domingo, 30 de marzo de 2008

TEXTOS SOBRE EL PELIGRO DE LA SOJIZACIÓN, EN EL PAÍS, Y EN EL MUNDO

Contra la sojizacion del pais


La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, advirtió este domingo sobre la expansión del cultivo de soja y señaló que ésta "representa una poderosa amenaza sobre la biodiversidad".

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La secretaria de Ambiente señaló que "representa una poderosa amenaza sobre la biodiversidad". Sostuvo que los monocultivos “originan desequilibrios agro-ecológicos, como la pérdida de la capacidad productiva de los suelos y una mayor presión de plagas y enfermedades”.

En un comunicado, la funcionaria sostuvo que "la expansión de la soja representa una poderosa amenaza sobre la biodiversidad en la Argentina", y puso como ejemplo el aumento de la deforestación en las provincias del Chaco, Córdoba, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.

En conjunto, esos seis distritos "perdieron 660 mil hectáreas de bosques nativos entre 2002 y 2006 como consecuencia directa del avance del cultivo de soja", destacó.

Picolotti alertó además sobre los efectos que la denominada "sojización del país" está provocando en la calidad de las tierras cultivables.

"Los monocultivos, como el de la soja, originan desequilibrios agro-ecológicos, como la pérdida de la capacidad productiva de los suelos; una mayor presión de plagas y enfermedades; cambios en la población de malezas y un mayor riesgo por contaminación con plaguicidas", expresó.

Asimismo, la secretaria de Ambiente señaló que "el cultivo de soja tiene las características de ser extractivo de nutrientes del suelo, que exige una práctica de rotación determinada según la zona y, a la vez, en ciertos suelos no es aconsejable a pesar de sus buenos resultados económicos a corto plazo".

"Pensando en el mediano y largo plazo, la sostenibilidad agrícola sólo se puede garantizar con los sistemas diversificados para preservan el ambiente en general y el suelo en particular, en una forma notablemente superior al caso de los monocultivos", explicó Picolotti.

Agregó que "otra consecuencia indeseada del proceso de expansión sojera es la reducción de la seguridad alimentaria en los países productores, al destinarse a su cultivo tierras que previamente se utilizaban para la producción lechera, los granos o la fruticultura".

Según datos de la Secretaría de Ambiente, la intensificación de la producción sojera en la Argentina provocó una importante caída en el contenido de nutrientes del suelo.

Su producción continua implicó la extracción, sólo en el año 2003, de casi un millón de toneladas de nitrógeno y alrededor de 227.000 de fósforo, nutrientes considerados esenciales para el crecimiento, desarrollo y rendimiento de los cultivos.



Declaración de Organizaciones Sociales, Indígenas, Campesinas y Movimientos Urbanos, en rechazo a la “Tercera Reunión sobre Soja Responsable”


Por tercera vez rechazamos la mentira de la soja responsable

Cada vez avanza más el agronegocio y muchos gobiernos europeos están ciegamente confinados en las Mesas Redondas de Negocios Sustentables de la WWF. Los agronegocios son responsables de la devastación de nuestros suelos, la deforestación, la contaminación de ríos y acuíferos, la desaparición de la biodiversidad, la expoliación del patrimonio natural y cultural y la eliminación de la agricultura familiar.

Declaración de Organizaciones Sociales, Indígenas, Campesinas y Movimientos Urbanos de la Argentina, Latino América y otros Continentes, en rechazo a la “Tercera Reunión sobre Soja Responsable” [1] a celebrarse los días 23 y 24 de Abril en el Hotel Hilton de Buenos Aires, Argentina.

Los agronegocios son responsables de la devastación de nuestros suelos, la deforestación, la contaminación de ríos y acuíferos, la desaparición de la biodiversidad, la expoliación del patrimonio natural y cultural y la eliminación de la agricultura familiar que antes alimentaba a nuestros pueblos. La expansión de los monocultivos de sojaatenta principalmente contra la soberanía territorial, alimentaria y cultural de los Estados nacionales y los derechos de los Pueblos Originarios y Campesinos. El modelo de la soja excluye, empobrece y enferma a la población. Este modelo de ocupación territorial viola los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Los monocultivos industriales se expanden vaciando el territorio con su violencia estructural inherente, causan la migración rural y marginalización de la población en las ciudades y finalmente, generan la criminalización de la pobreza y los movimientos sociales.

