jueves, 10 de abril de 2008

Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático- El Observatorio de Medios cuestionado por el capitalismo neoliberal

Denuncian mentiras por parte de las multinacionales de la información



EL ENCUENTRO LATINOAMERICANO CONTRA EL TERRORISMO MEDIÁTICO EMITIÓ LA DECLARACIÓN DE CARACAS (*)


Caracas, 3 de abril (ANC-UTPBA).- Un llamado a los jefes de Estado de América Latina y el Caribe a incluir el tema del Terrorismo mediático en todas las reuniones y foros internacionales, hicieron los participantes del Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático mediante la Declaración de Caracas, que se dio a conocer el lunes en rueda de prensa.

El texto completo de la Declaración de Caracas es el siguiente:

Periodistas, comunicadores y estudiosos de la comunicación de América Latina, El Caribe y Canadá, reunidos en Caracas en este Primer Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, denunciamos el uso de la falsificación por las transnacionales informativas como una agresión masiva y permanente contra los pueblos y gobiernos que luchan por la paz, la justicia y la inclusión.

El terrorismo mediático es la primera expresión y condición necesaria del terrorismo militar y económico que el Norte industrializado emplea para imponer a la Humanidad su hegemonía imperial y su dominio neocolonial. Como tal, es enemigo de la libertad, de la democracia y de la sociedad abierta y debe ser considerado como la peste de la cultura contemporánea.

A nivel regional el terrorismo mediático utilizado como arma política en el derrocamiento de gobiernos democráticos de países como Guatemala, Argentina, Chile, Brasil, Panamá, Grenada, Haití, Perú, Bolivia, República Dominicana, Ecuador, Uruguay y Venezuela, está siendo empleado hoy para sabotear cualquier acuerdo humanitario o salida política al conflicto colombiano y para regionalizar la guerra en la zona andina.

La actual lucha democrática en Ecuador, Bolivia y Nicaragua, junto a Brasil, Argentina, Uruguay y México, confirma la voluntad política de nuestras sociedades para desbaratar la agresiva y simultánea campaña de difamación de las transnacionales informativas y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Cuba y Venezuela representan con claridad los hitos más vigorosos de esta batalla aún inconclusa. Por otra parte, estamos obligados a redoblar nuestros esfuerzos ante la dramática situación por la que actualmente atraviesa el periodismo democrático en Perú, Colombia y otras naciones.

Este Encuentro Latinoamericano mostró la necesidad de crear la Plataforma Internacional contra el Terrorismo Mediático, que convoca a un nuevo Encuentro a realizarse en un plazo no mayor de dos meses, para lo cual actuará en conjunto con otras organizaciones como la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), que en el crecimiento de la conciencia de los pueblos latinoamericanos y caribeños, ha defendido con ejemplaridad el derecho a la verdad y a la divisa que sustenta sus principios: Por un periodismo libre en patrias libres.

Empecinada en criminalizar todas las modalidades de lucha y resistencia popular, so pretexto de una falaz noción de seguridad, la administración fundamentalista de George W. Bush ha sido responsable de la sistemática agresión terrorista de los últimos años contra los medios de comunicación alternativos, populares, comunitarios e incluso algunos empresariales.

La información no es una mercancía. Tal como la salud y la educación, la información es un derecho fundamental de los pueblos y debe ser objeto de políticas públicas permanentes.

Convencidos de que esta historia empezó hace 200 años, ratificamos el compromiso de quienes en ella nos precedieron, con el propósito de ajustarnos a un ejercicio ético de nuestra profesión, apegados a los valores de la democracia real y efectiva y a la veracidad que se merece la diversidad de pensamientos, creencias y culturas. No sólo la SIP, sino grupos de choque como Reporteros sin Fronteras, responden a los dictados de Washington en la falsificación de la realidad y la difamación globalizada. En este contexto, la Unión Europea cumple un rol vergonzoso que contradice la heroica lucha de sus pueblos contra el nazi-fascismo.

En la forja de la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, los firmantes de esta declaración llamamos a los profesores y estudiantes de comunicación social a considerar al Terrorismo Mediático como uno de los problemas centrales de la Humanidad, convocamos a los periodistas libres a comprometerse a redoblar sus esfuerzos en pos de la paz, el desarrollo integral y la justicia social.

En este espíritu, exhortamos a los jefes de Estado de América Latina y El Caribe a incluir el tema del Terrorismo mediático en todas las reuniones y foros internacionales (ANC-UTPBA).



EL ENCUENTRO LATINOAMERICANO CONTRA EL TERRORISMO MEDIÁTICO GENERÓ UN GRAN IMPACTO INTERNACIONAL


Caracas, 3 de abril (ANC-UTPBA).- En declaraciones del ministro de Comunicación e Información de la República Bolivariana de Venezuela, Andrés Izarra, al canal de televisión Telesur, emitidas este domingo, expresó que lo interesante del Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático que se celebró en Caracas del 27 al 30 de marzo, es el impacto que ha tenido este evento en el ámbito internacional y la movilización que ha causado.

El ministro señaló que “hay sin duda una conciencia distinta en relación al papel de los medios y un reconocimiento por parte de nuestros pueblos de que ese terrorismo mediático se ejerce diariamente, es decir, el uso de la prensa para crear miedo, zozobra, para alentar guerras, crear percepciones, generar movilizaciones; que muchas veces atenta contra la seguridad, la paz, la estabilidad de estos pueblos”, según un informe de la Agencia Bolivariana de Noticias.

En cuanto a las declaraciones el editor del diario El Nacional, Miguel Enrique Otero, anfitrión de la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se realizó también en Caracas, sobre la veracidad de las informaciones negativas que se publican en el exterior sobre Venezuela, el Ministro de Comunicación e Información indicó que son parte del cerco mediático al que quieren someter al país.

“Nosotros hicimos un recuento de lo que fue la cobertura de distintos periódicos en Europa a lo largo de 2007, contamos todas las notas en las cuales se había hecho referencia a Venezuela y sacamos una estadística y efectivamente alrededor del 80% de la cobertura que se hace sobre Venezuela en Europa, es negativa. Hay un porcentaje similar en Estados Unidos. Eso obedece a lo que hemos llamado el cerco mediático, es decir, sobre Venezuela se articulan una cantidad de fuerzas y de organizaciones, de empresarios de la comunicación que dificultan, que limitan, que tienen el acceso bloqueado a otras informaciones que no sean las que obedecen lo que tira esta pauta global que sataniza a Venezuela”, acotó.

