viernes, 1 de agosto de 2008

Los medios de comunicación tendrán el poder y la impunidad que le permita el pueblo y sus representantes


Medios libres contra el orden mediático

Del 9 al 14 de julio se celebraron en Lyon unas jornadas de acción y encuentro entre medios libres del país vecino. Aprovechamos la ocasión para repasar la situación de estos proyectos de contrainformación.


En Francia, como en tantos lugares, el Estado y un puñado de industriales obsesionados por la rentabilidad financiera controlan (en asociación corporativa) casi todos los medios de masas (prensa, radio, TV...). Existe un frente de lucha contra este orden mediático dominante, compuesto por una multitud de proyectos alternativos : periódicos y revistas implicadas, radios libres, televisiones asociativas, páginas de internet participativas... Estos medios tienen en común la defensa de otra concepción de la información, independiente, no comercial y abierta a la participación del público.


Prensa alternativa


Ya no quedan restos de la prensa de combate nacida durante la Resistencia anti-nazi. Al igual que la prensa de opinión general, el espíritu del periodismo comprometido ha sufrido un inexorable declive. El inicio de los años ‘70 estuvo marcado por la vigorosidad de la prensa revolucionaria, que refleja las diferentes corrientes de la izquierda y de las nuevas luchas específicas (feministas, homosexuales, ecologistas, etc.). En este contexto ve la luz Liberation, periódico maoísta que pretendía “dar la palabra al pueblo”, pero que, entre renuncias y compromisos, acabará siendo un periódico dirigido por sus cuadros superiores. Hoy hay algunos periódicos que se ocupan de hacer vivir este ideal traicionado por Liberation. Al final de los años ‘90 se crea, a partir de una idea de Pierre Carles, un periódico satírico bimestral entregado a la crítica de los medios, Pour Lire pas Lu (PLPL), que se convierte en 2005 en Le Plan B. Como este último, CQFD promueve el análisis social y se hace eco de diversas luchas. Difundidos ambos en quioscos y por suscripción, estos dos periódicos maltratadores de todos los poderes, ocupan el espacio vacante dejado por Charlie Hebdo, semanario satírico que se ha derechizado fuertemente en estos últimos años.

Del lado de la prensa libertaria, aparte del Monde Libertaire y el No Pasaran, encontramos una revista de calidad, Offensive. Menos generalistas, el semanal La Decroissance y la revista Silence son portadoras de las ideas ecologistas y sostienen los modos de vida alternativos. A nivel local, decenas de periódicos garantizan la función de contrapoder como Lettre à Lulu en Nantes, Fakir en Amiens o La Brique en Lille.


Televisiones asociativas


La televisión asociativa y no comercial no se ha beneficiado de la oleada liberalizadora del sector audiovisual. Esto no ha sucedido por dos razones : los altos costes y la ausencia de un marco jurídico claro. Aún así algunos experimentos se han llevado a cabo desde finales de los años ‘70. La televisión de proximidad se ha desarrollado bajo la forma de ‘tele carretilla’, tele itinerante compuesta de programas proyectados en los lugares públicos (cafés, salas de fiestas...). TéléMillevache, una televisión rural, comenzó su aventura en 1986. Creadas más recientemente, teles locales como TV Bruits (TV ruidos) en Toulouse o Tele Bocal en el 20º Distrito de Paris siguen ligadas a esta tradición, pero emiten por la red. Símbolo de la batalla por una televisión libre de la hegemonía de las grandes cadenas y la lógica comercial, Zaléa TV (que ha peleado mucho tiempo para obtener un permiso de difusión) debería dejar de emitir en septiembre de este año, después de un nuevo rechazo por parte de las autoridades reguladoras. Afortunadamente algunos proyectos locales entregados a la producción de vídeo, como CanalTizef en Brest o Sans Canal Fixe en Tours, consiguen proponer alternativas al soporte audiovisual. Menos desarrollado que en otros países como Italia y Alemania, la videoproducción militante está en plena fase emergente mediante proyectos de producción y de difusión libre. Regarde-à-vue y VidéoBaseProject proponen la descarga en internet de vídeos sobre las luchas sociales. La reducción de los costes materiales y la aparición de internet han permitido una difusión de las prácticas de video militante (testigos de las manifestaciones, acciones u ocupaciones, entrevistas, etc.)


Participación en internet


Desde sus orígenes, internet se percibe como el medio de expresión libre por excelencia. Rápidamente se crean portales militantes como Rezo. net y fanzines en línea como Unzine.net o Samizdat.org, inscrita en la corriente negrista. Pero lo que marca una etapa crucial en la historia del internet militante es la aparición en 2000, tras la contracumbre de Seattle, de Indymedia, red mundial de sitios web. Mucho antes de la irrupción de los blogs y de los medios llamados “ciudadanos”, Indymedia, proyecto tecnológico y político portado por algunos mediactivistas y adeptos al software libre, inicia el concepto de open publishing (publicación libre). La información se produce por los propios internautas y no por profesionales del periodismo. Hoy existen 200 Indymedias en todo el mundo y seis en Francia. Después de la experiencia de Indymedia Francia finalizada en 2001, se crean varios sitios locales (en Nantes, Paris, Lille, Grenoble, Clermont- Ferrand, Toulouse). El éxito de Indymedia ha incitado la creación de numerosos sitios alternativos que funcionan bajo el principio de la publicación abierta y que reivindican un espíritu libertario. Rebellyon en Lyon, el 69.3 en Rennes, Le Numero zero en Saint-Etienne o Brassica Nigra en Dijon. Pero internet es también una multitud de páginas temáticas de información y análisis crítico que proveen de recursos a los militantes. Éste es el caso de las páginas Acrimed (Association Critique média) y LMSI (Les Mots sont importants) que desencriptan el discurso dominante y publican finos análisis.