A pesar de esto, en la actualidad los agronegocios de la soja se están fortaleciendo con los crecientes mercados de la industria de alimentos procesados, la cría industrial de carne y la producción de agrocombustibles que, dicen, nos “salvará del cambio climático”. En la práctica se consolida la hidrovia parte del IIRSA [2], aparecen nuevos sistemas ferroviarios, se implementan más transgénicos y aumentan las importaciones de pesticidas y maquinaria para expoliar más rápidamente nuestros suelos.

Cada vez avanza más el agronegocio y vemos consternados como muchos gobiernos europeos, frente al aumento de críticas y denuncias de la situación de nuestros países, están ciegamente confinado en las Mesas Redondas de Negocios Sustentables de la WWF. Se las reconoce como casos exitosos de referencia para los nuevos criterios legales de sustentabilidad, específicamente para la producción de agrocombustibles [3]. De esta forma los gobiernos europeos están ciegamente cayendo en la trampa del maquillaje verde de las transnacionales.

Los movimientos sociales del norte y del sur rechazamos plenamente todos los intentos de las Corporaciones y ONG's de instalar en la opinión pública, criterios de sustentabilidad o de responsabilidad, en relación a los monocultivos de Soja transgénica [4]. Objetamos los programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que pretenden, a través de mesas de diálogo y medidas voluntarias, invisibilizar la responsabilidad de los crímenes cometidos por las corporaciones y donde éstas reemplazan al Estado en sus funciones públicas con políticas privadas asistencialistas.

Nos oponemos al proyecto neocolonial de dominación por parte de los agronegocios, que sistemáticamente tergiversan de manera perversa muchos de nuestros propios discursos, y denunciamos ese maquillaje verde con que las corporaciones internacionales disputan los mercados calificados de certificaciones.

Recordamos que en marzo del año 2005, organizaciones campesinas y ecologistas de nuestros países, incluyendo la Vía Campesina de Argentina, Paraguay y Brasil, marchamos juntas hasta Foz de Iguazú para denunciar la 1era Reunión de Soja Sustentable [5]. Simultáneamente activistas holandeses se solidarizaron protestando frente a la sede de la industria de piensos PROVIMI en el puerto de Rótterdam [6]. En el 2006, los movimientos sociales paraguayos, organizaciones urbanas y campesinas se manifestaron repudiando la 2da Mesa de Soja Responsable en Asunción [7]. Recientemente, la Vía Campesina del Paraguay rechazó públicamente el intento de involucrarlos en campañas maquilladas por la Soja Responsable [8].

Por eso ahora volvemos a rechazar este proyecto corporativo liderado por la WWF, Fondo Mundial de la Naturaleza, los grupos sojeros de agronegocios AAPRESI [9] de Argentina, ABIOVE [10], MAGGI y APROSOJA de Brasil, DAP de Paraguay, Bunge y Cargill de Estados Unidos, la banca ABN-AMRO BANK de Holanda y las ONG´s FUNDAPAZ de Argentina, GUYRA (Birdlife) de Paraguay, Solidaridad de Holanda, entre otras.

Ratificamos una vez más nuestro compromiso de marchar juntos en procura de recuperar la Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos y de enfrentar las maniobras de desinformación y seducción del agronegocio. ¡Exigimos la liberación de nuestros territorios de estos agronegocios criminales y justicia para todas las víctimas del modelo sojero!

¡Donde Hay Monocultivo No Puede Existir Sustentabilidad!

¡Donde Hay Agro Negocios No Pueden Existir Campesinos!

Declaración – Marzo 2008

Para adherir deben escribir a: stopRTRS@gmail.com.