Izarra aseveró que este cerco está concentrado en dos o tres grandes grupos monopólicos que controlan realmente la producción de contenidos, la realización y difusión de estos mensajes a lo largo de todo el mundo.

“Vemos por ejemplo la relación que hay entre El Tiempo de Colombia y El País de España, a su vez cómo los medios colombianos se articulan contra los medios ecuatorianos, en fin, es una gran falacia, una forma de presentarlo manipuladamente, cosa en lo que El Nacional se ha hecho muy bueno, en manipular información”.

Para el Ministro, con este Encuentro quedó claro que en Venezuela hay un debate vigoroso, plena libertad de expresión, un pueblo movilizado, una conciencia en crecimiento, explosión de medios alternativos y asunción de la comunicación desde los sectores populares y las comunidades organizadas, que están generando una nueva conciencia popular (ANC-UTPBA).



05-04-2008
Ponencia presentada al panel "Imperialismo y Unidad Sudamericana", en el Encuentro Latinoamericano Contra el Terrorismo Mediático, realizado en Caracas, en el Centro de Estudios Romullo Gallegos


Terrorismo mediático y unidad latinoamericana


Beto Almeida
Ya no se discute más se existe o no el terrorismo mediático. Después que la humanidad comprobó, espantosamente, hasta donde pueden llegar los poderosos conglomerados privados mediáticos, cuando han creado un clima de terror en la opinión pública mundial, a partir de la falsa noticia de que habían armas de destrucción masivas en Irak, para justificar la ocupación y destrucción criminales de aquél país, haciendo correr allí tanta sangre en la misma proporción de la cantidad de petróleo que rapiñan, ya no hay más dudas; ya se puede esperar las acciones más inescrupulosas y sanguinarias de los que practican el terrorismo mediático.

Esta degeneración comunicacional es parte de la naturaleza misma de los medios de comunicación organizados en forma de oligopólios y cada vez más como reflejo de la inevitable concentración del sistema capitalista. O sea, no es posible creer en alguna posibilidad de civilidad, de corrección o de humanización de ese sistema comunicacional prisionero de la lógica del mercado cartelizado en una fase imperialista del sistema capitalista, cuya esfera de actividad más dinámica y lucrativa es la industria bélica. La vinculación y fusión cada vez mas profundizada de los medios de comunicación con esta industria bélica se comprueba con el control ejercido por los anunciantes sobre los medios; anunciantes que en su mayoría son empresas transnacionales desde siempre involucradas en las acciones de desestabilización de gobiernos democráticos y progresistas en todas partes.


El terrorismo mediático contra Vargas


La experiencia de Brasil con el llamado terrorismo mediático es trágica. Getúlio Vargas, que presidió el pais en una etapa en que más se nacionalizó la economía, que creó leyes que han favorecido los trabajadores, que hizo surgir la universidad pública, y dio gran incentivo a la educación pública y gratuita, inclusive haciendo nacer la Radio Nacional - emisora pública capaz de practicar una comunicación de contenidos verdaderamente nacionales, con grande repercusión popular -, sufrió en la carne por sus posiciones nacionalistas y antiimperialistas. Exactamente 30 días después de haber firmado la Ley que creaba la Petrobrás, Vargas fue llevado al suicidio en 24 de agosto de 1954 bajo presión de una fuerte campaña terrorista mediática que hablaba noche y día de un "Mar de Lama" en su gobierno. Vargas había creado la radio pública, pero había cometido el error de permitir que la televisión naciera privada en Brasil, inmediatamente asociada a los intereses económicos extranjeros, que jamás han aceptado la nacionalización del petróleo, de las riquezas minerales, las leyes de protección al trabajador, y que estaban determinados a no permitir que su gobierno siguiera adelante. El cerco mediático, de TV, radio y periódicos fue determinante para desmovilizar la población, para crear un clima de terror, llegando al ápice con el supuesto "atentado de la Calle Toneleros", cuando un mayor de la Aeronáutica, seria asesinado por "francos tiradores" ("matones") que la campaña del terrorismo mediático inmediatamente apuntaló como siendo agentes de Vargas, lo que jamás se ha efectivamente comprobado.

Vargas tenia consigo solamente la Radio Nacional de Río de Janeiro y el periódico "Última Hora", diário popular y de grande tirada, dirigido por el periodista nacionalista Samuel Wainer, también blanco de la campaña del terrorismo mediático, acusado de ser judío. Contra él estaban unidos todos los demás medios de comunicación, las transnacionales, la oligarquía, y la incomprensión del Partido Comunista que, en titulares de su periódico en la edición de aquél 24 de agosto, también llamaba, junto con todos los periódicos controlados por el gran poder económico, la renuncia de Vargas. Con un tiro en su corazón Vargas despertó la indignación del pueblo brasileño, que salió a las calles y empasteló los medios de los golpistas y incluso el equivocado periódico de los comunistas que también reivindicaba la renuncia del presidente. supuestamente desde un punto de vista de la izquierda. Se hizo una acción popular fulminante que aplazó por 10 años la dictadura militar, que solamente comenzaría de hecho en 1964.


Terrorismo mediático organiza el golpe del año 64


Otra experiencia trágica de la sociedad brasileña con el terrorismo mediático ocurre en 1961, cuando renuncia el presidente Jânio Quadros y los mismos que antes habían derrocado a Getúlio Vargas no querían permitir que João Goulart, vice-presidente electo, asumiera el cargo presidencial, conforme la Ley. Como Goulart estaba en China al momento de la renuncia de Jânio Quadros, el terrorismo mediático lo acusaba de agente de comunismo internacional, tal como ahora se acusa a los presidentes populares y progresistas de encubrimiento al terrorismo.

Para garantizar la asunción de Goulart en la presidencia de la república, Leonel Brizola, gobernador del Estado de Río Grande do Sul, organizó una cadena de radios públicas a partir de Porto Alegre, movilizó a la gente, llegando a distribuir armas al pueblo para resistir al golpe, que así, una vez más fue adiado, comprobando la importancia de estar organizados los medios de comunicación públicos para hacer la comunicación democrática, anti-golpista, haciendo caer la máscara de todas las maniobras golpistas de los medios vinculados al terrorismo mediático.

