viernes, 4 de julio de 2008

La validez del “imperialismo por invitación” traído por Uribe a América del Sur, e imponer a los conflictos la razón de las armas.



EL MUNDO › OPINION- Pagina 12



Una liberación y una encrucijada para la paz



El secuestro y la liberación, actos de un drama de profundas implicancias humanas y políticas, pueden ser vistos también como elementos de un espectáculo en formato televisivo en el que se construyen heroísmos y en el que se convoca a los espectadores a la admiración y a la compasión. La bienvenida libertad que acaba de recuperar Ingrid Betancourt puede ser vista desde este ángulo, elegido de entre muchos posibles, a sabiendas de que otros escritos ayudarán a completar el análisis del fenómeno en todas sus dimensiones.

Hay una heroína, construida a partir del muy real sufrimiento de alguien a quien se priva de la libertad y de la condición de candidata presidencial colombiana y de la doble ciudadanía colombiana (de nacimiento) y francesa (de casamiento), que la transforman en depositaria de la compasión de la opinión pública de dos países separados por un océano. Estas dos circunstancias hacen de ella un rehén muy distinto de esa Aída Duvaltier muerta en cautiverio en la misma cárcel-selva de quien poco se ha escrito por no tratarse de un personaje espectacularizable: no fue candidata a presidente de su país, Francia, ni gozaba de los contactos que una vida en la diplomacia colombiana le dieron a Yolanda Pulecio, la ex embajadora y madre de Ingrid. En su reciente libro sobre el caso, Ingrid Betancourt, par délà les apparences (Más allá de las apariencias) el especialista francés Jean-Jacques Kourliandsky subraya este contraste para criticar la aproximación a este caso adoptada por el gobierno francés, por basarse más en consideraciones de ganancia política doméstica que de eficacia diplomática: ciudadanos de diversas nacionalidades siguen en manos de las FARC y no han sido abandonados por sus respectivos gobiernos, que urden intentos de negociación lejos de las cámaras de TV. Nunca podrá saberse qué parte de la duración del cautiverio de Ingrid habrá que atribuir a la opción de dejar de lado la discreción.

Sí se sabe, por el contrario, quién es el héroe masculino de este guión. Impulsado por una ética de los fines inconmovible, una muy prolija tarea de inteligencia (que ya habíamos visto en uso durante la incursión en territorio ecuatoriano para ejecutar a Raúl Reyes y otros cuadros de las FARC) en la que es visible una mano extrarregional, Alvaro Uribe pudo esta vez ahorrarse los peores medios que está dispuesto a usar para imponer una solución militar al conflicto político-económico con la longeva guerrilla. Tiene en sus manos un capital político enorme que su uso de la escena televisiva le ha permitido multiplicar. Y lo va a usar para esos fines, que son escudarse de las investigaciones sobre la parapolítica que lo cercan, torcer la constitucionalidad para buscar una segunda reelección presidencial y plebiscitar la validez del “imperialismo por invitación” que ha traído a América del Sur, para imponer a los conflictos la razón de las armas.

Una fuerza en bancarrota ideológica y política que le aporta todo su desprestigio al adjetivo “revolucionarias” es la que tiene in extremis la posibilidad de hacer una opción por el camino de la paz, el que ha desandado en la legalidad, con éxito creciente, el Polo Democrático Alternativo. Uribe tiene desde anteayer toda la munición que necesita para alcanzar sus objetivos militares: sería de uribistas ¿involuntarios? pavimentarle el camino hacia una victoria política.

* Cocoordinador del Programa de Política Internacional, Laboratorio de Políticas Públicas.


Bentancourt: ¿una “liberación” comprada?

Por Sergio Ferrari.

Berna. Suiza

Escasas horas antes de la llegada de Ingrid Betancourt a París, la tarde de este viernes 4 de julio, la Radio Suiza Francesa (RSR) lanzó una nueva hipótesis sobre la liberación de la rehén colombiana. La misma pone en entredicho la versión oficial ofrecida por el Gobierno de ese país sudamericano

Ingrid Betancourt y los otros 14 rehenes que estaban bajo control de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no habrían sido liberados durante una acción militar sino comprados a precio fuerte.

