la situación incierta en la política se agregó el ambiente inquietante de la economía; la caída de las exportaciones y el aumento de la importación de insumos provocaron un desajuste que el gobierno intentó neutralizar devaluando la moneda y elevando, de esta manera, los precios internos de los productos agropecuarios con el fin de conseguir una mayor cantidad e bienes exportables.
Los comandantes en jefe de las tres Fuerzas Armadas exigieron la renuncia del presidente Frondizi, a lo que él se negó. El 28 de marzo de 1962 fue apresado y enviado a la isla Martín García. Estaba finalizando el cuarto año de su gobierno. Desde el 29 de marzo hasta el 11 de octubre de 1963 se vivió una transición pactada.


A 31 años del asesinato de Dardo Cabo
COMPAÑERO DARDO CABO ¡PRESENTE!
Escrito por ATE - El Diarito -


María Cristina Verrier, buscó a Dardo Cabo para un reportaje.De esos encuentros surge el operativo Malvinas. No se separarían jamás.

A 31 años del asesinato de Dardo Cabo
COMPAÑERO DARDO CABO ¡PRESENTE!
Dardo Cabo nació el 1° de enero de 1941 en la localidad de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires.
Su padre Armando, era obrero metalúrgico, dirigente de su gremio y un colaborador permanente de Eva Perón.
El 16 de junio de 1955 Dardo tenía 14 años, mientras asistía al colegio secundario, desconocía que en esos instantes su universo personal se sacudía en una tormenta que lo iba a arrastrar hacia la Historia: su madre, María Campano moría en medio del bombardeo en la Plaza de Mayo.
Tres días después, su padre, Armando, le cuenta el periplo final de su madre.
Dardo no lo olvidaría jamás.
Desde su adolescencia militó en el campo nacional.
La personalidad desbordante de Dardo Cabo, fue su escenario personal que estuvo siempre en el centro del tornado que identificaba a su generación a la hora de exigir su espacio histórico.
Era un joven espigado y bien parecido que militaba en la U.O.M. y estaba vinculado a sectores de la incipiente Juventud Peronista, que sucedía a la Resistencia.
Era impetuoso, creaba espacios novedosos, generaba confianza en las personas y daba seguridad a primera vista.
Un militante por prepotencia, al decir de Roberto Arlt. Se había endurecido sin perder la sensibilidad.
Pasó por una de las experiencias de la organización Tacuara en su giro de izquierda al peronismo.
Con un grupo de jóvenes compañeros participó de la campaña que llevó al triunfo electoral al dirigente textil Andrés Framini, como candidato a gobernador por la Provincia de Buenos Aires, el 18 de julio de 1962, luego anulada por los militares. Previamente, a mediados de 1961 fundó el Movimiento Nueva Argentina (MNA).
En 1962, Dardo cayó detenido por el Plan CONINTES por su participación en el conflicto de los ferroviarios.
Unos años después es procesado por otro hecho del que sale afectado el ex presidente Arturo Frondizi.
Los jóvenes como Dardo contaban con un sentimiento que generaba velocidad en los hechos, uno de los rasgos distintivos de una época signada por la impaciencia, que los va formando en la acción.
María Cristina Verrier, una joven periodista y dramaturga, buscó a Dardo para hacerle un reportaje. De esos encuentros surge la idea del operativo en las Malvinas.Dardo Cabo y María Cristina Verrier
Dardo tenía entonces 25 años. No se separarían jamás.
La lucha por la recuperación del archipiélago era un tema más que sentido para los militantes del peronismo y del campo nacional.
Dardo Cabo se identifica en seguida con el proyecto que le trae María Cristina Verrier y se pone a la cabeza del mismo.
Los 18 muchachos que iban a protagonizar la epopeya pasaron a denominarse "Comando Cóndor", María Cristina era la única mujer del grupo.
Los cóndores estaban compuestos por empleados, estudiantes y trabajadores metalúrgicos. Dardo Cabo fue el jefe del operativo.
En el vuelo de un DC4 de Aerolíneas Argentinas hacia Río Gallegos viajaba, entre treinta y cuatro pasajeros, el gobernador militar de Tierra del Fuego, la Antártica e Islas del Atlántico Sur, contralmirante José María Guzmán.

