sábado, 3 de enero de 2009

"Ahora me tengo que ir… Me tengo que ir… sólo quería decirte que… pero me tengo que ir…" tartamudea. Y la línea queda en silencio.

"Están bombardeando el edificio del Concejo Legislativo que está al

lado de nuestra casa. Están bombardeando esta misma calle, un poco

más abajo".

"Baba... ¿estáis seguros, estáis seguros ahí??" pregunto sin saber qué

más decir.

"Ahora me tengo que ir… Me tengo que ir… sólo quería decirte

que… pero me tengo que ir…" tartamudea.

Y la línea queda en silencio.



http://a-mother-from-gaza.blogspot.com/

Traducido
por Ana Sastre


Acaba de llamar mi padre. He aprendido que la llamada de las 9 P.M. no es una llamada alegre y desenfadada: normalmente es para avisarme de que algo desagradable ha ocurrido. No obstante, ayuda a difundir este acontecimiento que aún debe ser difundido al mundo entero para llegar al mayor número posible de personas. En este caso, esa persona soy yo.

Miro el número de identificación de la llamada entrante; mi corazón se acelera. Respondo al móvil.

"Estamos… siendo sometidos… a un intenso bombardeo. Intenso bombardeo" dice mi padre articulando las sílabas aterrorizado.

"Están bombardeando el edificio del Concejo Legislativo que está al lado de nuestra casa. Están bombardeando esta misma calle, un poco más abajo".

"Baba... ¿estáis seguros, estáis seguros ahí??" pregunto sin saber qué más decir.

"Ahora me tengo que ir… Me tengo que ir… sólo quería decirte que… pero me tengo que ir…" tartamudea. Y la línea queda en silencio.

Hemos ideado un sistema. Cuando la electricidad se restablece en Gaza, lo que ha sucedido durante una hora en los pasados dos días, mis padres se conectan al Skype inmediatamente. Si yo no estoy en casa, me dejan una llamada perdida en el móvil desde su teléfono fijo para hacerme saber que están ahí; a partir de ese momento, disponen de unas 2 ó 3 horas gracias a un generador. Se abastecieron de combustible durante las últimas semanas.

Después, de nuevo la oscuridad.

Cuando las bombas caen a su alrededor, me envían un mensaje breve para informarme de lo que ha sucedido antes de ponerse a salvo. Todavía no estoy muy segura de lo que significa "a salvo"; y creo que ellos tampoco lo saben. Quizá se trate más bien de un estado y un lugar mental más que físico. En otras situaciones, la población corre a refugiarse a los que consideran lugares más seguros. En Gaza, no hay "seguridad". Y no hay ningún sitio en el que refugiarse, con las fronteras cerradas y el cielo y el mar en estado de sitio.

Esta tarde, pudimos hablar brevemente.

[1:56:04 PM] moussa.elhaddad dice: F16 y Apaches en el cielo de GAZA ahora

[1:56:16 PM] moussa.elhaddad dice: CINCO explosiones nuevas

[1:57:58 PM] moussa.elhaddad dice: Una cerca del hospital Al-Nasr, dos detrás de nuestra casa. Bancos ( Al-Bar3asy y Hirzallah ) otras dos explosiones un poco más lejos.

Ayer, el edificio que está junto al de mi tío fue demolido. Afortunadamente, no hubo heridos. Pero los 50 ocupantes se quedaron sin hogar. Se quedaron fuera, en la calle, con lo puesto y tuvieron que buscar cobijo con sus familiares.

Esta mañana, intervinimos juntos en Here and Now de NPR- WUBR. Me pareció algo irreal… Durante unos instantes, nosotros estábamos en ese lugar "seguro" juntos, unidos por ondas sonoras distantes y estériles. Es un día frío y ventoso en Durham. Tirito cuando las contraventanas se mueven y pienso en Gaza. Pienso en mi hogar.

http://a-mother-from-gaza.blogspot.com/