Retenciones, piquete garca,
Por Alberto J. Lapolla - 15-3-08
*Artículo publicado en www.desruralypoliticas.com.ar
¿Retenciones, control estatal de las exportaciones (monopolio de
La actitud de los señores dueños de la tierra de
El aumento gradual de las retenciones y en particular las correspondientes a la soja ha disparado a la 'lucha' a la sempiterna antisolidaria oligarquía terratenientenacida en nuestro país. La acompaña una vez más la desorientada Federación Agraria Argentina,
que hace años no se atreve a separase de los oligarcas y hacer un planteo digno de reclamo de tierras, de límites a la extensión de los latifundios, de cese y recuperación de las enormes cantidades de tierras extranjerizadas y de cambio general de la política agropecuaria. Durante el largo ciclo de la convertibilidad y de la expansión de la sojización,
afiliados a ella. Hace apenas poco tiempo se atrevió a cuestionar los lineamientos de
De tal manera, el tránsito de
agro-exportadora actual, contó -luego de
que según el Censo Agropecuario de 2002, 936
terratenientes poseen 35.515.000 Has (casi toda la
superficie en cultivo), un promedio de 38.000 has c/u.
Por el contrario 137.021 agricultores poseen sólo
2.288.000 has, con un promedio de 16.7 has c/u.
(2)(pag158) En 1966 poseíamos más de 600.000
productores agropecuarios, hoy sólo restan 330.000, de tal forma la oligarquía terrateniente recuperó con creces las tierras que Perón había obligado a venderles a los chacareros arrendatarios a través del 1º y 2º Plan Quinquenal. En lugar de enfrentar a
extranjerización de la tierra, unidas a la
destrucción de un modelo soberano de producción de
alimentos y su reemplazo por un modelo factoría
productor de forrajes baratos para la exportación,
terratenientes y multinacionales granarias que se
adueñan hoy de la renta agraria en lucha contra las retenciones. Renta con la que, conviene recordar, junto a la petrolera, el peronismo industrializó la nación entre 1945 y 1955. Por supuesto que las retenciones son sólo una medida frente a la necesidad de articular un Plan Nacional de Desarrollo Agropecuario, que debe obligatoriamente incluir la restitución de las Juntas Nacionales de Granos y de Carnes, la nacionalización del comercio exterior en ambos rubros, políticas que permitan el acceso democrático, barato y con créditos de largo aliento a la tierra para volver a tener cientos de miles de productores, repoblar el país y reconstruir la soberanía alimentaria y las economías regionales.
También deben estar acompañadas de subsidios,
políticas de reforestación de la superficie devastada por la sojización, de políticas de saneamiento de áreas infectadas por millones de litros de agrotóxicos y transgénicos, y de devolución de las cientos de miles de hectáreas robadas a los pueblos originarios en las últimas décadas.
La correcta política de retenciones graduales –primera medida seria tomada contra la sojización-, se debe acompañar también de créditos y subsidios amplios para las actividades afectadas por el monocultivo sojero, tales como la lechería, la ganadería, la horticultura, la fruticultura, la forestación y demás actividades afectadas.
Pero sin duda alguna –pese a los gritos
exasperados del lobby monsantiano, cargilliano y
terrateniente-, es una mejora neta respecto de la
política seguida hasta ahora y por supuesto mucho
mejor, que 'dejar todo al sector privado' como
proponen los dueños de la tierra, desde siempre,
apoyados por Macri, Carrió, López Murphy, el
menemismo, el cavallismo y el delasotismo.
Salir de la sojización.
Pero tal vez, el dato más importante de las medidas anunciadas por el Ministro Losteau se refieran a que por primera vez desde la legalización ilegal de la soja RR en 1995, el gobierno ha decidido tomar medidas que desalientan la expansión del monocultivo de soja transgénica forrajera. Y ese es un hecho importante que saludamos.
Que una medida tan importante, haya sido tomada en simultáneo con la descarada entrega de los yacimientos petroleros de
San Jorge, por parte de la ultarkirchnerista provincia de Santa Cruz, habla a las claras, de la perversidad del modelo económico vigente en nuestro país, y de la estrecha relación del gobierno con las multinacionales y su doble discurso permanente.
Pero en el tema de la sojización por primera vez desde 1995, se adopta una medida que desalienta el avance descontrolado del pequeño -y devastador- poroto. Esto es así pese a los previsibles gritos policíacos del Ing Héctor Huergo que, en un ejercicio extraño del pensamiento económico
y agronómico, nos amenaza con que el abandono de la 'sojización' nos devolvería a la 'edad media'.
