sábado, 9 de agosto de 2008

Evo o "p'atrás" - Las estrategias de la derecha "para tumbar al indio".-

Venezuela y Bolivia



Anduve, en julio, por Venezuela y Bolivia. Dos países gobernados por figuras singulares en búsqueda de alternativas al neoliberalismo: Hugo Chávez y Evo Morales. Los dos, elegidos democráticamente (Chávez reelegido).

Una primavera política sopla sobre América Latina. Tras décadas de dictaduras militares (made in USA) y gobiernos neoliberales corruptos (made in Consenso de Washington) –Collor en Brasil, Menem en Argentina, Fujimori en Perú, Andrés Pérez en Venezuela y Sánchez de Losada en Bolivia– los electores optan por elegir políticos de extracción social popular y/o identificados con movimientos sociales progresistas.

Estuve en Barquisimeto, capital musical de Venezuela, invitado por la Universidad Politécnica. Participé del seminario sobre extensión universitaria como forma de solidaridad con los sectores de la población marginados o excluidos.

Encontré una nación dividida. Chávez encarna, para unos, el Mesías, para otros, el diablo. El primer grupo habla entusiasmado de las organizaciones “comunales” (versión venezolana del presupuesto participativo) y de la creciente interacción entre sociedad civil y poder público. Reconoce la mejoría en los salarios, en el consumo de bienes durables (sobre todo carros) y en los servicios de salud, educación y construcción de viviendas populares.

Montado en sus barriles de petróleo (Venezuela es el segundo exportador para EEUU, después de Arabia Saudita), el país se da el derecho de promover grandes inversiones en su infraestructura.

El repudio Chávez viene de la oligarquía que, gracias a los petrodólares y a la corrupción, hacía de Miami su capital. Y también de sectores de la clase media, descontentos con el frecuente desabastecimiento de productos de primera necesidad y la inflación anual que llega al 21%.

La oposición, respaldada por los obispos católicos, acusa a Chávez de “cubanizar” el país, debido al gran número de médicos y profesores cubanos activos en programas sociales dirigidos a los más pobres. Se molesta también con la retórica presidencial centrada en la Revolución Bolivariana “rumbo al socialismo del siglo XXI”.

En La Paz, participé en el encuentro de intelectuales y artistas, de varios países, por la unidad y soberanía de Bolivia. Estuvieron presentes algunos ministros de Cultura de países latinoamericanos, incluído Juca Ferreira (Brasil), que ahora ocupa el lugar dejado por Gilberto Gil. Tuvimos oportunidad de estar con Evo Morales. Se aprobó una declaración de apoyo a su gobierno que, el 10 de agosto, será sometido al plebiscito revocatorio.

El plebiscito revocatorio es un recurso sumamente democrático (adoptado también en Venezuela) que obliga al presidente, en pleno mandato, a someterse a la valoración del electorado. Toda la nación se transforma en un gran escenario de debates respeto del gobierno. .

Morales es una figura singular. Oriundo de la etnia aymara, de líder indígena se volvió dirigente sindical. En un país de 9 millones de habitantes, de los cuales un tercio vive en el exterior en búsqueda de mejores condiciones de vida, él trata de que Bolivia se apropie de sus fuentes energéticas, como el gas, y de los minerales preciosos, hasta ahora explotados por transnacionales, inclusive Petrobras.

Chávez y Morales enfrentan el gran desafío histórico de promover reformas estructurales en sus países por la vía democrática y pacífica. Los dos sufren presiones constantes de la Casa Blanca y de la oligarquía nativa. En Bolivia hay un fuerte movimiento por la autonomía de algunas regiones, con nítidas tendencias separatistas (apoyadas por el gobierno estadounidense).

Tanto a Chávez como a Morales se les impone la exigencia –urgente– de dar consistencia a la organización y movilización populares, a sus partidos políticos y, sobre todo, al proyecto de nación que pretenden implantar –lo que, hoy, se presenta confusamente con una retórica izquierdista que los pobres no entienden, la clase media teme y la rica repudia-.

En Brasil, el gobierno Lula optó por un desarrollo sin inflación descontrolada y con fuerte inclinación social, a través de políticas compensatorias (y no emancipatorias) como la “Bolsa Familia” –todo dentro de los marcos del neoliberalismo-. En Venezuela y en Bolivia, la opción es romper esos marcos y promover reformas estructurales de modo de construir un modelo de sociedad con menos desigualdad y más participación popular.