Tal es la tesis de una información difundida apenas pasado el mediodía del viernes por la Radio Suiza Francesa (RSR), la principal emisora pública de la región francófona.

La RSR, reposándose en una “fuente segura” –que colabora desde años con la emisora- señala que “el monto de la transacción oscila en los 20 millones de dólares”.

Según la misma radio, a la base del acuerdo se encuentra la esposa de responsable de los rehenes detenidos. La mujer “ha servido de intermediaria desde que fue detenida por parte de las fuerzas” militares colombianas.

Ella habría permitido abrir un canal de negociaciones con el grupo que tenía en su poder a los rehenes y obtener que su responsable, Geraldo Aguilar, cambiara de campo.

Según la emisora helvética, “al origen de la transacción, (estuvieron) los Estados Unidos”. Tres de los quince detenidos por las FARC son “agentes del FBI... quien los había prestado a la DEA (Agencia Federal de lucha contra el tráfico de drogas).

Para la emisora pública helvética, “la liberación, con las armas en la mano al mejor estilo Ninja, no sería más que una mascarada (o disfraz)” mediática.

La tesis desmiente también el otro argumento oficial de la “infiltración” de la conducción de las FARC por parte de agentes militares.

Dos elementos centrales motivaron a observadores y periodistas interrogarse sobre los sucesos que desencadenaron la liberación de los 15 rehenes.

En primer lugar, que la acción se realizara sin ningún tropiezo ni complicación militar. Y, adicionalmente, que no existan imágenes completas de la misma.

Normalmente, en situaciones similares, los operativos son detalladamente filmados y las imágenes, ampliamente difundidas.

La RSR se interroga: “¿dado que el operativo fue exitoso porqué no ha sido difundido ningún video sobre el mismo?”.

Al preguntarse sobre las razones de este show mediático, la emisora busca la respuesta en la “línea dura oficial” del presidente Álvaro Uribe. Y en el deseo del mismo de adaptarlo a su “propia agenda política”

Hace diez días el Jede de Estado colombiano solicitó al congreso convocar de inmediato a elecciones presidenciales anticipadas. La RSR concluye afirmando que, en ese sentido, “el timing, el tiempo político es perfecto”.+ (PE)

PreNot 7475

080704

08/07/04 - PreNot 7475

Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
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Montevideo. Uruguay
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OPINIONES SOBRE LA INFORMACIÓN

Alberto Jorge Pinus ajpinus@yahoo.com.ar
Para: psicoanalisis_implicado@gruposyahoo.com.ar

Por supuesto que celebro mucho la libertad de Ingrid. Pero huelo algo raro en todo esto. Las FARC fueron funcionales a la derecha de Uribe. Secuestraron a la candidata defensora de los derechos humanos, en vez de secuestrar a Uribe, su rival, y como conclusión, cuando es liberada, agradece que el pueblo colombiano haya votado por Uribe, y no por ella, y termina hablando en contra del CHE, para regocijo de todos los medios mundiales, a que jugamos. Me seguís la idea, por ahí, es medio loca, pero no se.
Alberto

María Adela Mondelli
Psicóloga Social - Psicoanalista

Sumado a esto que decís, yo que algo del secuestro y del encierro he estudiado y conocido, para mi esta gente sale muy rara. Pasó con Rojas, ahora Betancourt. ¿De la selva y las cadenas a la conferencia de prensa, los viajes internacionales y los encuentros con presidentes sin solución de continuidad?.
Esa descompresión brusca ¿sin efectos de perturbación, deshubicación en tiempo y lugar, sin bloqueos emocionales, insertados directamente en este lado sin más?... Verla a Betancourt tomar un celular de tapita, y no hacer ni un gesto de extrañeza para hablar después de seis años de no tener acceso a la tecnología ... es raro.
Vikctor Frankl ya describió los efectos psíquicos de descompresión luego del secuestro en campos. No tengo siquiera la pregunta adecuada porque no tengo hipótesis, pero ¿estos no lo viven?.
Mariela
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María Adela Mondelli
Psicóloga Social - Psicoanalista
www.VivirMejorOnline.com.ar
Representante www.Adoptar.org.ar