Para mas información www.grr.org.ar / www.lasojamata.org

Notas:

[1] http://www.responsiblesoy.org/

[2] Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) esta construyendo hidrovías de 4200km desde Bolivia a Uruguay Para la exportación de materias primas incluyendo la soja. Carreteras y sistemas ferroviarios están planificados dentro de este sistema. Toda esta infraestructura afectara masivamente ecosistemas, comunidades indígenas y campesinas.

[3] Esto se verifica con la nueva presencia en la mesa redonda de Shell International; BP International Ltd; Carrefour Brasil; Greenergy International; Glencore Grain B.V.; Neste Oil; COOP;ED&F Man France; US Soybean Export Council; Wheb Biofuels; Cert. ID Certificadora LTDA; Royal Dutch Grain and Feed Trade Association http://www.responsiblesoy.org/eng/index.htm

[4] Open Letter to Support the Iguazú Counter Conference: No Greenwash for the soy industry! 28 de Febrero 2005. ASEED, XminY http://prod.biotech.indymedia.org/es/topic/soy2005/archive.shtml

[5] Contra encuentro de Iguazú. 16-18 /03/ 2008. http://www.grr.org.ar/iguazu/

[6] Acción en la sede de Provimi - Empresa de forraje animal, “No a la soja para la ganadería intensiva!' Holanda, Marzo 16 2005.Convocada por ASEED. http://prod.biotech.indymedia.org/es/2005/03/4101.shtml

[7] El Modelo de Desarrollo Irresponsable, Insustentable y Antidemocrático en el Paraguay actual. Junio 2006, Paraguay. http://www.grr.org.ar/ceparaguay/

[8] 28 de Febrero 2008. En contra de las Mentiras de la Mesa de Soja Sustentable. Vía Campesina en Paraguay manifiesta.

[9] Iniciada en 1988 con fondos de Monsanto http://www.cababstractsplus.org/fts/Uploads/PDF/20023109946.pdf y http://www.aapresid.org.ar/

[10] Abiove representa a 17 compañías aceiteras entre ellasse incluye el grupo Andre Maggi, Bunge Alimentos S.A. Cargill Agrícola S.A: Louis Dreyfus e Incopa.



Llamamiento de la Vía Campesina para el 17 de Abril - Dia Internacional de la Lucha Campesina

Los agronegocios de las transnacionales causan la crisis alimentaria global


Henry Saragih
La crisis alimentaria mundial está comenzando a aparecer en su imagen real este año. Durante las últimas décadas el hambre estaba "escondida" en áreas rurales o zonas marginales. Ahora el número de afectados está aumentando y mucha más gente ya no puede aguantar más. Están surgiendo disturbios por alimentos y vuelven las colas de gente hambrienta en muchos lugares del mundo.

África y Asia son los mayores afectados por el hambre y la miseria en las zonas rurales, y por los efectos crecientes del cambio climático. El desarrollo económico y el crecimiento benefician solamente a una minoría de la población y provocan daños ambientales y no resuelven la situación extremadamente precaria de la gran mayoría. En la India el auge económico beneficia solamente a una pequeña parte de la población. Al mismo tiempo, la economía basada en el campesinado esta siendo destruida y miles de campesinos acaban con sus vidas suicidándose por la desesperación y la pobreza. Jóvenes campesinos de Indonesia, Filipinas, Tailandia, Bangladesh tienen que abandonar sus familias y aldeas para ir a otros países, porque allí no hay posibilidades de poder ganarse la vida.

En la región de Latinoamérica se da un fenómeno similar. La tierra cultivable ya no pertenece a población rural. Tienen que trabajar la tierra de la que fueron propietarios como mano de obra barata. Algunos huyen a las ciudades intentando mejorar su vida, pero por desgracia cada noche tienen que irse a dormir con el estómago vacío.

Las grandes empresas transnacionales de agronegocios (TNC) quieren aumentar su control sobre la alimentación mundial y la economía agrícola. La liberalización del comercio y la inversión en la agricultura lo ha hecho posible.

Se ha llegado a cabo acuerdos a nivel internacional a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), los Acuerdos de Libre Comercio (FTA) y los Acuerdos de Asociación Económica (EPA). Está siendo impulsado por programas del Banco Mundial y del FMI, que apoyan los agronegocios como la prioridad en las políticas alimentarias y agrícolas en muchos países.