El futuro es imprevisible. Una cosa, sin embargo, es obvia: en ninguna otra parte del mundo hay tanta esperanza, tanta búsqueda de alternativas, tanta utopía como, hoy, en América Latina. Ojalá que el sueño se transforme en realidad. (Traducción ALAI)


- Frei Betto es escritor, autor de “Calendário do Poder” (Rocco), entre otras obras.

A pocos días del referéndum revocatorio aumenta la polarización del país
Las estrategias de la derecha "para tumbar al indio"



"Tal vez puedan tumbar al indio, pero nunca van a tumbar al pueblo revolucionario de Bolivia porque este proceso es sin retorno" dijo el presidente Evo Morales en varias ocasiones. La última vez fue en el departamento de Cochabamba al día siguiente de estallarse el helicóptero donde el mandatario había viajado unas horas antes. En el supuesto accidente murieron cinco militares.

Hasta ahora la estrategia de la oposición ha sido implementar el famoso antiguo dicho divide et impera, o sea «dividir y así poder dominar». Por eso los actores principales de la lucha emprendida por la derecha contra el gobierno de Morales han sido los siete prefectos de: Beni, Pando, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, La Paz y recientemente también Chuquisaca.

No cabe duda que, en este último departamento, después del "noviembre negro" en donde murieron 3 personas, quedó en la población el miedo a un nuevo enfrentamiento social. ¿Porque entonces el 29 de junio fue elegida la nueva prefecta Savina Cuellar? Según un encuesta llevada a cabo en julio en la sola ciudad de Sucre, su popularidad no fue debida al oponerse al gobierno de Morales, pero a tres elementos: haber sido asambleísta del MAS, ser mujer quechua y "de pollera".

«Trabajaré para el bien de todos los chuquisaqueños – afirmó Savina en su discurso de asunción en la prefectura el 8 de julio – y reivindicaré la capitalía plena de la ciudad de Sucre». La mayor necesidad del departamento de Chuquisaca, según la prefecta, es que todos los poderes del estado vuelvan a Sucre, así repitiendo la línea dictada desde agosto 2007 por el potente Comité Cívico de Chuquisaca.

¿Cuál es la estrategia de la oposición en Sucre? Dividir la población boliviana fomentando el crecimiento de un resentimiento de los chuquisaqueños contra los paceños. «El pedido de la capitalía de Sucre – ha afirmado el asesor de Morales, José Luís Gutiérrez – puede ser legitimo, pero en un estado nacional no se puede otorgar algo a favor de una parte (Chuquisaca) si otra se queda sin nada, o sea La Paz, hay que buscar un equilibrio y un acuerdo entre las partes».

De otro lado «la reivindicación de la capitalía de Sucre - ha afirmado el historiador y vicedirector del Archivo nacional de Sucre Joaquín Loayza Valda - ha sido histórica y reiterada en los últimos 50 años» pero ¿porque justo ahora emprender la lucha para que Sucre vuelva a ser la capital? «Vamos a preguntar al pueblo a través de un referéndum – afirmó el presidente del Comité Interinstitucional de Chuquisaca John Cava – si quiere la autonomía y la capitalía de Sucre y después vamos a luchar para conseguirlo».

No hay que olvidar que durante los hechos violentos que ocurrieron el 24 de mayo en Sucre los grupos de jóvenes que atacaron a los indígenas y campesinos tenían la bandera de la cruz verde que representa "Sucre capital". En el video que se encuentra en la web (
http://it.youtube.com/watch?v=J2s15Mjgn9o) se puede observar que los grupos de violentos obligan a los indígenas a quemar la bandera de la whipala y a gritar «viva Sucre capital!».

El diputado del MAS para Chuquisaca, René Martínez, denunció como autores intelectuales de las humillaciones y de los actos violentos del 24 de mayo al presidente del Concejo municipal de Sucre Fidel Herrera, la alcaldesa Aidé Nava, el presidente del Comité Interinstitucional John Cava, el rector de la Universidad San Francisco Xavier Jaime Barrón, los diputados de Podemos Fernando Rodríguez y Gonzalo Porcel (todos miembros del Comité), declarando que «hay pruebas que muestran grupos pandilleros llegando al Estadio Patria en el transporte oficial de la Alcaldía y de la Universidad».

«Espero – afirmó al respeto Cava – que lo antes posible se sancionen los responsables de los hechos del 24 de mayo» y acusó el MAS de tergiversar los hechos «imputándolos a quienes no tienen nada que ver». En las imágenes del canal Gigavision se reconocen a los miembros del Comité, salvo Cava, delante del Estadio Patria pidiendo a la policía de retirarse. Al huir de la policía los grupos de choque allí presentes empezaron a lanzar piedras, lacrimógenos y a pegar con piedras y palos a los indígenas campesinos que habían venido a Sucre para la entrega de unas ambulancias.