El descaro de los demiurgos de la colonización cultural –a su vez empleados de Monsanto y Kissinger- no tiene límites.
Una medida como el aumento diferencial de las
retenciones –reclamada por quien esto escribe durante varios años- no sólo no nos devuelve a la 'edad media', sino que por el contrario, nos alejaría de la 'edad media' en que nos sumiera la
desindustrialización y el retorno a la nación
agro-exportadora. Es decir exactamente al revés de lo que Huergo vomita desde Clarín Rural.
El aumento diferencial de las retenciones –a falta de nacionalización del comercio exterior de granos- permite disponer de fondos para alentar otras actividades económicas, tales como la
reindustrialización del país u otras actividades
agropecuarias que requieren de mayor valor agregado, mayor aporte de capital y utilizan mayor cantidad de mano de obra.
Por el contrario como ya explicáramos reiteradamente en otros artículos, impulsar la
sojización depreda la mano de obra y la pequeña y
mediana producción, además de devastar al ecosistema y a la salud humana.
Lo reiteramos una vez más: el sistema de
viables y autosuficientes para este sistema, las
explotaciones que superan las 500 has según la región agroecológica.
Por el contrario la economía familiar genera 35 puestos de trabajo genuinos por cada 100 has.
Pero el gobierno debe saber que salir de la sojización implica antes que nada, redistribuir la tierra y repoblar el territorio nacional devastado por el pequeño poroto.
En el colmo del descaro y la desinformación agronómica se dice: 'le explico si me permite(...) las vacas no hacen fotosíntesis (sic!!) una hectárea de maíz con la tecnología actual produce
10.000 kilos de grano. Un novillo encerrado en un
corral convierte 7 kilos de maíz en uno de carne. Por lo tanto una hectárea de maíz da 1500 kilos de
carne.'(1)
¿Y la sojización, amigo Huergo donde está?
El viejo método goebbelliano de 'miente, miente,
miente, que algo quedará' sigue siendo el arma
preferida del poder multinacional.
Esto es en parte cierto para el maíz, pero no para la soja que se exporta toda (99% de la producción) sin ningún otro agregado que el hacerla aceite o harina y casi sin producir un solo kilo de carne, como sí hacen Brasil
(segundo productor mundial de carne) o Chile (en este caso con la soja que nos compra).
De allí que las retenciones diferenciadas planteadas por Lousteau, estimulen al maíz y al trigo en contra de la soja, pero esto afecta a Monsanto-Cargill y por supuesto a las comisiones que cobran sus propagandistas y agentes.
En segundo lugar, la carne que hacíamos 'criada a campo' (la 'edad media' para Huergo) era sin dudas la mejor carne del mundo ya que el animal se criaba en libertad, elegía lo que quería comer, se
movía y se criaba naturalmente, produciendo un tipo especial de carne que nos caracteriza en el mundo.
Hoy, en un planeta acorralado por la crisis ambiental global, esa carne tiene un valor agregado extra.
Si decidiéramos un plan nacional de producción de carne de primera calidad en praderas, recuperaríamos nuestro lugar en el mercado mundial, obteniendo grandes beneficios económicos, sociales y ecológicos. La ganadería genera muchos más puesto de trabajo que la devastación sojera y muchos más aun, si se estimulara el surgimiento de un gran número de pequeños productores.
Por otra parte, lo que Huergo llama 'novillo a corral' es el famoso feed-lot o 'corral de
engorde' que, a diferencia del animal criado en
pradera produce carne chatarra o carne basura. Carne repleta de antibióticos, hormonas, reguladores de crecimiento, agrotóxicos de todo tipo, etc., etc.
Sabrá Huergo ¿que
¿No se le habrá ocurrido al señor Huergo pensar que tamaña tragedia tiene algo que ver con la terrible contaminación por agrotóxicos que ha provocado la sojización y su consecuencia directa el feed-lot?. Este proceso afecta lo que respiramos, lo que bebemos y lo que comemos.
Claro, es probable que este último argumento suene
demasiado complejo para la lógica 'simple' de la
'mayor tasa de ganancia en el menor tiempo y con
cualquier costo ambiental y social –total no lo
pagamos-' que utiliza nuestra sempiterna parasitaria y estéril oligarquía terrateniente.
Pese a lo que dice Huergo, la soja no sólo no crea pueblos sino que los devasta y los liquida, como puede verse en las miles de taperas que pueblan hoy nuestro campo y los más de 1200 pueblos abandonados. No sólo no nos saca de la
edad media, sino que nos devuelve a ella como lo
prueban las actuales inundaciones de Salta y Jujuy –y las anteriores de Salta y Santa Fe y las que
vendrán-consecuencia directa de la deforestación y
La 'pobreza' del 'campo' de ellos.