La intromisión de EUA en la política brasileña, la distribución de dólares para la compra de diputados, medios de comunicación y intelectuales conservadores, como lo confesó el propio ex-embajador norte-americano en Brasil en 1964, han sido determinantes para la organización de un otro golpe dictatorial precedido de una larga manipulación mediática que creó un clima de terror en la sociedad. El presidente João Goulart ya no disponía siquiera de la Radio Nacional, ni de una emisora de televisión o de un periódico. Por su parte, periódicos como O Globo, Jornal do Brasil, O Estado de São Paulo - todos vinculados a la Sociedad Interamericana de Prensa - y toda cadena de radio, TV y periódico de los Diários Associados, han organizado el clima para el golpe, anunciando falsamente que Goulart había abandonado el país, por lo tanto, que la presidencia de la república estaba vancante, lo que era apenas una campaña de falsificación informativa.

Era entonces la segunda experiencia negativa más significativamente trágica en la historia del Brasil, donde se utilizaba de modo criminal el terrorismo mediático para derrocar dós presidentes de la república que eran populares, nacionalistas, antiimperialistas y que no lograran frenar el poderoso proceso de desestabilización organizado por los EUA.

Exactamente por eso, y a partir de nuevas experiencias históricas, sobretodo el golpe mediático organizado contra el presidente Hugo Chávez en Venezuela, golpe que fue derrocado a partir de la reacción popular, es necesario organizar preventivamente un sistema público de comunicación democrático y popular como única forma concreta de hacer frente a los nuevos y inevitables intentos de terrorismo mediático que visan la derrocada de gobiernos progresistas y populares.

Ya se ve que estos medios vinculados a la Sociedad Interamericana de Prensa siguen incorregibles con su practica destructiva y criminal visando desestabilizar ahora los gobiernos que protagonizan el proceso de integración latino-americana, consigna prevista en las Constituciones de varios países, tal como en el preámbulo de la Constitución Federal de Brasil. Para impedir que esa integración siga su curso, los medios crean falsas indisposiciones entre los presidentes. Inventan que Lula no va bien con Chávez, que tienen conflictos, cuando no se han conocido presidentes que se reúnen tantas veces y de manera tan fructífera, además, que han decidido encontrar-se a cada 3 meses. Serian mismo tan conflictantes entre sí? Entre Brasil y Argentina se intenta fabricar toda suerte de conflictos y discordancias; llegan mismo a afirmar que el Mercosur ha fracasado, cuando en realidad lo que se ve es que las relaciones entre Brasil y Argentina avanzan de modo tan sustantivo que ya se prevé la realización de una operación comercial bilateral SIN EL DOLAR. Talvez sea exactamente esa la razón de esa línea editorial desesperadamente falsa de los medios, porque obedecen a un objetivo histórico de la política externa de EUA: impedir que los países se coordinen, que sean solidarios y cooperativos entre sí, sobretodo países del porte de Brasil, Argentina e Venezuela. Ahi está la razón de tantas falsas crisis creadas por los medios para intentar impedir el acercamiento de estos países y también para tentar impedir que Venezuela ingrese al Mercosur.


Consejo de Defensa Sudamericano


Un otro ejemplo de esta criminal práctica de terrorismo mediático está en como los medios hostilizan la propuesta hecha por Brasil de que sea creado un Consejo de Defensa de América del Sur, en lo que refleja una línea del imperio que quiere que todos los países de la región se desarmen, que dirijan la actuación de sus fuerzas armadas exclusivamente para el combate al crimen organizado y al narcotráfico, dejando por cuenta de las fuerzas militares estadounidenses la seguridad de la región.

La importancia de esta propuesta brasileña ,que ya cuenta con el apoyo de Venezuela, Argentina y otros, es que no se puede concretamente pretender una soberanía verdadera sin que exista soberanía militar, unidad de defensa y desarrollo tecnológico independiente en lo militar, como se pretende con ese nuevo pacto.

Visando obstaculizar esta necesaria unidad de los países del Sur, los grandes medios vinculados a las transnacionales que conforman la industria bélica en EUA, destapan una campaña para confundir la opinión pública de la región, para tirar un país contra el otro, como se fueran enemigos. De ahi surgen líneas editoriales como la del periódico Clarín, de Argentina, que "informan" que Brasil desarrolla una carrera armamentista contra Argentina, cuando, en realidad, Brasil y Argentina están cooperando en la construcción de equipos militares, construcción de coches de combate como el "Gaúcho" y han firmado un acuerdo para el desarrollo de tecnología para la fabricación conyunta de aviones y de un submarino nuclear. En Argentina ya se han sacado , dolorosamente, las conclusiones sobre la Guerra de las Malvinas, donde la inferioridad en tecnología militar platense quedó patente, revelando-se, incluso, la dependencia tecnológica militar de los países del capitalismo desarrollado. O sea, mientras Clarin quiere instigar los militares argentinos contra los brasileños, acusándolos de desatar una carrera armamentista, los comandantes militares informan que el 60 por ciento de las aeronaves militares de Brasil casi no vuelan, y que las torres petroleras y Petrobrás en el litoral están totalmente vulnerables a ataques terroristas, dada la obsolescencia de la Aeronáutica y de la Marina de Brasil, en razón de la demolición neoliberal del estado, ahora en proceso de corrección.


TV especula con la "invasión venezolana" a Brasil


La irresponsabilidad del terrorismo mediático puede ser medida por la transmisión hecha en el programa televisivo "Fantástico", de la TV Globo, cuando el cuadro denominado "Central de Boatos" especuló a partir de la tesis sensacionalista "Como reaccionarían los brasileños a una invasión de Venezuela". El programa ha motivado una representación al Ministerio Público Federal por iniciativa del presidente del Partido Comunista Brasileño, Ivan Pinheiro. El programa televisivo hizo uso de un lenguaje supuestamente humorístico, pero quedo muy claro su contenido dirigido a indisponer el pueblo brasileño con el gobierno de Venezuela y las ridiculizaciones, disimuladas pero peligrosas, de los presidentes Hugo Chávez, presentado como un beligerante, Evo Morales, de Bolivia, presentado como una marioneta del mandatario venezolano y el presidente Lula, presentado como un pusilánime.

El programa, bajo el disfraz del humor, penetra el terreno peligroso de las tensiones en el escenario internacional, y afronta la Constitución de Brasil que preconiza como objetivo de Estado la formación de una América Latina integrada en lo económico, lo político, lo cultural y en lo social. Pero esto da una idea clara de como poderosos medios son utilizados no para promover los sentimientos de fraternidad, cooperación y solidariedad entre los pueblos, expresos constitucionalmente, pero sí, los intereses de las grandes potencias capitalistas que pretenden impedir nuestra integración y nuestra unidad.