En Cochabamba la estrategia es distinta. El prefecto Manfred Reyes Villa ha reiteradamente afirmado que no se someterá al referéndum revocatorio del 10 de agosto porque «es inconstitucional» como lo demuestra el acto de la jueza del Tribunal Constitucional Silvia Salame que pidió la suspensión del proceso electoral el 28 de julio. De hecho, la Corte nacional electoral (CNE) rechazó enseguida el pedido de la jueza por ser un simple acto administrativo, inferior a los judiciarios emitidos por la misma CNE. Desde luego la campaña de Reyes Villa ha sido dirigida, además de deslegitimar el instrumento del revocatorio, así deslegitimando también el órgano que lo propuso: el ejecutivo, a alarmar la población sobre una posible mayor confrontación social causada por la votación del 10 de agosto.

Hay que recordar que durante el gobierno neo-liberal de Gonzalo Sánchez de Lozada solo en los meses de la Guerra del gas hubo más de 80 muertos en Bolivia. Desde dos años y medio, o sea desde el principio del mandato de Morales, hubo en cambio, por enfrentamientos con la policía o entre civiles, 10 muertos.

Por desconocer al referéndum, la campaña política de la prefectura de Cochabamba, orquestada también por el Comité Cívico y el Comité Interisinstitucional, ha llevado en la población gran incertidumbre sobre la votación y un temor real al posible estallarse de una guerra civil. Los cochabambinos no olvidan los enfrentamientos del 11 de enero 2007 entre, de un lado, campesinos, indígenas y partidarios del MAS y, del otro, ciudadanos que apoyaban al prefecto y grupos de choque armados con palos, que dejaron 3 muertos: dos campesinos y un joven de la oposición. Sobre estos horribles hechos fueron indagados, y luego liberados de todo cargo, el mismo prefecto y el diputado de UN Arturo Murillo.

Sobre Reyes Villa además gravan dos responsabilidades de su pasado: haber sido en el 1981 edecán del ex-dictador Luís García Meza y haber promovido la privatización del agua en el 2000, provocando la Guerra del Agua que dejó un saldo de 6 muertos y 165 heridos.

En cambio, la oposición de Santa Cruz, que tiene el mayor apoyo popular comparado a lo de los otros departamentos, juega con dos cartas muy poderosas y peligrosas para la unidad del país: la mayor autonomía del departamento y las diferencias entre "cambas" y "collas".

«La confrontación entre orientales y occidentales – subrayó el vicepresidente del Comité Cívico pro Santa Cruz Luís Nuñez – aumentó desde que asumió este gobierno» que calificó de «centralista, dictatorial y totalitario». Además de imputar a las políticas de Morales el conflicto en el país, Nuñez denunció la supuesta intromisión del gobierno venezolano de Hugo Chávez en la política interna boliviana a través de la financiación sin fiscalización por parte de la Embajada de Venezuela del programa "Evo cumple".

En cambio, según la investigación del periodista estadounidense Benjamin Dangl, documentos desclasificados de la agencia de cooperación norteamericana USAID del año 2006 revelan que «fueron donados 4.451.249 dólares a las autoridades departamentales para promover la autonomía». Según el diario cruceño El Deber, la cooperación venezolana entró a las arcas del Estado boliviano sin fiscalización, pero en cambio ¿como entró la cooperación norteamericana?

«La Constitución Política del Estado aprobada por el MAS en noviembre 2007 en la Asamblea Constituyente – afirmó el secretario general del Consejo de la prefectura de Santa Cruz Rolando Aguilera – otorga privilegios a los indígenas» en comparación con el estatuto autonómico cruceño, considerado en cambio por el dirigente del MAS de S. Cruz Edgar Rivero «racista y sometido a los intereses de las poderosas logias cruceñas».

«Hay dos visiones del país que se enfrentan – explicó el asesor de la potente Confederación Agraria del Oriente (Cao) Luís Baldomar – la comunitaria y socialista promovida por el gobierno y la "nuestra", que es neoliberal». «Lo que estamos buscando, junto al Comité Cívico pro S. Cruz, con la autonomía – concluyó - es un mecanismo para no llegar a la separación del país».