Los subsidios gubernamentales destinados a las TNCs de agronegocios en el norte están siendo dirigidos a la agricultura industrial, eliminando granjas en el Norte y en el Sur por medio de precios bajos de dumping. A través de la revolución verde, las TNCs de agronegocios excluyen la sabiduría y los conocimientos locales en la agricultura e imponen nuevas tecnologías e insumos agrícolas que los campesinos tienen que comprar, dependiendo así de ellos. Hoy en día, la avaricia de las TNCs de agronegocios es incluso más peligrosa, ya que pretenden apoderarse de mucha más tierra para convertirla en monocultivos de agrocombustibles, es decir, para cultivar alimentos para los automóviles.

Claramente, las agronegocios de las transnacionales quieren acabar con la agricultura familiar y acabar que sean los campesinos alimenten las personas en el mundo, porque sus objetivos son controlar el mercado mundial de los alimentos y convertir la producción campesina en producción industrial. Después de expropiar a muchos pequeños agricultores y campesinos, explotan a los consumidores aumentando los precios mundiales de alimentos.

La operación de las TNCs en los agronegocios, es contraria a los seres humanos y a la sostenibilidad del planeta, no deberíamos permitirles continuar con sus operaciones. Deberíamos pararles y volver a reivindicar los derechos de los pueblos a la agricultura, el derecho a producir buenos alimentos para todo el mundo.

Para la conmemoración este año del 17 de Abril, el Día Internacional de la Lucha Campesina, la Vía Campesina hace un llamamiento a sus miembros y otros movimientos sociales para realizar actividades en contra de las TNC:

1. A enviar antes del 17 de abril reportajes e información sobre el impacto de los agronegocios de las transnacionales que crean hambre y pobreza para agricultores familiares y campesinos. Nosotros recogeremos su información y la publicaremos en la lista www.viacampesina.org durante el 17 de abril. Puede enviarnos cualquier información como casos de hambre, violación de los derechos humanos, impactos negativos en la cultura y valores de las personas, deudas, problemas de salud, expropiación de tierra cultivable, desastres naturales y otras situaciones causadas por las operaciones de agronegocios de las transnacionales en su pueblo, local o país.

2. A organizar actividades en torno o durante el 17 de abril (seminarios, debates en público, acciones, movilizaciones, conferencias de prensa) para exponer los impactos de los agronegocios de las transnacionales y para desprestigiar su papel en el sector de los alimentos. Estas actividades pueden también mostrar lo que ha sido propuesto por las organizaciones campesinas y otros movimientos sociales como alternativas al modelo neoliberal.

Puede enviar el reportaje o información a la Operativa Internacional de la Vía Campesina a través de Tejo Pramono al correo electrónico: tpramono@viacampesina.org

* Henry Saragih. Coordinador General de Vía Campesina


De China a los Esteros del Iberá: impactos globales y propuestas de ecolocalismo


GRR Grupo de Reflexión Rural
En la segunda semana de marzo, dos miembros del GRR, Jorge Eduardo Rulli y Adolfo Boy, se hicieron presentes junto al documentalista Marcelo Viñas en los Esteros del Iberá, provincia de Corrientes. Respondían a la convocatoria del Sr. Intendente del pueblo de Carlos Pellegrini. Esta localidad ha sido tradicionalmente expulsora de población y particularmente de sus jóvenes, cosa que parece haberse revertido ahora de una manera firme. Cuenta actualmente con unos setecientos habitantes y se proyecta geográfica y económicamente, como una puerta a los Esteros para todos los que gustan del Ecoturismo, el avistaje de aves y la filmación de fauna. El Intendente se encuentra sin embargo, preocupado por el avance de las arroceras dentro mismo del territorio de la reserva, así como por el creciente cerco que los cultivos estrechan en torno del pueblo, poniendo en riesgo tanto el paisaje como la actividad económica de que vive la Comunidad local.