Radios libres y comunitarias en el estado francés


En Francia, el desarrollo de las radios asociativas y militantes se ha enfrentado, hasta principios de los años ‘80, con el monopolio del Estado sobre la comunicación audiovisual. Tras la liberalización de las ondas, las ‘radios piratas’ salen de la clandestinidad y promueven una concepción no comercial ; una radio mucho más próxima a la gente y a los movimientos sociales. Pero la efervescencia y el estallido de creación de multitud de emisoras locales no durará demasiado. Se necesitan demasiados recursos de los que carecen y muchas abandonan. El tercer sector radiofónico pierde rápidamente terreno frente a las nuevas y agresivas radios comerciales. A pesar de su número (más de 600), las radios asociativas que viven gracias a las subvenciones del Estado tienen en realidad muy poco peso (en audiencia y en cuanto a recursos). Pero resisten, imponiendo sus tonos libres, su mirada subversiva y crítica del mundo y su concepción exigente de una radio de y para la gente. Entre las más originales y radicales citamos, por ejemplo, Radio Canut en Lyon, Radio Libertaire (de la Federation Anarchiste) o también Radio Zinzine , “radio anarcobucólica” emanada de la comunidad autogestionada Longo Maï (en el Sudeste de Francia). Estas radios se enfrentan hoy a un nuevo reto, el paso forzoso a la radio digital que significa el final de la banda FM y de la autodifusión tal como se entendía. Para los militantes de las radios asociativas y no comerciales, el proyecto gubernamental RNT (Radio Numérique Terrestre) tiene el riesgo de limitar la diversidad y defenestrar las radios más implicadas y menos mercantilizadas.


Intervención en el Encuentro de Intelectuales y Artistas del Mundo por la Unidad y Soberanía de Bolivia. Julio 2008


Los medios de comunicación tendrán el poder y la impunidad que le permita el pueblo y sus representantes




Superados en América Latina los periodos de dictaduras de tan infausto recuerdo, podemos afirmar que, a pesar de las grandes desigualdades que asolan el continente, las instituciones se están dotando de una adecuada y legítima representación de la voluntad popular. Poco a pocos a los gobiernos a los parlamentos y a otras muchas instituciones van llegando las voces de los ciudadanos, pero hay un ámbito en el que no existe el más mínimo atisbo de democracia ni representación de los ciudadanos: los medios de comunicación. Ellos, que nacieron como sistema ciudadano vigilante de los otros tres poderes, se han convertido en el más ilegítimo de todos, porque sólo al criterio y a las órdenes de sus dueños empresariales obedecen.

Y no solamente eso, escudados en un mal interpretado concepto de la libertad de expresión, en los medios de comunicación impera la impunidad para aplicar constantemente la mentira, la manipulación, la agresión y hasta el golpe de estado si hace falta contra los gobiernos dignos que están liderando procesos de esperanza en América Latina.

El presidente Evo Morales ha hablado de la “dictadura mediática”, el vicepresidente Alvaro García Linera ha denunciado esta situación.

Mi preocupación es que no superamos lo que yo llamaría la fase plañidera, que en el caso de nuestros gobernantes es doblemente preocupante. Cuando los representantes dignos de un pueblo llegan al gobierno no se quejan del estado de las carreteras, las arreglan; no denuncia la falta de asistencia sanitaria, construyen hospitales; no protestan por el alto nivel de analfabetismo, alfabetizan. Y yo me pregunto ¿por qué pasan los años y nuestros gobiernos siguen quejándose del abuso, atropello y manipulación al que se ven sometidos por los medio?

Si los medios mienten, hagamos leyes que castiguen la mentira.

Si los medios silencian a nuestros legítimos representantes y sólo permiten la voz de los infames, que esos representantes creen medios donde poder llevar su mensaje al pueblo ¿o están esperando que los haga el mercado?

Si las opiniones de los pueblos no son recogidas en los medios, que los gobernantes representantes de esos pueblos, establezcan las normas y las condiciones para que la voz de esos pueblos pueda ser oída.

Todo eso no se hará en los países –como el mío- donde la complicidad entre gobernantes y oligarquías mediáticas es absoluta. Lo grave es comprobar la forma habitual en que los gobiernos dignos se instalan en el discurso plañidero sin enfrentar el modelo mediático dominante. Para eso se eligen gobiernos dignos, para que no permitan dictaduras mediáticas, ellas no se van a ir solas.

Somos los dueños de nuestro futuro, no hay nadie por encima de un pueblo, por encima de sus leyes, ni ninguna persona por encima de sus representantes. Los medios tendrán el tremendo poder y la impunidad que les permitamos con nuestra legislación y podrán ser neutralizados en su oligopolio mediático en la medida en que nosotros creemos alternativas que acaben con sus privilegios.

Los campesinos se levantaron para conseguir la propiedad de la tierra, los mineros para recuperar sus recursos naturales, exijamos los trabajadores de la palabra, la imagen o el sonido también el control público de los medios que nos silencian y atentan contra los procesos de cambio.