"¿Le gustaría ir a nuestras Islas Malvinas?"
"¿Porqué me hace esa pregunta?"
" Simplemente porque viajamos hacia ellas"
El interrogado era el contralmirante Guzmán. Quien lo encara, María Cristina Verrier.
El 28 de septiembre de 1966 la aeronave aterriza en una pista de carreras hípicas. Los comandos plantaron siete banderas argentinas y dispusieron que Port Stanley pasara a denominarse Puerto Rivero.
Luego de ser apresados por las fuerzas inglesas y entregados a la Armada Argentina, fueron procesados y depositados en la cárcel de Ushuaia.
Es en prisión donde contraen matrimonio Dardo y Cristina. De esa unión nace una niña llamada María Eva.
En Junio de 1969, Dardo sale con la libertad condicional. Una vez en libertad retoma la militancia política.
Mucho se discutió después si en ese momento participó o no en el E.N.R. Pero esa discusión también quedó en la historia.
Sí podemos decir que fue uno de los impulsores de la O.P.M. Descamisados que finalmente se integran a Montoneros, donde en 1973 dirige la revista El Descamisado.
El 9 de abril de 1975 es detenido junto a Juan Carlos Dante Gullo y otros compañeros. Son salvajemente torturados por varios días antes de llevarlos a la cárcel.
Después de pasar por las cárceles de Sierra Chica y Devoto, Dardo es trasladado a la U9 de La Plata donde es alojado en el pabellón 1 que fue conocido como el "pabellón de la muerte".
En prisión es clasificado por los milicos, al igual que otros compañeros, como "irrecuperable".
El 6 de enero de 1977, Dardo es sacado por la noche junto al "Palo" Pirles, llevados a los calabozos donde son golpeados y torturados para luego ser "trasladados" y fusilados en la localidad de Coronel Brandsen.
Dardo Cabo, en su corta vida, representó al hombre insobornable que simbolizaba la unión histórico-política entre la etapa de la Resistencia y el surgimiento de la Juventud Peronista.
Los delegados de la Junta Interna le rendimos homenaje a este incansable luchador que dio su vida por la causa nacional y popular.

Gobierno de Frondizi
Política Argentina contemporánea.

Peronismo. Desarrollismo. Exterior,
petróleo y Fuerzas Armadas

Frondizi(1958-1962)
La obra de gobierno durante la Presidencia de Frondizi
El Doctor Arturo Frondizi recibió la Presidencia de la Nación el día 1º de
mayo de 1958.
Durante su período de gobierno debía resolver el agresivo enfrentamiento
entre peronistas y antiperonistas, enfrentar la presión de las Fuerzas
Armadas y recuperar la economía del país; entre otras cuestiones no de menor
importancia.
Fueron aprobadas la Ley de Amnistía, la del Estatuto del Docente, la Ley de
Asociaciones Profesionales, la de Nacionalización del Petróleo y la Ley de
enseñanza libre.
La ley de enseñanza libre, propuesta por el gobierno, permitía el
establecimiento de Universidades privadas, que en su mayoría serían
católicas. Se enfrentaron la opinión de "enseñanza laica" (opuesta al
proyecto de ley) contra la de "enseñanza libre" (sostenida por el gobierno y
por sectores católicos), detrás de la confrontación había motivos de índole
política. Finalmente la ley se aprobó.
Frondizi y el Peronismo
Frondizi, cuyo triunfo electoral en 1958 en gran parte lo debió a los votos
peronistas intentó adoptar una política conciliadora.
Intervino la CGT y fijó un plazo de 90 días para su normalización, levantó
las prohibiciones e inhabilitaciones que pasaban sobre ex - funcionarios del
gobierno peronista y se sancionó la Ley de Asociaciones Profesionales.
Hubo elecciones en los gremios y se intentó la unificación, en un Congreso,
de la CGT. Allí dos sectores competían por el control: "LAS 62
ORGANIZACIONES PERONISTAS" y "LOS 32 GREMIOS DEMOCRATICOS"; pero con el
tiempo la mayor parte de los Sindicatos fueron manejados por el Peronismo.
En 1961, la CGT, ya en manos de los trabajadores, continuó recurriendo a la
violencia: sabotajes y huelgas.
El gobierno trató de ganarse a los dirigentes peronistas moderados,
fundamentalmente en el interior del país.
Finalmente, durante la Presidencia de Guido se logró la normalización de la
central obrera y se eligió Secretario al dirigente textil peronista José
Alonso (enero de 1963).