Para comenzar el encuentro, se proyectó el corto documental ANTES QUE CAIGA EL ULTIMO ARBOL, película que sirvió como disparadora para iniciar el análisis de la realidad del mundo globalizado y desde allí, llegar a las vivencialidades locales, marcando relaciones e incidencias de lo general a lo particular, de lo planetario a lo local, y a su vez, volviendo de lo local a la comprensión de las nuevas situaciones globales de una manera extraordinariamente fluida, considerando que se estaba en un rincón perdido del interior de la Argentina y que esos temas, ni siquiera suelen ser fáciles de abordar ante auditorios universitarios. Resultaría por ello mismo, interesante reflexionar de cómo la complejidad de la Globalización puede ser abordada con relativa facilidad desde propuestas del Ecolocalismo y de cómo resulta comprensible de esa manera, revalorar los pequeños actos de reparación y de remediación, y las prácticas amigables con la Naturaleza tal como la recuperación de la tracción a sangre y las calles de tierra.

La experiencia del GRR en 10 años de trabajo sobre la globalización y sus efectos en la instalación del modelo “biotecnológico de la soja” en la Argentina, con su secuela de despoblamiento rural y de urbanización agobiante, sirvió como elemento básico para transmitir a los presentes la similitud y el parentesco entre los diversos “monocultivos”, ya sean de soja, de eucaliptos o de arroz. Se explicaron las razones por las que los efectos nefastos de los monocultivos deberían ser magnificados cuando el entorno es el de una reserva natural; además de un sitio Ramsar, como en este caso, y que el riesgo se acrecienta, más allá de los “controles y/o monitoreos“, que se realizan por parte de organismos públicos, y que debería primar ante todo el “principio precautorio”, que en palabras simples podríamos traducir como “mas vale prevenir que lamentar”.

La utilización de gran cantidad de agua por los cultivos de arroz, obliga a los arroceros además de nivelar grandes extensiones, a la construcción de canales que desgarran el paisaje y mueven enorme cantidad de suelo y al bombeo del agua desde los humedales mismos; en un proceso en que, además, si no se colocan los filtros adecuados, larvas y pequeños peces son succionados irreparablemente por las máquinas. Estas situaciones no solamente disminuyen la regeneración poblacional de la fauna ictícola, sino que también, impactan gravemente sobre las cadenas alimentarias.

Según los testimonios que se recogieron de algunos pobladores, el cultivo de arroz en el área data de hace más de 50 años, aunque en la década del 90 prácticamente había desaparecido, debido a su falta de rentabilidad, y esto es prueba de su absoluta dependencia de los mercados globales. Pese al tiempo transcurrido en aquellos cultivos, todavía se pueden apreciar fácilmente sus huellas por la existencia de “taipas” (curvas de nivel para conducir el agua) y los infaltables “tacurues” (hormigueros sobre nivel de grandes dimensiones) como expresión de suelos terriblemente dañados, en las extensiones en aquellos tiempos utilizadas. Lo cierto es que en la actualidad y con mayores y más agresivas tecnologías, se han instalado arroceras que cultivan entre 350 y 1.300 ha, utilizando como reservorios las lagunas que pertenecen al sistema del Estero y de las que se surte de agua Pellegrini. Estas situaciones graves, además de los daños en la fauna que implican, afecta el escurrimiento en gran parte de la cuenca y libera durante el desagüe de las parcelas, excedentes de fertilizantes (entre ellos nitritos, nitratos) y agrotóxicos a las lagunas vecinas, los que inevitablemente terminan contaminando los esteros y sus islas, aguas más abajo.

En lo que se refiere a la fuente posible de trabajo, los habitantes de Pellegrini tienen la experiencia de haber trabajado en las actividades rurales de la región, arroceras y estancias ganaderas, sin que ello generara beneficios sociales, al contrario, produjo una expulsión de población que recién ahora, con algo más de 10 años de ecoturismo, se está revirtiendo. El 80 % de la población de Pellegrini ahora vive directa o indirectamente del ecoturismo.