EL MUNDO › OPINION- Pagina 12


El rescate

Comencemos diciendo que la liberación de Ingrid Betancourt y los demás rehenes es una muy buena noticia. Los secuestros son una metodología que debe ser rechazada terminantemente, sea quien sea el que la perpetra. Pero así como nos alegra el fin de su pesadilla nos abruma el empecinamiento de Alvaro Uribe en rechazar el canje humanitario propuesto por variadas organizaciones sociales y políticas de Colombia, pese a que las FARC pusieron en libertad, unilateralmente, a varios importantes rehenes, entre ellos a Clara Rojas.

Pero, ¿cómo explicar que una guerrilla que desde hace cuarenta años mantiene un importante control territorial en ese país haya entregado a sus “rehenes de oro” sin oponer la menor resistencia? Algunas claves para entender este desenlace son las siguientes: (a) el creciente aislamiento de las FARC, acentuado luego de la divulgación de las pruebas de sobrevivencia de los rehenes: todos encadenados, instalados en medio de una absoluta precariedad, amarrados a árboles y bajo una permanente vigilancia armada. El aspecto de Ingrid era lamentable, y movía a compasión. Por eso no dejó de llamar la atención lo saludable que se la vio el día de su liberación; (b) la decisiva importancia de la tecnología de comunicaciones y la inteligencia en la guerra: la ofensiva militar del ejército colombiano tuvo como uno de sus pilares su capacidad para interceptar las comunicaciones entre la dirección de la guerrilla y sus unidades dispersas en el territorio. En la práctica esto significó la atomización de las FARC en un conjunto de unidades pobremente comunicadas entre sí. Tal como lo relató Ingrid, esta situación comenzó a sentirse inclusive en las dificultades para abastecerse de los alimentos que requerían los diversos campamentos; (c) lo anterior facilitó la infiltración de personal del ejército hasta el corazón mismo de las FARC: lo demuestran el asesinato de Raúl Reyes en Ecuador y el de Iván Ríos, a manos de uno de sus escoltas, con lo que en un plazo de dos meses eliminaron a dos de los seis integrantes del Secretariado de las FARC. La muerte de Marulanda hizo lo propio con un tercero, nada menos que el jefe de la guerrilla. Esto la debilitó considerablemente y la tornó mucho más vulnerable a las labores de inteligencia; (d) la cooperación de Estados Unidos, negada oficialmente pero admitida por todos en Colombia, ha sido esencial en estos dos frentes: comunicaciones e inteligencia. Las dos grandes bases que Estados Unidos mantiene en Colombia, en Tres Esquinas y La Arandia, jugaron un papel decisivo en esta operación. Esto permitió que el ejército colombiano pudiera llegar a los campamentos donde se mantenía a los secuestrados y confundir a los responsables locales diciendo que traían órdenes del nuevo comandante de las FARC, Alfonso Cano, para concentrar a los principales rehenes en un mismo lugar desde el cual se los llevaría al campamento central. La operación se haría con un helicóptero de una ONG que, como sabemos, resultó ser del ejército. Dada la reconocida existencia de intercepción en las comunicaciones los responsables de los campamentos se abstuvieron de solicitar una confirmación de la orden; (e) un papel no menor fue jugado por las fabulosas recompensas (equivalentes a 2.500.000 dólares) prometidas por el gobierno a quienes hicieran posible la captura de un miembro del Secretariado o al guerrillero arrepentido que decidiera fugarse con un rehén. La delación y la deserción golpearon duramente a la guerrilla.

En suma: la “operación rescate” por ahora significa un enorme triunfo político para Uribe. Habrá que ver si una vez que los detalles de la operación salgan a la luz los resultados no varían. Sea como fuere, esta victoria fortalece a los halcones que en Washington y Bogotá son acérrimos partidarios de la “solución militar” y facilita los planes de convertir a Colombia en una gigantesca base militar del imperio.