El Desarrollismo
La situación económica requería medidas urgentes, para lo cual Frondizi
confió el Ministerio de Economía a ROGELIO FRIGERIO. Ante la oposición de
las Fuerzas Armadas, el Presidente tuvo que reemplazar al Ministro por
Alvaro Alzogaray, quien contaba con el apoyo de aquella institución (1959).
Pero ya, el 30 de diciembre del 58, Frondizi había anunciado su "PLAN DE
ESTABILIDAD Y DESARROLLO" que consistía en la eliminación del dirigismo
estatista en el mercado.
El control de cambio y los permisos de importación se suprimieron.
Desapareció el control de precios de venta de productos pecuarios y se
terminó con los subsidios al consumo.
En los dos primeros meses de 1959 se registró una importante suba de precios
que luego tendió a estabilizarse.
En julio de 1958 había anunciado su nueva política petrolera, tendiente a
firmar convenios con empresas extranjeras para la extracción, con la
dirección y controlar de Y.P.F.
Se levantaron críticas contra la tramitación de los contratos sin licitación
previa y subrayándole a Frondizi su cambio de opinión con respecto a sus
ideas anti - imperialistas, defendidas en su obra "PETROLEO Y POLITICA"
(1954).
El Poder Ejecutivo promovió una Ley para nacionalizar yacimientos de
hidrocarburos.
En esta Presidencia se firmó un convenio con una de las concesionarias de
electricidad de Buenos Aires y alrededores; más tarde, ya derrocado
Frondizi, se crearía SEGBA (Servicios eléctricos del Gran Buenos Aires) de
propiedad estatal.
El Desarrollismo, política propuesta desde el gobierno, concebía fundamental
emprender obras de infraestructura que a largo plazo darían sus frutos:
industrialización, autoabastecimiento de petróleo y energía.
En tres años de gestión la producción de petróleo y gas natural aumentó
150%. El país de importador pasó a ser exportador de petróleo.
La red vial creció en 10.000 Km y la producción industrial aumentó un 10%.
La industria automotriz produjo, en 1961, 100.000 automóviles y camiones. En
1958 se fabricaron 10.000 tractores y tres años después 25.000.
En 1961 se inauguró el ALTO HORNO DE SAN NICOLAS, para la producción de
acero, sobre el Paraná.
Se extendió a Buenos Aires el gasoducto Campo Durán - San Lorenzo.
El costo de vida y la inflación aumentaron. Se adoptaron medidas tendientes
a restringir los gastos de Administración del Estado y se trató de poner
freno al incremento salarial.
El Desarrollismo - Política Petrolera
"Se dice que la política petrolera del presidente era todo lo contrario de
lo que había sostenido el ciudadano Frondizi en su libro Petróleo y
Política. Me complace recoger este cargo.
No vacilo en reconocer que la doctrina de dicho libro no corresponde
enteramente a la política practicada por mi gobierno".
Arturo Frondizi.
Mensaje del 15 de febrero de 1962
Fuente; Casal, Horacio. El Petróleo Bs.As. CEAL 1972.