Lo más grave es que a esta supuesta presentación del presidente Hugo Chávez y de Venezuela como un "peligroso enemigo" de Brasil y de la paz en América Latina se suma toda una repetición de articulistas y hasta mismo de políticos que sin poder probar - sencillamente porque no es verdad - repiten a muerte que existe una carrera armamentista del país caribeño, pero jamás se informa que la única "invasión" que viene del país de Bolívar hacia Brasil es la energía eléctrica producida en la Hidroeléctrica de Guri, en el Río Orinoco, que abastece el estado de Roraima.


Cambios en el pensamiento militar


En que pese esas peligrosas expresiones que promueven la animosidad, en Brasil también, tal como en otros países, son registrados varios cambios positivos en el pensamiento político-militar, en sus políticas estratégicas y hasta mismo en los planes de estudio de las academias militares. Vale registrar, por ejemplo, que ya no se considera más Argentina un probable adversario, lo que explica el desplazamiento de expresivos cuerpos de tropas y equipos para la Amazonia Brasileña, porque se deduce, está en los textos militares oficiales, que ahí si hay un conflicto potencial, especialmente a partir de la campaña mediática que sostiene "la necesidad de internacionalización de la Amazonia". Esas nuevas evaluaciones explican el acuerdo que el Ejército Brasileño firmó con Vietnam para el intercambio de experiencias de guerra en la selva, como también la información de que en la academia militar hacen parte de los planes de estudios textos de Ho Chi Min, Giap y Che Guevara.

Evidentemente, parte la línea editorial de los que practican el terrorismo mediático es buscar confundir para intimidar el legitimo deseo de desarrollo tecnológico independiente, así como lo hacen con Iran a quien se le acusa de pretender construir la bomba atómica para amenazar sus vecinos, cuando uno de estos vecinos es uno de los países más fuertemente armados del mundo, incluso del punto de vista nuclear. Vale recordar que Vargas, en 1952, había comprado centrifugas nucleares de Alemania para dar inicio al programa nuclear brasileño y esos equipos fueran secuestrados por tropas norte-americanas en el puerto de Hamburgo cuando serian embarcadas para Brasil.

Los acontecimientos recientes a partir de la agresión militar de Colombia a Ecuador, con apoyo de EUA, y la grosera manipulación mediática para hacer creer que eran Venezuela y Ecuador los agresores de Colômbia, dan la medida de que este terrorismo mediático tiende a ampliarse cuando más avancen las iniciativas de los países sudamericanos para concretizar un verdadera unidad regional, que debe ser no solamente económica, comercial y militar, pero también comunicacional, informativo-cultural, educativa y monetária.


Cumbre Presidencial contra el Terrorismo Mediático y propuestas para seguir la lucha


1 - La gravedad de la situación que se verificó a partir del terrorismo mediático para justificar la ocupación militar a Irak, las amenazas contra Iran, bien como la grave manipulación por la tiranía mediática comercial fabricando una tensión bélica en el conflicto andino, indican que el tema merece un examen del más alto nivel por parte de los mandatarios de los países sudamericanos, razón por la cual se llama a la necesidad de una Cumbre Presidencial para definir una política pública contra el Terrorismo Mediático. Esta iniciativa debe estar seguida de la organización de un Foro Internacional para el Combate al Terrorismo Mediático, apoyado por periodistas, intelectuales, artistas, escritores, comunicadores populares y comunitarios, etc…



2- Además, se nota la urgencia de definir políticas de comunicación, coordinadas y solidarias entre los varios países de la región. Si se pueden alcanzar una integración energética y alguna coordinación monetaria, también emerge clara la posibilidad y la necesidad de una integración en el campo de la comunicación. Las televisoras públicas que están naciendo o se consolidando en países como Brasil, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, Argentina, Bolivia y Venezuela, deben buscar maneras para compensar y hacer frente a la avalancha de manipulaciones desinformativas hechas a partir de los medios prisioneros de transnacionales que controlan sus líneas editoriales según los intereses norte-americanos. Así, es necesario que sea organizada una cooperación regular y sistemática entre eses medios públicos, que se coordinen con Telesur, que tengan políticas para el uso adecuado de los satélites de modo a escapar del control de transnacionales que aprisionan las emisiones satelitales contra el interés de los pueblos del sur. En esa cooperación deben estar las radios y televisoras públicas, educativas, comunitarias, universitarias, las agencias de noticias, la prensa popular y alternativa, la prensa sindical.

3 - Dada la escandalosa falencia de las escuelas de periodismos comandadas por una pedagogía colonialista y alienante, se hace necesario desarrollar escuelas y cursos de comunicación para formar periodistas libertarios, introduciendo en las universidades públicas cátedras sobre Terrorismo Mediático, Comunicación Comunitaria, promoviendo una re-lectura de la historia y de la cultura de los pueblos del Sur, visando su liberación de esquemas pedagógicos norte-americanos.

4 - Formar un Circuito Latino-Americano de Cine y Vídeo, con apoyo del poder público es indispensable para que se estimule la producción audiovisual del Sur, para que torne accesible a las grandes masas lo que ya se ha hecho en varias partes, permitir que se conozcan las producciones del Sur, de los países del Tercer Mundo, de los productores independientes que operan dentro de EUA, "Del sur que hay dentro del norte", superando la grave debilidad que hoy tenemos pues el nuestro cine es casi todo clandestino en nuestros propios países, con raras excepciones. Especial atención debe ser dada a la producción audio-visual para los niños, hoy sujetos a una producción deletérea y beligerante del norte, que se verifica incluso en los contenidos violentos que caracterizan la mayor parte de los dibujos animados.

5 - Finalmente, seria urgente poner en práctica un Programa para a Popularización de la Publicación y Lectura de Periódicos, Revistas y Libros, incluso a partir del aprovechamiento de la gran capacidad ociosa que se registra en la industria gráfica de varios países, siendo un absurdo que los pueblos no puedan leer, mientras existan gráficas paradas y periodistas desempleados.