En el desarrollo de la campaña PAREN DE FUMIGAR, el GRR pudo acumular innumerables testimonios de los graves daños en la salud que registran los habitantes de los pueblos aledaños a los sembradíos de soja, pulverizados frecuentemente con infinidad de agrotóxicos, venenos que, directamente o por deriva, alcanzan a pobladores, animales domésticos, huertas, reservas de agua o ropa tendida. En el caso del cultivo de arroz, las pulverizaciones aéreas son compulsivas y generalizadas. Tomando como referencia la experiencia del monocultivo de soja, es fácil deducir la gravedad del riesgo que corre la población de Carlos Pellegrini y el descrédito que como consecuencia tendrá en las actuales concurrencias turísticas a la zona. Una breve entrevista con la Doctora del Hospital del lugar reveló por otra parte, la existencia de casos de patologías respiratorias agudas en simultáneo y durante determinados momentos del cultivo de arroz, coincidentes con las aero fumigaciones, pero además comunicó registros de otras afecciones que sería conveniente investigar en su relación con los agrotóxicos utilizados y su época de aplicación.

El interés de los presente quedó en clara evidencia, por el intercambio de comentarios, preguntas y referencias a experiencias ya vividas por los asistentes con referencia al cultivo de arroz, tanto en Carlos Pellegrini como en la ciudad cercana de Mercedes y otros parajes de la región. Al momento de escribir este informe, sería bueno recordar el mensaje que deja la película que se exhibiera en la oportunidad, ANTES QUE CAIGA EL ULTIMO ARBOL y reflexionar sobre todos aquellos que siguen esperando de la globalización la milagrosa noticia del derrame de riqueza prometido y sólo encuentran una creciente infelicidad y la devastación de los habitas y la emigración de las comunidades.

Surgen a la reflexión del investigador datos aislados e independientes como los que vemos en el diario Clarín del 9 de marzo 2008 (IECO, pagina 3) en artículo que se titula “La agflación amenaza con causar conmociones sociales”. En el copete (especial para Clarín The Guardian) concreta: “Los precios de los alimentos suben más que los del petróleo y el oro. En algunos países, la carestía ya está causando conflictos “. Un consultor especializado Richard Warburton dijo, según el diario “En el 2007, los “commodities blandos“(agrícolas) tomaron la delantera, por encima de sus similares “duros” como el petróleo, el oro y los metales”. Y continua el artículo “El salto en el precio de los alimentos ya se siente en China. Robert Ziegler, del Instituto Internacional de Investigaciones del Arroz, en Filipinas, alerta de que es posible un “descontento civil” en China, ya que los chinos están comiendo mas arroz del que se produce, y el costo pasó de 200 a 400 dólares la tonelada en solo cinco años.” “Estamos en una etapa de pre – crisis”, afirma Ziegler.

Esa realidad, para algunos distante y lejana, debería ponernos en alerta sobre la creciente presión que se ejercerá sobre las tierras aledañas al sistema de la Reserva del Iberá, y tener la certeza de que los monocultivos que allí se implanten serán, tal como es el caso del monocultivo de soja en otros lugares del país, altamente contaminantes y sin dejar rédito alguno para los pobladores de las localidades vecinas.

Desde esta perspectiva, el oponerse a las arroceras existentes o por implantarse, en las cercanías de los Esteros del Iberá resulta decisivo, para asegurar el presente y el futuro de estos riquísimos ambientes correntinos, fuentes de trabajos en armonía con los ecosistemas, así como de calidad de vida para las poblaciones que en ellos habitan.

GRR Grupo de Reflexión Rural
Campaña Paren de Fumigar
http://www.grr.org.ar/campanapdf/
http://horizontesurblog.blogspot.com


La bioseguridad según Monsanto


Silvia Ribeiro
No es novedad que la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados se redactó a favor de las empresas trasnacionales de los transgénicos. Por eso se le conoce como Ley Monsanto. El 24 de marzo entró en vigor el reglamento de dicha ley, elaborado a puertas cerradas, que retoma y empeora todos los aspectos negativos de la ley, para facilitarle a las trasnacionales los trámites para vender sus semillas transgénicas en el país, legalizando así la contaminación.