La Política Exterior
En marzo de 1959 visitó el país el Presidente de Estados Unidos, DWIGHT
EISENHOWER, y ambos Estados emitieron la "DECLARACION DE BARILOCHE", que
promovía un mejor nivel de vida para los países americanos.
En 1961, Frondizi viajó a Estados Unidos para lograr un compromiso de ayuda
para el desarrollo de Latinoamérica. Con el mismo objetivo colaboró en la
firma del Tratado de Montevideo que creó la A.L.A.L.C. (Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio) y apoyó la ALIANZA PARA EL PROGRESO
enunciada por el Presidente norteamericano, John Kennedy en marzo de 1961.
Realizó una gira al continente asiático para ampliar los mercados
argentinos.
En 1959, se había producido en Cuba un movimiento guerrillero dirigido por
Fidel Castro que derrotó a la dictadura, desde hace décadas, allí
establecida. El triunfo revolucionario, de carácter socialista, significó el
enfrentamiento entre Cuba y EEUU, en consecuencia Latinoamérica ingresó a la
disputa de la guerra fría.
Frondizi, que colocó al país en un rol de defensor de los intereses
latinoamericanos, buscó acercarse a ambos bandos.
Mantuvo, en Punta del Este, una entrevista con el Comandante Ernesto "CHE"
Guevara, en esos tiempos Ministro de Industrias del régimen castrista. Ambos
trataron la posibilidad que Argentina mediara en el conflicto americano.
En el país las Fuerzas Armadas, sectores de la Iglesia y conservadores
desarrollaron un fuerte anticomunismo.
La política exterior de Frondizi fue objeto de críticas de una y otra
ideología.
Finalmente, el Presidente decidió romper sus relaciones con
La Habana.


Frond
izi y las Fuerzas Armadas
Durante su gestión, Frondizi sufrió contínuos planteos militares.
En 1959 destituyó de su cargo de Jefe del Ejército a Carlos Severo Toranzo
Montero, por sus acusaciones contra el gobierno. Pero debido a las presiones
ejercidas por las Fuerzas Armadas tuvo que restablecerlo en el cargo.
Ante los reclamos de medidas más severas, por parte del ejército, para
reprimir la violencia peronista decretó el "PLAN CONINTES" (Conmoción de
Orden Interno), en 1960 . Los acusados de terrorismo debían pasar a
jurisdicción militar.
La situación hizo crisis a raíz de las elecciones para gobernadores de las
provincias, en marzo de 1962.
El gobierno había autorizado la presentación del peronismo a elecciones, por
medio de partidos locales, "neoperonistas".
En la provincia de Buenos Aires triunfó el sindicalista textil, ANDRES
FRAMINI, bajo la denominación UNION POPULAR. También triunfó el peronismo en
las provincias de: Río Negro, Chaco, Tucumán y Santiago del Estero.
La amenaza de las Fuerzas Armadas decidió a Frondizi a intervenir las cinco
provincias, fue en vano.
El Presidente fue depuesto y detenido en la Isla de Martín García el 28 de
marzo.