La grande transformación de la comunicación pública en curso en Venezuela, donde se practica la más amplia pluralidad y diversidad informativas conocidas hoy en el mundo, nos hacen recordar las otras oportunidades que las fuerzas progresistas tuvieran para democratizar la comunicación en la región, y nos obligan a un esfuerzo constructor más profundo, sea para llevar la Batalla de las Ideas, denunciando la guerra mediática llevada contra la Revolución Bolivariana, sea para aprender de otras experiencias históricas, donde, muchas veces por falta de unidad, los agentes del imperio pudieran aprovechar y retardar la liberación y la integración latinoamericana. Vale recordar el esfuerzo hecho por Perón en Argentina creando la Agencia Latina de Noticias y la TV y Radio Pública; la decisión de la Revolución Cubana, creando Prensa Latina y un sistema socialista de comunicación y también el General Juan Velasco Alvarado en Perú, que ha nacionalizado medios de comunicación y entregándolos a las organizaciones populares, que no supieran que hacer.... Todas estas experiencias de nuestra historia común deben estar vivas para que profundicemos las transformaciones necesarias a garantizar la soberanía informativo-cultural de los pueblos y nuestra unidad regional; y para los fortalecer para los nuevos e inevitables combates.

O sea, el terrorismo mediático solamente puede ser confrontado con el desarrollo de políticas públicas de comunicación. Se cada vez más se consta la imposibilidad de recuperar, civilizar o humanizar los medios privados prisioneros de la lógica del mercado, un esfuerzo redoblado debe ser dirigido a construir el nuestro sistema público de comunicación, tal como ya se están haciendo en Venezuela, en Brasil, en Bolivia y Nicaragua. Partiendo del razonamiento de Karl Marx, segundo el cual, "la primera libertad de la prensa es no tornarse un negocio", concluimos que solamente medios comunicativos libres de la lógica capitalista podrán hacer una comunicación libertaria, humanista, solidaria, y permitir un otro periodismo, constructor de la unidad latinoamericana.


Caracas, marzo de 2008


* Periodista brasileño. Presidente da TV Cidade Livre de Brasília. Ancla de la TV Paraná Educativa. Miembro de la Junta Directiva de Telesur. Miembro del Consejo Editorial del Periódico "Brasil de Fato"


FUERTE OFENSIVA DEL NEOLIBERALISMO APELANDO AL TERRORISMO MEDIÁTICO


Buenos Aires, 3 de abril (Por Juan Carlos Camaño (*), especial para ANC-UTPBA).-

A través de sus aparatos de prensa y propaganda, la derecha internacional carga contra Cuba, Venezuela y el “populismo” latinoamericano; se refiere con eufemismos al holocausto en Irak y calla o distorsiona sobre las posibles “guerras que vendrán”.

John McCain, virtual candidato “republicano” a la presidencia de EE.UU., visitó Irak. Está de acuerdo con la “guerra” –invasión de EEUU. y un grupo de aliados-. Barack Obama y Hillary Clinton “demócratas” –salvo detalles no demasiado sustanciales-, piensan, en más de una cuestión, como McCain. Unos y otros, y quienes los interpretan política y mediáticamente, se desviven apelando a eufemismos para justificar, total o parcialmente, aquello que en la historia de las matanzas contra la humanidad, tiene nombres indisimulables: genocidio, holocausto.

En la ciudad de Rosario, Argentina, un conspicuo hombre de la CIA, Roger Noriega; un “anticastrista”, ligado a la mafia-terrorista de Miami, Carlos Montaner; el perro faldero de George W. Bush, José María Aznar; el opaco vaquero ex presidente de México, Vicente Fox; el escritor de la derecha global, Mario Vargas Llosa; Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el “apolítico”, dueño de Radio Caracas Televisión de Venezuela (RCTV), Marcel Granier, –entre varios más- se dedicaron a reivindicar en un todo el neoliberalismo. Advirtiendo que están en operaciones. En términos políticos: inflamando la contraofensiva frente a la expansión de movimientos progresistas que, por la vía electoral han llegado al gobierno de varios países de la región. Cosa inadmisible para los que se suponen dueños del mundo y de la vida y la muerte de quienes lo habitan.

Luiz Alberto Moniz Bandeira, reconocido historiador sudamericano, fue entrevistado recientemente por la periodista Eleonora Gosman, corresponsal en Brasil del diario Clarín, de la Argentina. En la nota Bandeira dice que el problema suscitado entre Ecuador, Colombia y Venezuela, “no será resuelto porque no interesa en Colombia, y mucho menos al presidente Alvaro Uribe, acabar con la guerra civil que dura más de 50 años. El –por Uribe- y la elite colombiana ganan con los recursos que le proveen Estados Unidos, que a su vez gana con la venta de material bélico y con la asistencia militar en defensa de los oleoductos. Colombia es el tercer mayor exportador latinoamericano de petróleo para los Estados Unidos, debajo de Venezuela y México, y ocupa el sexto lugar en el ranking mundial”.

Parece una gran casualidad –que por supuesto no lo es- el hecho de que, por aquí y por allá, se expanda en estos días del siglo XXI, la muerte organizada, con el fin de llevar la guerra donde haya petróleo y en todo rincón del planeta que sirva al desarrollo geoestratégico del proyecto imperialista.

Sólo la ingenuidad plena de ignorancia o la connivencia con el mayor agresor de la humanidad, contribuyen a disimular con eufemismos el holocausto en Irak y los que en ciernes se avizoran en el horizonte de la dominación imperialista: Colombia y el total de América Latina, región rica en recursos naturales y estratégicos. En tal sentido el terrorismo mediático asume un rol primordial, siguiendo –a conciencia y como beneficiario de negocios súper millonarios- el trazado grueso de la estrategia del complejo militar-industrial, con su sede central en Washington: hablar y mostrar, hasta la saciedad, lo secundario. Ocultar y distorsionar, hasta el hartazgo, lo principal. Relatar hechos sin contexto histórico, inventarlos y/o mudarlos de sus escenarios reales a caballo de informes, fotografías y filmaciones trucadas.

Interesante, pues, es comprobar nuevamente, que cuanto más se desnuda el apetito del asesino, más se intensifica la labor del aparato mediático transnacional, y sus ramificaciones, en procura de mantener en vilo la atención sobre la realidad cubana y venezolana. Supuestamente, un despropósito. Sin embargo, no lo es: Cuba debe ser demolida como idea y la República Bolivariana de Venezuela, liderada por Chávez, debe volver a atrás. A los tiempos en que el petróleo y el gas se saqueaba a manos llenas para rendir pleitesías al imperio. A tal punto esa explotación y saqueo que la casi única fuente de recursos de Venezuela era el petróleo, por lo que hoy suena a burda patraña el discurso que acusa a Chávez de no diversificar el aparato productivo, “condenando al país” a vivir del aumento de los precios internacionales del crudo. Los mismos que hablan de diversificar la economía de la República Bolivariana de Venezuela, quieren transformar a la Argentina en un monocultivo de soja. Neoliberalismo: el libre mercado, la ley de la selva, el pez grande se come al chico, siempre ha habido pobres…

Gota a gota, cada día en variados formatos, la prensa mundial machaca con la “transición en Cuba” y alude a Chávez como si se tratara de “un loco”, “un payaso”, “un irresponsable” que habrá de “llevar a la región a un conflicto bélico de irreparables consecuencias”. Tal cual lo aseguró –en el encuentro de la “libertad” y la “democracia”-, el escritor de la derecha criminal, Mario Vargas Llosa.