Los medios de comunicación privados juegan además un papel muy importante en la lucha entre gobierno popular y oposición de derecha. «Además de los ataques constantes a la prensa, el canal estatal – afirmó el director de Radio FIDES Marcelo Huanca Dorado – orienta la información para hacer propaganda política». En cambio el ejecutivo de la Federación de Trabajadores de prensa de Santa Cruz Hernán Cabrera subrayó que «perteneciendo casi todos los medios de comunicación a la elite que no ve de buen ojo el gobierno de Morales, un periodista se convierte en un operador político y de hecho los medios cruceños abiertamente apoyan a la ratifica del prefecto Rubén Costas».
Ahora la atención de los medios está en los hechos violentos de rechazo al Presidente, como sucedió recientemente en Tarija, Trinidad y Santa Cruz, pero la prensa olvida de contar cuantas fueron las personas que se opusieron a la llegada del mandatario. Y más que todo, los medios olvidan de mostrar el permanente apoyo pacífico y tácito del pueblo boliviano al gobierno de Evo Morales confirmado por recientes encuestas.

www.meoevoli.eu


El Evo

Rebelión/Fundación Federico Engels


Más allá de las insuficiencias del gobierno de Evo, en torno al 10 de agosto se juega una batalla decisiva, no sólo para Bolivia, sino para toda América Latina. Una contundente ratificación del gobierno y la posible derrota de los prefectos opositores de La Paz, Cochabamba y Pando puede ser el comienzo de una necesaria ofensiva para desarticular a la oligarquía cruceña, revirtiendo 50 millones de hectáreas que obtuvo ilegalmente desde la reforma agraria de 1953. Para esa tarea hay fuerza suficiente, como vienen mostrando los movimientos en todo el país, que nunca bajaron la guardia y ahora están en vigilia para impedir cualquier maniobra desestabilizadora. [1] Raúl Zibechi

El Evo, es decir su tarea como revolucionario verdadero, simplemente, ha de tener la suerte echada hacia el ascenso de la revolución o tendrá nada. Los días están contados en verbos ascendentes. No tengo dudas de que en el alma del Evo habita un arma poderosa para la emancipación revolucionaria que le late amalgamada entre lo mejor de su Historia indígena rebelde y lo mejor de un futuro social que será floreciente sólo si avanza hacia el socialismo científico. En su voz hay un alma que anuncia la Historia de un mundo mejor que es posible sólo si es socialista, alma desparramada sobre esperanzas firmes y agendas de revolución permanente. Alma con garganta de tempestad revolucionaria en la pasión humanista dispuesta a aplastar todas sus trabas. Una voluntad electrizada de revolución que se mete a las urnas a solventar tempestades de certezas. Praxis revolucionaria.

Evo es, “el Evo” (como es se llama a sí mismo) es un referéndum todo él siempre. Es síntesis de América originaria y rebelión de clase que se enfrenta al desanimo, a la canallada y a la muerte. Poe eso urge completar la tarea de trabajadores y campesinos que anhelan cambiar el destino de Bolivia y del mundo entero. En su contra y en la nuestra la oligarquía, los terratenientes y los dueños de la banca, la industria y los medios de comunicación, es decir el imperialismo domestico y domesticador con sus emporios multinacionales, mecen la cuna de la traición contra el referéndum revocatorio que ratificará a toda costa la legitimación del gobierno de Evo. Esta lucha es nuestra.

Evo debe ratificar su sitio firmemente al lado de las masas oprimidas de Bolivia, impulsar la movilización y asumir la fuerza mundial de todos los activistas del movimiento obrero representado en Bolivia. Abrazar la solidaridad internacional con todo el mundo alerta para denunciar, combatir y derrotar cualquier maniobra de la oligarquía saqueadora y del imperialismo que ya pergeñan modos mil de sabotear el referéndum revocatorio o no reconocer sus resultados.

Nadie espere que la clase dominante ceda mansamente su poder político y económico. Nadie imagine que se quedarán quietos o que no abandonarán su batalla terrorista y nazi acostumbrada. Ya nos la mostraron en Santa Cruz y la repetirán con todos los medios de que dispongan. Cuentan con pandillas fascistas, con sabotaje económico, con terrorismo mediático y con intentos renovados de golpe de estado.

Están en pie la clase obrera y los campesinos bolivianos listos para avanzar y profundizar su proceso revolucionario que han defendido en ocasiones numerosas con una voluntad inquebrantable de lucha contra el capitalismo, el imperialismo y el latifundismo. No olvidemos la “guerra del agua” en Cochabamba, ni los levantamientos de febrero y octubre de 2003, tampoco mayo-junio de 2005 ni la elección de Evo en diciembre de 2005. La voz revolucionaria de Bolivia esta íntegra y su mensaje es cada día más claro. Nadie dijo “perfecto” y nadie dijo “terminado”.