Como señaló Alejandro Nadal, si un agricultor sufre daños por contaminación, no tendrá ninguna defensa para exigir reparación por daños (La Jornada, 26/10/2008). Aún peor: las víctimas de la contaminación podrían ser demandadas por las empresas por “uso indebido” de sus genes patentados, tal como ya ha ocurrido en cientos de casos en Estados Unidos.

El reglamento establece también que las decisiones podrán ser apeladas por las empresas, pero nunca por la gente común, por ejemplo, los campesinos e indígenas que verán su maíz milenario contaminado. Es curioso, por decirlo de alguna manera, que el único párrafo que nombra los posibles impactos socioeconómicos (artículo 16.5.d), está referido a que las empresas pueden presentar información adicional que será tenida en cuenta por las secretarías. Monsanto, Syngenta o DuPont pueden alegar lo positivos que serán los cultivos frankenstein, según su propia y particular interpretación, pero los 100 millones de habitantes de México que podrían mostrar que los transgénicos enajenan la soberanía alimentaria, empeoran sus condiciones de vida y contaminan sus cultivos y alimentos no tienen derecho a apelación.

El aspecto central –y el más peligroso– del reglamento es que se deja en manos de las propias empresas solicitantes presentar, documentar y analizar los riesgos, impactos ambientales, a la salud, a la diversidad biológica, e incluso la evaluación, monitoreo y control de los riesgos que conllevarán sus cultivos transgénicos. O sea, es la parte interesada que dirá si las semillas que nos quieren vender tendrán algún problema. Teóricamente, esto será revisado por una comisión de expertos, pero las empresas ni siquiera tienen que presentar la documentación de sus fuentes, solamente indicarlas. A ello se suma que las empresas definirán qué partes de la solicitud son consideradas “confidenciales”. Esto quiere decir que ellas definen qué puede ver el público, pero también, que lo marcado como confidencial ni siquiera se distribuirá entre los miembros del comité evaluador, solamente lo verá una sola persona, que será quien coordina este comité.

Es posible entonces que una sola persona, basada en las informaciones de la parte interesada por razones de lucro, sea quien decida sobre la experimentación con maíz transgénico en México, el centro de origen del cultivo, producto del trabajo, sabiduría y conocimiento de millones de personas durante más de diez mil años.

Huelga decir que los argumentos de las partes interesadas siempre serán parciales en su propio beneficio. Por ejemplo, Monsanto, para lograr la aprobación de la hormona transgénica rBGH que se inyecta a las vacas para producir más leche, reportó en la solicitud a las autoridades regulatorias de Estados Unidos, que las vacas sufrían más enfermedades y que tenían un aumento significativo de otra hormona, la IGF-1. Pero sus conclusiones afirmaban que eso no tendría ningún impacto sobre la salud humana. Informes científicos independientes posteriores mostraron lo contrario, que el consumo de esa leche lleva a aumentos de la hormona IGF-1 en humanos, lo que está asociado a cáncer de seno, próstata y colon. El mismo proceder tuvo Monsanto con experimentos con ratas de laboratorio que indicaron graves anomalías en los órganos internos y sangre, al ser alimentadas con un tipo de maíz transgénico. En las conclusiones presentandas a las autoridades dice que son datos irrelevantes y que son “variaciones normales entre ratas”. Estos son apenas algunos de los casos que salieron a la luz. La verdad es que los comités de expertos deberían pasar la vida estudiando y poder realizar estudios independientes, para poder realmente fiscalizar los datos de las propias empresas, cosa que obviamente no sucederá. No existen ni los recursos ni la voluntad política para que esto ocurra.

En su lugar, lo que hay es una vergonzosa farsa leguleya para disimular que se entrega sin condiciones la soberanía alimentaria y el patrimonio genético más importante de México –el maíz– para que las transnacionales de las semillas puedan aumentar sus ganancias. De ninguna manera es el último capítulo. Con o sin reglamento, la resistencia social contra los transgénicos continuará.

*Investigadora del Grupo ETC