Argentina Y El Plan Conintes


Autor : Revista Al Frente; Héctor Massat


Frondizi, ya como presidente, renegó de sus afirmaciones de nacionalismo, hechos en el año 1958 y antes de esa fecha también, al firmar contrato con ocho compañías petroleras extranjeras y desnacionalizar al Frigorífico Lisandro de la Toree en 1959; hecho éste que provocó un intento de “huelga revolucionaria”,promovida por Juan Borro y John Williams Coke, en enero del mismo año. Ante
la creciente oposición de la clase obrera y las violentas actividades de resistencia de los peronistas , el Presidente Arturo Frondizi, quien era miembro de la UCRI (Unión Cívica Radical intransigente, una escisión del Partido Radical), cedió a las presiones de los militares y declaro primero el estado de sitio, y después de 1960, el llamado PLAN CONINTES (Conmoción Interna del Estado). Bajo el mismo los acusados de terrorismo eran pasados a a la Jurisdicción militar, y Berisso, La Plata y Ensenada, se declararon zonas militares. Los sindicatos sufrieron “intervenciones” y muchos huelguistas fueron detenidos. Los peronistas se sintieron traicionados,( ya que Frondizi llegó al poder porque Perón había dicho a sus seguidores que
votaran a éste) aún cuando don Arturo, disponía de poco espacio para
maniobrar. Atrapado entre las hostilidades de los militares y las presiones peronistas, para poder conservar su cargo Frondizi, decidió traicionar al Movimiento Peronista, dándole vía libre a las pretensiones de los jerarcas militares. Eran épocas complejas en aquellos tiempos aún prevalecía la llamada “guerra fría” entre EE.UU, vs. la URSS, y sus respectivos aliados,el Muro de Berlín todavía estaba muy sólido todavía, en la Argentina estaban encubando los Montoneros. La resistencia Peronista estaba organizándose para
pedir el regreso de Juan Perón. No había en nuestro país adelantos
tecnológicos como los hay hoy, TV a color, teléfonos celulares, Internet; eso ni se soñaba por estos lares. Estabamos empezandoa ser país.


Buenos Aires, 06 de diciembre de 2007.-
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
sanciona con fuerza de Ley



Artículo 1°.- Las personas que hubieran estado detenidas, procesadas,
condenadas y/o a disposición de la justicia o de los Consejos de Guerra,
conforme lo establecido por el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado),
tendrán derecho a la percepción del beneficio establecido por la presente
ley. Los beneficiarios deberán haber residido en el momento de la detención
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en la actualidad con al menos un (1)
año de antigüedad, y no deberán percibir beneficio nacional o provincial
alguno, por motivos similares.
Artículo 2°.- El beneficio que establece la presente ley se percibirá en
forma mensual y será igual a una remuneración mensual no inferior al monto
que percibe un agente categoría A1, del tramo y nivel profesional de la
administración de la Ciudad.
Artícul
o 3°.- El beneficio tendrá el carácter de bien propio, será
inembargable, no podrá ser cedido, ni transmitido por ningún acto jurídico.
Artículo 4°.- Los beneficios establecidos en la presente ley no son
incompatibles con sueldos, honorarios, jubilación o pensión que pudiere
recibir el beneficiario por otras causas.
Artículo 5°.- El beneficio caduca automáticamente por cobro de otro
subsidio, reparación o beneficio por idéntica causa que sea creado a nivel
provincial o nacional.
Artículo 6°.- En caso de fallecimiento de las personas a las que les
corresponde recibir el beneficio establecido en el artículo 2° de la
presente ley, tendrán derecho a la percepción del mismo los siguientes
derechohabientes en el orden de prelación descrito:
El/la cónyuge al momento de la detención del beneficiario fallecido.
Los/as hijos/as nacidos/as o por nacer al momento de la detención del
beneficiario fallecido, que será dividido por partes iguales entre los
mismos.

Artículo 7°.- El Poder Ejecutivo realizará las adecuaciones presupuestarias
necesarias para garantizar el cumplimiento de la presente ley desde el
momento de su entrada en vigencia.
Artículo 8°.- El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley dentro de los
treinta (30) días de promulgada.
Artículo 9°.- Comuníquese, etc.