Una oportunidad nueva se presenta a los trabajadores y los campesinos bolivianos para derrotar definitivamente a la clase dominante. Es fundamental ganar el referéndum revocatorio del 10 de agosto, ratificar “al Evo” revocando en mando a los prefectos. “Eso sólo se puede lograr con la más amplia movilización de las masas en las calles, no sólo para votar sino también para defender el voto y los resultados ante cualquier maniobra de la oposición .”

Pero ya sabemos que con eso no basta. No hay negociación posible ni reconciliación de clase que valga con las fuerzas de la oligarquía. Toda tibieza y toda vacilación sólo sirve para envalentonar y fortalecer a los capitalistas y confundir y desorientar al movimiento de los trabajadores y campesinos. Hay que ganar el revocatorio y hay que profundizar la lucha revolucionaria y socialista de la clase trabajadora, tomar el poder económico y político, que por seguir en manos de la burguesía y el imperialismo constituyen la amenaza más terrible contra el pueblo Boliviano. Hay que expropiar la tierra y nacionalizar los bancos, grandes industrias y ponerlos de inmediato bajo el control democrático de los trabajadores. Hay que organizar la solidaridad mundial con la revolución boliviana. Ratificar “al Evo” y revocar a los prefectos. Hay que movilizar a trabajadores y campesinos en las calles para defender el revocatorio y aplicar la agenda de Octubre. Nacionalizar la banca, las grandes empresas, las multinacionales y los latifundios. Todo el poder a los trabajadores y campesinos. Ni una concesión al nazi-fascismo boliviano, aunque salgan y lloren en la tele.

“El Evo” sabe, con la claridad de Bolivia en lucha, que la clase saqueadora y explotadora no está dispuesta a perder sus privilegios ni a permitir que la clase trabajadora humillada, empobrecida y golpeada conquiste sus más justos derechos y construya una sociedad distinta al horror capitalista. Bolivia vive un proceso revolucionario impulsado por su clase trabajadora contra la putrefacción burguesa. Los trabajadores, campesinos y estudiantes revolucionarios avanzan pese a muchos frenos de propios y extraños, hacia el triunfo de su lucha revolucionaria y se disponen, cada día con más claridad, a enterrar el capitalismo y construir el socialismo. Sin romanticismos, sin tapujos... no sin contradicciones y lentitudes diversas.

La burguesía, sus parásitos, manipulan mecanismos muy diversos para la traición y el crimen, por ejemplo, el terrorismo mediático, la guerra ideológica, la hipocresía y la demagogia. Guerra fascista financiada por pandillas de asesinos que golpean, reprimen, humillan y asesinan a los trabajadores para silenciarlos. Pero han fracasado, nadie ha de permitirse abandonar el proceso revolucionario que acuna Bolivia... y nadie está dispuesto a soportar ninguna treta de “dialogo”, “reconciliación”, ni foco reformista como los que tantos tropiezos y descalabros que perjudican la continuidad y profundización del proceso revolucionario. Basta ya cualquier tibieza, los trabajadores, los campesinos y los estudiantes revolucionarios sabemos, y lo debe saber bien “el Evo”, que ninguna batalla se gana sin lucha, que debemos luchar unidos contra la ofensiva reaccionaria que prepara la oligarquía. “El Evo” sabe que esta es hora de quitarle a la oligarquía el poder político y económico, que es impostergable una reforma agraria radical, que no puede esperar más la expropiación de todas las empresas que saboteen la economía, que el único camino es la nacionalización, bajo control obrero, de los sectores estratégicos de la economía del país. Expropiar los medios de comunicación y fortalecer los medios alternativos y comunitarios revolucionarios. Que debemos organizarnos abierta, conciente, democráticamente y decididamente con nuestras fuerzas propias que no son pocas. Formemos con Evo, nuestras propias policías y ejercito revolucionarios y multitudinarios. No esperemos a ver qué deciden ellos para asesinarnos.

Este 10 de agosto ellos sabrán que no retrocederemos ni un paso. Que lucharemos para profundizar el proceso nacido en las jornadas de octubre. Que lucharemos mundialmente para alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera, campesina y estudiantil revolucionaria y que defendemos permanentemente el desarrollo de este proceso revolucionario. Debemos impulsar mundialmente “al Evo”, nosotros nada perderemos, tenemos un mundo por ganar, aquí y ahora. El tiempo apremia.