Por último, de ¿qué paro del campo hablamos?.
En todo el país sólo restan 330.000 explotaciones, las que sólo emplean a 310.000 trabajadores en blanco que ganan alrededor de 1200 $ mensuales, mientras hay algo más de 700.000 trabajadores en negro que viven miserablemente y trabajan sólo un período del año gracias al 'poroto mágico'.
Ambos sectores prácticamente se han visto imposibilitados de defender sus derechos ante el achicamiento descomunal de las fuentes de trabajo que ha producido la sojización y la numerosa destrucción de establecimientos que la acompañaron.
El nivel de ingresos del sector que ejerce el control sobre la propiedad de la tierra y por ende de la producción, es escandaloso y como siempre suntuario.
Ya en la campaña 2004-2005 los propietarios de la región pampeana, en el centro del proceso de la sojización, recibieron en concepto de Renta Terrateniente o renta de la tierra por el arrendamiento de las mejores tierras del mundo, la suma de algo más de 3000.000.000 de U$S, más de 10.000 millones de pesos. (2) Es decir una masa sideral de dinero sin invertir ni arriesgar un solo peso.
En la actualidad esas cifras son mucho mayores, ya que hoy una hectárea en la zona sojizada de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos se vende a razón de entre
En el arriendo de hectáreas a los pools de siembra, tal vez, pueda encontrarse la alianza entre
Para dar un ejemplo, sólo por arrendar 300 has el propietario recibe un ingreso parásito (sin invertir ni arriesgar un solo peso) de 180.000 USS o unos 570.000 pesos por ciclo sojero. Esa descomunal masa de dinero, imposible de obtener en cualquier otra actividad productiva -y ese es el diseño multinacional para paralizar nuestra reindustrialización- no se destina a mano de obra, ni inversiones productivas, a excepción de algunas cosechadoras o maquinarias importadas de altísimo costo y muchas veces renovadas innecesariamente, sólo por poseer la máquina '
Sí se invierte, en varias camionetas 4x4 por familia (hasta 6-7 en algunas), en casas suntuarias, en edificios de renta y en 'gatos finos' que ahora hacen su aparición en las localidades de la cuenca sojera, para beneplácito de los productores.
Por el contrario los capataces son echados, indemnizados y transformados en contratistas cuentapropistas con lo cual el pequeño terrateniente dispone de las labores sin arriesgar un solo peso, sin incluir costo social alguno y sin tener que poseer un parque de herramientas de alto costo y nivel de mantenimiento, que lo obligaría a tener mano de obra permanente.
Sí a eso se suma que la mayoría no paga impuestos o lo hace por actividad ganadera y no agrícola, con tasas irrisorias de impuesto inmobiliario, y que las multinacionales exportadoras pagan impuestos en función de declaración jurada, se comprenderá que la sojización deja muy poca riqueza real, valor agregado productivo en la sociedad argentina.
A su vez los trabajadores rurales son echados sin indemnización y contratados en negro cuando se los necesita, muy poco tiempo por cierto. El hecho que las dos terceras partes de los trabajadores vinculados a la sojización trabajen en negro, tiene que ver a su vez con las necesidades un negocio que evade impuestos o se realiza mayoritariamente en negro.(4)
De allí la necesidad casi imperiosa para la economía nacional, de apropiarse de esa renta suntuaria e ilegítima en beneficio de la nación.
¿Qué hará el gobierno con esa
renta?,
Esta es otra discusión, que no afecta el valor
macroeconómico de la medida tomada.
Como vemos, poco ha cambiado en la relación de la nación con la vieja oligarquía terrateniente, ahora asociada a algunos pools empresarios.
Ella sigue allí y tan poderosa como siempre, pese a que la señora Carrió y algunos medios interesados -y asociados a ella- digan que ya no
existe. La oligarquía una vez más, usa su poder
económico contra el pueblo y la nación, reclamando
quedarse con la totalidad de los precios
internacionales para sus productos en el mercado
interno, lo que supone, y ellos lo saben, el hambre para el pueblo y la castración de la nación, como lo hizo siempre.
Sigue siendo como señalara el maestro Hernández Arregui, que para
1.- Huergo Héctor Clarín Rural, 15-3-08
2- Pengue Walter, Agricultura Industrial y
Transnacionalización en América Latina. Red de
Formación Ambiental. México 2005
3.- Clarín Rural 15-3-08, pag28
4.- Zaiat Alfredo, Página 12, 15-3-08