Contra Cuba y Venezuela, entonces, el empeño por satanizarlos, la sistemática tarea dedicada a esmerilar sus bases de sustentación ideológicas, políticas, sociales y económicas, para que Cuba y Chávez dejen de ser referencias, dejen de ser respetados y, en caso de agresiones directas y armadas por parte de EE.UU., vean melladas sus defensas –terceros países- en el campo diplomático y militar.

Los planes de invasión a la Isla y a la República Bolivariana de Venezuela, no han sido abandonados por el gobierno de Bush. Y, es de elemental deducción, que McCain, Hillary Clinton y Barack Obama, no den por cerrada tal posibilidad, en tanto –más allá de sus diferencias de estilo respecto de cómo el presente siglo “deberá ser norteamericano”- son ellos mismos fichas del intrincado damero capitalista-imperialista. Lo archiconocido: Jefes de gobiernos y de Estados, que obedecen ordenes enmascaradas en las sugerencias de sus cuerpos de asesores, gerentes de una maquinaria que conjuga a un mismo tiempo, y con el único fin de la guerra, el desarrollo de la industria cultural-militar. Ambas, retroalimentándose sin solución de continuidad, en el tendido de las bases que faciliten la cada día mayor naturalización de los crímenes masivos.

En un interesantísimo libro –“Juego de la Mentira”- del belga Michael Collon, se analiza el descuartizamiento de Yugoslavia, a instancias de la iniciativa alemana y “el dejar hacer” de EE.UU. La lupa de Collon se detiene más de una vez en el papel de los medios, a disposición de la invasión, de las invasiones. Primero destaca la sistematicidad del mensaje que sataniza a gobiernos, e incluso a pueblos enteros, para poder justificar ante los ojos del mundo la acción de los depredadores. En este caso señalado, el despedazamiento de Yugoslavia.

En su libro, aparecido en 1999, Collon pregunta: “¿Por qué no han mostrado –los medios- que mientras Europa se estaba unificando, era absurdo trocear Yugoslavia en una serie de pequeños Estados débiles e inviables?

El autor de “Juego de la Mentira” no sólo revela hipocresías, también desmonta mitos, como el que sostenían políticos y empresarios a través de sus aparatos mediáticos y periodistas mercenarios: “Los Balcanes no tienen ningún interés…”, es decir, no le interesaban a nadie. Collon explica lo contrario y puntualiza que Yugoslavia “contenía cuatro puntos esenciales para su rivalidad:

1. Las rutas del petróleo.

2. El dominio sobre Europa del este, sus riquezas, su mano de obra y sus mercados.

3. El control sobre Rusia y el petróleo de la ex –URSS.

4. La implantación de bases militares para controlar todas estas regiones”

Collon habla de la carnicería armada en Yugoslavia y de “las guerras que vendrán”. Lo hace antes del ataque a las torres gemelas y de las invasiones a Afganistán e Irak. Y, en la suma, podríamos agregar las que ya no tan sórdidamente se preparan a diestra y siniestra.

¿El planteo de las autonomías en Bolivia –país de petróleo y gas- jaqueando a Evo Morales, está creando condiciones para las rupturas, el caos y la exacerbación de una guerra civil, con efectos bélicos multiplicadores hacia los países fronterizos? Sí. Sin lugar a dudas.

¿El bombardeo de Colombia-EE.UU. sobre Ecuador se condice con un plan que apunta también al petróleo ecuatoriano y, por una vía más, al petróleo de la República Bolivariana de Venezuela y a la cabeza de su líder, Hugo Chávez? Sí. Sin lugar a dudas.

¿El sostenido y sofisticado asedio diplomático-militar con que EE.UU. le recuerda a Brasil que el Amazonia –petróleo y biodiversidad- es parte del botín de guerra en la disputa intercapitalista global, nos aproxima a todos a nuevos genocidios? Sí. Sin lugar a dudas.

La disociación informativa –y la desinformación tajante- sobre temas cruciales para la sobrevivencia de la humanidad y la identificación seria de los ideólogos de genocidios, no es un déficit incorregible del periodismo del presente –apenas instrumento-, sino la expresión más brutal y acabada de una política estratégica atada a la concepción guerrerista de EE.UU.. País que, en uno de sus picos más altos de desesperación, ve hundirse, paso a paso, a sus otrora intocables naves insignias: “el sueño americano”, “la concreción de un Siglo –el XXI- definitivamente norteamericano” –para el cual se trabajó afanosamente durante el siglo pasado-, y la sentencia pretendidamente incontestable: del “fin de la historia y de las ideologías”. Todo, en una profunda crisis sistémica.

La guerra como “única salida” no es más que el fracaso estrepitoso de un sistema esencialmente inhumano, que, todavía, tiene una alta capacidad de daño: no tan sólo por el poderío militar de la potencia hegemónica. Ya los analistas de mercado –voceros de la lógica dominante- hablan de una disminución en la inversión directa de las multinacionales en países de América Latina. Aprietan. Y lo hacen cuando la caída del volumen de remesas que salen de EE.UU. hacia otros países de la región, comienza a resentirse. Aprietan más.