SANTIAGO DE ESTRADA
ALICIA BELLO

LEY N° 2.601
Sanción: 06/12/2007
Vetada: Decreto Nº 43/008 del 15/01/2008

Publicación: BOCBA N° 2852 del 17/01/2008
DECRETO N° 43/08
Buenos Aires, 15 de enero de 2008.
Visto el Proyecto de Ley N° 2.601 y el Expediente N° 95.515/07, y
CONSIDERANDO:
Que mediante el expediente citado en el visto tramita el Proyecto de Ley N°
2.601, sancionado por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
el día 6 de diciembre de 2007, a través del cual se establece en el ámbito
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un beneficio remuneratorio mensual
destinado a las personas que hubieran estado detenidas, procesadas,
condenadas y/o a disposición de la justicia o de los Consejos de Guerra,
conforme lo establecido por el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado);
Que, si bien se estima loable el espíritu reparatorio del proyecto de ley de
marras, cabe merituar que resulta confusa la naturaleza jurídica del
beneficio que se intenta establecer en el mentado texto;
Que, en este sentido, no es posible determinar fehacientemente si se trata
de un subsidio u otro tipo de beneficio, o si el mismo tiene o no carácter
vitalicio, todo lo cual acarreará inevitablemente dificultades operativas al
momento de concretar la operatoria dirigida a la recepción del mismo;
Que, en este orden de cosas, resulta menester señalar que no ha sido
contemplada en la legislación dictada a nivel nacional la reparación de las
personas alcanzadas por el Plan CONINTES, siendo el Congreso de la Nación el
ámbito natural de discusión de tales medidas por cuanto el referido plan
tuvo alcance e instrumentación en todo el territorio nacional;
Que en virtud de ello, se torna inadecuada la instrumentación de
legislaciones estaduales de alcance territorial acotado, tal cual se
propicia en el proyecto de ley sub examine;
Que, asimismo, el proyecto en cuestión se dirige hacia aquellos
beneficiarios que hubieran tenido su residencia en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires "…en el momento de la detención …o en la actualidad con al
menos un (1) año de antigüedad…". Esta última circunstancia tendría la
virtualidad de instrumentar un programa reparatorio de alcance nacional toda
vez que basta con tener un solo año de residencia en nuestra ciudad para que
ello genere derecho a la recepción de un beneficio, con presumible carácter
vitalicio;
Que, por otra parte, no han sido acompañados con el referido proyecto de ley
estudios técnicos de la especialidad que permitan tener una idea acabada
tanto del número de beneficiarios potenciales del programa, como así también
del importe final que demandaría para el erario público su implementación,
datos con los que -de manera imprescindible- debe contar previamente el
Poder Ejecutivo de cara a la puesta en marcha de un programa de tan vasto
alcance;
Que, en esta inteligencia, cabe señalar que el gasto que implicaría el
inicio del programa en cuestión no fue oportunamente valuado ni ponderado, y
actualmente se carece de recursos específicos para ser destinados a su
implementación, no contándose en la actualidad con partidas para afrontarlo
dentro del presupuesto de gastos y recursos para el corriente año;
Que, por los argumentos esgrimidos precedentemente, y sin perjuicio de que
oportunamente se lleven adelante acciones de gobierno que permitan asistir
particularizadamente a aquellas personas comprendidas dentro del universo de
potenciales beneficiarios del mismo, corresponde hacer uso del mecanismo
excepcional de veto, conforme lo prescripto en el artículo 87 de la
Constitución
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;
Por ello, en virtud de las facultades legales constitucionales que le son
propias,
EL JEFE DE GOBIERNO
DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
DECRETA:
Artículo 1° - Vétase el Proyecto de Ley N° 2.601, sancionado por la
Legislatura
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la sesión de fecha 6 de
diciembre de 2007.
Artículo 2° - El presente decreto es refrendado por el señor Jefe de
Gabinete de Ministros.
Artículo 3° - Regístrese, publíquese en el Boletín Oficial de la Ciudad
Autónoma
de Buenos Aires, comuníquese a la Legislatura de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, por intermedio de la Dirección General de Coordinación de
Asuntos Legislativos y Organismos de Control, y pase para su conocimiento a
la Subsecretaría de Derechos Humanos, dependiente de la Vice Jefatura de
Gobierno. Cumplido, archívese. MACRI - Rodríguez Larreta