EL MUNDO LA OPERACION JAQUE LLEVA LA FIRMA DE LOS ESPIAS MAS SOFISTICADOS DEL MUNDO

Apoyo de la CIA y consejos de Israel

Según expertos en operaciones especiales, sin el aporte de la agencia norteamericana y los consejos de agentes israelíes expertos en el engaño cuerpo a cuerpo, Betancourt seguiría en la selva.

Desde París

La inteligencia, que es lo inesperado, parece ser el actor central de la trama polifónica que recorre la liberación de la franco-colombiana Ingrid Betancourt y los demás rehenes. Inteligencia quiere decir, aquí, servicio de inteligencia, es decir, espionaje, infiltración, interceptación de soportes de comunicación, seguimiento satelital y montajes ficticios que sirven para desmantelar los objetivos del enemigo o apoderarse de sus presas de guerra. Según coinciden en narrar fuentes convergentes, la Operación Jaque que desembocó en la inesperada liberación de los rehenes es una creación original de los servicios de inteligencia colombianos que contaron con el apoyo tecnológico de la CIA y el savoir faire de los servicios israelíes. Jaque es un “caso de escuela”, admitían ayer en París varios especialistas en servicios de inteligencia.

Semana también ahonda las informaciones y análisis aparecidos en la prensa francesa que vinculan la CIA e Israel con la Operación Jaque. Esta tiene su punto de partida en la información que la misma guerrilla suministró a través de las pruebas de vida de los secuestrados que fue entregando y de los mensajes y otras pruebas de vida interceptados por el gobierno colombiano. Bogotá interceptó el año pasado pruebas de supervivencia que estaban destinadas al presidente venezolano, Hugo Chávez, que debía traerlas a París. El segundo elemento decisivo del dispositivo Jaque fue el espionaje electrónico y los barridos satelitales: “El apoyo de la tecnología y el know how israelí fueron fundamentales para realizar este trabajo de espionaje electrónico”, dice la revista.

El diario francés Libération publicó ayer una entrevista con Eric Micheletti, redactor en jefe de la revista Raids y experto en fuerzas especiales. El especialista es contundente cuando afirma: “La CIA y los israelíes participaron en esta operación de infiltración”. Micheletti afirma que cree “en la influencia de los servicios de inteligencia israelíes. (...) También está la marca norteamericana. No se trata de la DEA (servicios norteamericanos de lucha contra el narcotráfico), sino de la CIA. (...) Es seguro que los colombianos se beneficiaron con los satélites norteamericanos y de los servicios de inteligencia: interceptaciones telefónicas, consejos de los israelíes”. El experto francés agrega que “los servicios colombianos utilizaron todo lo que Estados Unidos pudo darle, y de igual manera trabajaron con los servicios israelíes presentes en Colombia. (...) Los israelíes venden su competencia y mucho material militar”.

La presencia de servicios israelíes en territorio colombiano no es un secreto para nadie. La colaboración entre Bogotá e Israel se inició en los años ’80. El investigador estadounidense Jeremy Bigwood reveló que el Batallón Colombia, una unidad comprometida con muchas violaciones de los derechos humanos, se entrenó en el desierto del Sinaí. Uno de los protagonistas más notorios de esa colaboración fue Carlos Castaño, uno de los jefes más sangrientos de las autodefensas colombianas –paramilitares– que operaron en la región caribeña del Urabá. Castaño pasó un año y medio en Israel, donde recibió los conocimientos impartidos en el curso 562. Salvatore Mancuso, otro jefe histórico de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), hoy extraditado a Estados Unidos, también se fue a entrenar a Israel. En agosto de 2007, el diario israelí Maariv reveló que el general de reserva israelí Israel Ziv, ex comandante del regimiento de Gaza, asesoraba al gobierno colombiano en asuntos de seguridad. Pero el personaje más conocido de la saga es Yair Klein, un ex militar israelí fundador de la empresa privada de seguridad Spearhead Ltd. Klein entrenó a muchos grupos armados irregulares, desde Sierra Leona hasta Bogotá. Yair Klein fue condenado en ausencia en Colombia (2002) a 10 años de cárcel por su participación en el entrenamiento de paramilitares y narcotraficantes