Ajustado a la guerra, como único objetivo, EE.UU. –su complejo industrial-militar-cultural- traza la pauta del terrorismo mediático y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) obedece, sin que ello implique necesariamente la existencia de una estructura de ordeno y mando. La SIP, como sabemos, nació hace sesenta años de la mano de la CIA. Hoy, SIP y CIA continúan su camino, entre los Rupert Murdocht, el Pentágono y empresarios del petróleo, de medicamentos, armas, productos alimenticios, grandes automotrices…

Moniz Bandeira explicaba, en el reportaje antes mencionado, que cuando Bill Clinton ejercía la presidencia de EE.UU. fue presionado -año 2000-, para invadir Colombia. La idea del operativo se frustró porque Brasil, Venezuela y Panamá, no apoyaron esa “locura”. Pero ello no quita que la “locura” no persiga otras fórmulas, ni tampoco que se haya detenido para siempre. En la última reunión del Grupo Río, en República Dominicana, quedó en claro que los riesgos de invasiones y de guerras siguen creciendo. Álvaro Uribe, presidente de Colombia, no ocultó, en ningún momento, que él es uno de los comisionados por el Pentágono para acercar combustible al incendio. Quizás, el promotor más visible y templado de las guerras que vendrán (ANC-UTPBA)

(*) Presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)

Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático


LA GUERRA MEDIÁTICA NACIÓ DURANTE INVASIÓN ESTADOUNIDENSE A CUBA Y PUERTO RICO EN 1898 (*)

Caracas, 3 de abril (ANC-UTPBA).- “El uso de la guerra mediática por parte de los Estados Unidos contra Latinoamérica es un tema que data del siglo XIX, cuando fuerzas norteamericanas comenzaron su invasión a Cuba y Puerto Rico”, destacó en Caracas el periodista boricua Nelson del Castillo.

Durante el Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, Del Castillo explicó que desde entonces EE.UU. ha ido cultivando y controlando el derecho y libertades de los pueblos y naciones latinoamericanas a su autodeterminación.

“Una nación nunca puede ser propiedad de otra. Pero los Estados Unidos han utilizado el poder mediático mundial para agredir contra los pueblos que buscan crear sus propios mecanismos democráticos”, indicó.

No obstante, el periodista puertorriqueño sostiene que el terrorismo mediático no sólo manipula las informaciones, sino que también calla y silencia a los pueblos del mundo.

“Los grandes medios de comunicación no hablan de las realidades que afectan negativamente a los pueblos que quieren ser libres. Por ejemplo, en EE.UU. hay tres presos políticos de mi país y nadie se ha atrevido a mencionar el tema”, puntualizó (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada por el portal de la UPEC (www.upec.cu)

Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático


LAS TRANSNACIONALES DE LA INFORMACIÓN SON PLATAFORMA DEL MECANISMO IMPERIAL


Caracas, 3 de abril (ANC-UTPBA).- Las transnacionales de la información como CNN, Fox, BBC y demás agencias de noticias del imperio sirven de plataforma para difundir las ideas del mecanismo imperial, sostuvo el ministro del Poder Popular para la Información y la Comunicación de Venezuela, Andrés Izarra, durante la inauguración del Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, en Caracas.

El ministro Izarra indicó desde la sede del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) que los grandes medios transnacionales y demás medios de comunicación que defienden los intereses imperiales por encima de la independencia, autodeterminación e integración de los pueblos conspiran contra la soberanía de las naciones e intervienen como factores desestabilizadores de los gobiernos progresistas de la región.

Puntualizó Izarra que también participan en el juego de las transnacionales de la información otros medios como El País de España, el Washington Post, las agencias EFE, APTN, Reuters, entre otros grandes medios económicos del mundo que intervienen directamente a través del terrorismo mediático y la guerra de la información al servicio imperial.

Explicó Izarra que en Venezuela, por ejemplo, medios como Globovisión, El Nacional, El Universal, entre otros, actúan como los grandes voceros del imperio para promover el terrorismo y las políticas belicistas del gobierno estadounidense.

Agregó sobre este punto que el caso más preocupante es el de Globovisión, que no sólo sirve de vocero del imperio sino también de las políticas guerreristas del gobierno de Álvaro Uribe al igual que lo hace la cadena televisiva colombiana RCN.

Comentó también que la guerra y el terrorismo mediático se ha esparcido por todos los países latinoamericanos que participan activamente en el proceso de integración de la región como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina y por supuesto Venezuela.

Además dijo que “es imposible instalar un nuevo orden mundial” mientras las grandes transnacionales de la comunicación continúen su hegemonía en la guerra mediática.

Al respecto señaló que para combatir el terrorismo mediático es necesaria la participación activa de los medios alternativos.

“En Venezuela tenemos casi 500 medios comunitarios entre televisoras, medios digitales e impresos que tienen una función de gran importancia en esta lucha y que están democratizando la información”, dijo Izarra

Recalcó que “el terrorismo mediático es el arma del imperio en la batalla de las ideas” y por tal razón los medios del Estado junto a los medios alternativos deben unirse para contrarrestar el terrorismo informativo que impulsan los grandes medios privados.

“La alternativa es romper el terrorismo mediático a través de la autogestión comunicacional”, destacó Izarra.

Dijo también que “los pueblos deben actuar como protagonistas en el largo camino de la unidad latinoamericana contra el terrorismo mediático, a favor de la libertad de expresión y a favor de las infinitas formas de la libertad”.

Instó a formar una comisión permanente que se encargue de analizar y estudiar en cada momento las diversas agresiones y menazas que realizan los grandes medios privados contra las naciones progresistas, democráticas y soberanas.

Izarra propuso crear la Sociedad Interamericana contra el Terrorismo Mediático en contraparte a las funciones que realiza la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que reúne a los poderosos dueños de los medios de comunicación, que promueve el terrorismo mediático y que además está apoyada por el gobierno estadounidense (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada en el portal de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN)

Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático


CON PERIODISMO DECENTE PODRÁN AVANZAR LOS MOVIMIENTOS PROGRESISTAS (*)

Caracas, 3 de abril (ANC-UTPBA).- “Sólo haciendo periodismo decente es que logran y lograrán avanzar los movimientos progresistas de nuestros pueblos”, sostuvo en Caracas, el periodista cubano Ernesto Vera.

Durante la rueda de prensa previa a la instalación del Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, que se llevó a cabo en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), hasta el 30 de marzo, Vera dijo que es necesario exigir que los grandes medios de comunicación cumplan los principios éticos declarados en la UNESCO y que se respete el derecho del pueblo a obtener una información veraz.

En ese sentido, el periodista cubano sostuvo que “con apoyo de todas las organizaciones internacionales y regionales de periodistas se puede lograr rescatar la situación de deterioro social que viven nuestros pueblos”.

Por lo tanto, Vera destacó que la función social de los medios alternativos es fundamental para el desarrollo de los movimientos progresistas.

Al respecto, expresó que “hay una acción de prensa alternativa que es crítica, que ofrece respuestas distintas y que se dirige hacia los intereses populares”.

Resaltó Vera que son los pueblos, regidos por sus propios intereses, quienes van a direccionar el curso de la historia y no los grandes medios de comunicación.

“Sabemos perfectamente que hacen mucho daño y que mienten mucho, pero no van a detener el curso de la historia porque eso únicamente lo determinarán los pueblos. Por eso, los periodistas dignos y aliados a los intereses populares tienen que apoyar estas acciones”, puntualizó Vera (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada por el portal de la UPEC (www.upec.cu)

Del libro “Entre el deseo y la realidad” del Observatorio de Medios-UTPBA


ALTERNATIVA, ALTERATIVA, SUBVERSIVA...


Buenos Aires, 3 de abril (Por Javier Romero, ANC-UTPBA).- Quienes transitamos parte del siglo XX, y del XXI, somos testigos de los cambios que se produjeron y que sobrellevan, como mejor pueden, las sociedades. De la máquina de escribir al computador, del teléfono que sólo transmitía voz, al que también procesa datos e imágenes, del correo postal al electrónico.

Algunos, han denominado a este pedazo de historia que nos ha tocado vivir como “La era de

la comunicación”, de “La información”.

Como todos y todas sabemos, esta revolución tecnológica esta basada en procesos de conocimiento y desarrollo de nuevas tecnologías, especialmente y últimamente, las digitales. Estos procesos han configurado nuevos órdenes sociales, políticos y culturales, que por otra parte han sido apropiados por el capital, beneficiándose con estos adelantos para romper fronteras y límites, para desrregularizar las relaciones con la mano de obra, y para poner estados a su servicio.

Las tecnologías están a su disposición, las gigantescas autopistas de las comunicaciones satelitales y digitales facilitan la existencia de empresas cada vez más grandes, más flexibilizadas y potentes como las multinacionales y polirrubros que ahora dominan al mundo. Como todos y todas sabemos, la información de los acontecimientos llega casi en el mismo instante en que se produce, el mundo se nos hace cada vez más pequeño entre un mar de imágenes, somos espectadores de las guerras más sangrientas, de las invasiones más atroces y todo desde el sillón de nuestras casas, estamos tan saturados de información que, y contradictoriamente, nos sentimos desinformados.

Son de tal magnitud los aconteceres que vivimos, que ya algunos de los poderes históricos, han perdido su nivel de importancia.

El político ha dejado de ser el primer poder, relegado por el económico, y las comunicaciones han dejado de ser el “Cuarto Poder” para posicionarse como el primero, por la importancia que adquirió en el sostenimiento del sistema capitalista.

Y el capitalismo sabe esto, de eso se desprende muy fácilmente la importancia que le confiere a los medios de comunicación.

Empresas que antes se dedicaban a hacer automóviles, ahora también producen satélites, teléfonos, periódicos. Empresas que antes se dedicaban a explotar pozos de petróleo, hoy son dueños de canales de televisión y radios.

La monopolización de los medios de información, rompe toda lógica, obligándonos a repensar nuestras formas, y nuevas formas de hacer política, y nuestro país no es para nada ajeno a esta concentración, evidenciada en la existencia de no más de dos periódicos de circulación nacional, y que, casualmente, son propiedad también de los mismos dueños de canales de televisión por aire, de las licencias de cable y satelital. Este monopolio, facilita la implantación de una visión sesgada y superficial de las innumerables realidades que se suceden en el orden nacional e internacional, los intereses de éstos se ligan entonces a los procesos de manipulación, desinformación y control.

Ante esta abrumadora evidencia, hay que enfatizar que los medios de comunicación son de suma importancia, no sólo en la transmisión de información o acciones similares, sino por el aporte que en otras formas no mercantilistas, aporta a la construcción, al conocimiento y la apropiación de la identidad colectiva, como espacio de observación y debate, y como fuente socializadora de saberes.

No debe extrañarnos, entonces, el interés por monopolizar los medios, y por otra parte, el desinterés de quienes nos desgobiernan por un proyecto cultural y comunicacional, o que profundice y promueva la desinformación, facilitar la desconfianza y la marginación entre grupos sociales y priorizar el individualismo.

Ante este panorama, queda explícito el real propósito que persiguen los monopolios mediáticos, en nuestro país y en el mundo.

Hasta aquí un diagnóstico, si se quiere superficial, de la importancia y la utilidad que hasta ahora, desde los grandes medios, se le dio a la comunicación.

Este panorama nos obliga, entonces, a quienes entendemos a la comunicación como una herramienta de construcción, de visibilización de la diversidad reinante en nuestro país, recuperación y revalorización de la cultura popular, de interactuar con experiencias organizativas diferentes a las comerciales, con propósitos sociales incluyentes.

La respuesta a esto es la necesidad de crear miles de medios de comunicación alternativos, alterativos o subversivos.

Alternativos en con quien se construye el medio, Alterativo, por tener mas en cuenta al otro, ALTER, para sacudir la mediocridad, el individualismo, la pasividad.

Y por último, Subversivo, para subvertir el orden establecido por el poder económico.

Esto nos propone varios frentes de trabajo, crear medios comunitarios y fortalecer los ya existentes, para garantizar la divulgación de saberes, las identidades, las construcciones colectivas, que nos permitan acceder a otras visiones y fuentes de información, para lograr interlocutores más críticos y no meros espectadores de los acontecimientos culturales, sociales y políticos.

La concreción de medios comunitarios, barriales, también construye lazos afectivos y lazos

sociales, de ahí su importancia como dinamizadores y sostenedores de los movimientos sociales, que a su vez nos retroalimentan con nuevas ideas y con la recuperación de un lenguaje, de la palabra, y los significados de contenido popular y no-catedrático, de las voces silenciadas.

Esto propone un desafío para quienes luchamos por el derecho a comunicar, a informar, el potencial que descubrimos en las experiencias que ya existen es inmenso, por ser el campo de la comunicación un espacio para la expresión, para la acción, y para la lucha y el debate de ideas. Un campo donde también nos podamos apropiar de un espacio publico, que fue privatizado, en el que se pueden respirar y potenciar nuevas formas de resistencia y de lucha.

Desde el pie, como nos decía Alfredo Zitarrosa, construir espacios de circulación fluida y diversa de saberes, priorizar las voces amordazadas, potenciar experiencias autogestionarias que garanticen autonomía, interrelación con otras formas de comunicación, desechar todo tipo de censura, dinamizar procesos de reflexión, ser coherentes con los principios de, honestidad, solidaridad, fraternidad y respeto a la diversidad (ANC-UTPBA).