jueves, 19 de junio de 2008

ELLA Y EL CAMPO...UN MANANTIAL DE PETRÓLEO Y UN PARAÍSO...De mujeres se trata...

Presentamos dos artículos de Susana Yappert *, que salieron en simultáneo, uno sobre La presidenta y el campo, y otro sobre el medio ambiente y el petróleo.
Dos reflexiones mas que dignas de leer y tener en cuenta.-
Biblioteca Paco Urondo

EL PAIS › OPINION- Página 12.-

Ella y el campo

Por Susana Yappert *


El conflicto entre campo y Gobierno lleva casi cien días. Intereses sectoriales pujan por modificar las políticas impuestas por un gobierno elegido por voluntad popular. Lamentablemente, es necesario recordarlo.

El Gobierno ha dado muestras de ceder ante las presiones desestabilizadoras de su gestión y ha justificado una y otra vez las retenciones. Que no son un invento argentino. Las aplican varios países latinoamericanos, para no irnos a sociedades más lejanas. Pero el campo va por más. Va por todo. Como siempre lo ha hecho en la Argentina. Quizá la diferencia crucial del presente con el pasado sea que ahora no tienen militares para dar el golpe, ni un partido conservador como antaño.

Pese a ello, mantienen intacta su fuerza y su “mística”. Sin duda la actual coyuntura nacional les ha otorgado una oportunidad. Manejan el malestar de muchos, ya que han logrado, asesores de imagen mediante, poner en frente de las demandas del sector a todo el espectro ideológico con cuatro hombres que representan muy bien su rol de “patrones de estancia”. Estos cuatro hombres tan distintos y distantes han sido catalizadores de descontento y malestares sociales. Sería hasta saludable que quienes cortan las rutas hoy se atrevan a un juego político mañana, que elijan el camino de las urnas y no el de las botas y el de la ilegalidad, como lo hicieron históricamente. Cortar la ruta es un delito. Pero que lo sea para piqueteros, ruralistas, entrerrianos en contra de las pasteras, descamisados y oligarcas. Cortar las rutas es un delito, no así que cada ciudadano tenga derecho a protestar, como lo garantiza la Carta Magna. No se trata de ser kirchnerista o antikirchnerista; peronista o antiperonista. Se trata de ser respetuosos del orden constitucional. Y esto corre para todos, para los que salen a cortar rutas o para los que, desde un gobierno, actúan comprometiendo el futuro de una sociedad determinada.

Al margen de las conductas misóginas a las que se ha tenido que enfrentar continuamente Cristina Fernández (como le ha sucedido a Michelle Bachelet, no nos sorprendamos), misoginia que en gran medida reproducen otras mujeres que no la creen capaz de gobernar, la juzgan frívolamente o la acusan de ser apenas una emisaria de Néstor Kirchner; una gran porción de la sociedad argentina trasluce en este conflicto inmadurez, desprecio por la ley y una profunda mezquindad.

Los mismos personajes que aplaudieron a Galtieri el 2 de abril, lo defenestraron dos meses más tarde; los mismos que salieron a la plaza de Semana Santa, empujaron a Alfonsín a un abismo sin retorno, los mismos que votaron a Menem, votaron a De la Rúa, fueron a la plaza de Neustadt, a la de Blumberg, a Rosario pero nunca se los vio caminar en círculos en Plaza de Mayo, ni llenar una plaza (ni cortaron una ruta... ejem) en defensa de los derechos humanos; ni de nuestros recursos naturales, ni protestar por los abusos a los que nos hemos visto sometidos como país de parte de otras potencias. Una gran porción de la sociedad argentina –acrítica y sólo movida por odios ancestrales e irracionales– colabora a agigantar un conflicto sectorial. Una gran porción adopta eslóganes rancios como aquel que reza “todos somos el campo” y virgencitas de Luján y escarapelas en los actos, reciclando sociedades del pasado que no han traído más que desigualdad a la Nación.

Cuando el gobierno de Carlos Menem y Domingo Cavallo, otro matrimonio presidencial, terminó de destruir el aparato productivo nacional (tarea iniciada por los gobiernos militares que la Sociedad Rural indefectiblemente apoyó siempre) y se deshizo de los recursos estratégicos de la Argentina, no hubo la misma euforia por defender el país como en el presente. ¿Por qué lo que era del conjunto de la sociedad no se defendió con la misma energía que hoy se defiende lo que es de una minoría?

Es extraña la historia argentina. Como me dediqué a estudiar los procesos de la comunicación humana me inclino a pensar que el presente puede ser leído como un triunfo en la comunicación de un sector de nuestra sociedad, el que siempre ganó, que siempre gana. Al que es difícil contrarrestar, en términos mediáticos con todo lo que ello implica. Pero hay actores que se pierden en la multitud. Se extravían. Políticos de izquierda que se mezclan en la mesa de la Sociedad Rural; mujeres que van a la quinta de Olivos a criticar al mejor estilo de peluquería a la Presidenta con pancartas que dicen “abajo las extensiones, que se vaya” o “Kris: No te vayas con Chávez, andáte con-chuda”; y los millones de siempre, que prefieren ponerse donde brilla el sol.

¿Dónde están ecologistas que denunciaban los errores de sojizar una nación? ¿Los que denuncian la tala irresponsable de bosques con el exterminio de pueblos y etnias? ¿Dónde están los caritativos que cada junio reclaman dar más a los que tienen menos?

No me sumo a un reclamo sectorial, a defender el bolsillo de esos pocos que –además– tienen sobrados recursos para defenderse solos y que han demostrado un oportunismo pocas veces visto, usando eso que se les dio por llamar “bases”, en su beneficio. Me sumo a defender los derechos de la mayoría, que se expresa periódicamente en las urnas.


* sy@fruticulturasur.com


AMBIENTE Y PRODUCCIÓN

Un manantial de petróleo pone en aprietos el paraíso del Ñirihuau




SUSANA YAPPERT

sy@fruticulturasur.com




La creciente presión de la actividad petrolera internacional, ávida de nuevas fuentes de combustible, volvió interesante y rentable una antigua área de hidrocarburos. El sitio se encuentra en un valle cordillerano cercano a Bariloche, considerado reserva de biosfera. Pobladores temen una explotación incontrolada.

El precio del barril de petróleo, especulan, podría llegar el año que viene a los 200 dólares. Hace pocos meses, uno de los diarios más influyentes de Estados Unidos mostró un mapa en el cual figuraban lugares del mundo que aún tienen reservas del hidrocarburo, y allí aparecía la provincia de Río Negro. En un planeta crispado por la escasez de este elemento que gobernó los movimientos durante más de un siglo, hay un sitio donde brota petróleo cual géiser. Esto ocurre cerca de Bariloche, en el valle del Ñirihuau.

La imagen, con semejante escenario, es inquietante. Y suficiente para calibrar la preocupación de una población atenta.

El paisaje del lugar es perfecto. Suaves ondulaciones trepan la meseta hasta la cordillera de los Andes. Allí pastan ovejas y hay un hogar natural de cóndores. Desde el camino se ven forestaciones que cuadriculan las montañas y montes pintados de colores pastel. El petróleo en este paisaje es una mancha, una gota de pintura negra que cayó sobre una tela esteparia de ocres y verdes.

El valle del Ñirihuau está detrás de Bariloche hacia el sur, por el camino que lleva al aeropuerto, a unos 35 kilómetros de la ciudad y en la recientemente creada Reserva de Biosfera Andina Patagónica. Un informe técnico lo señala con exactitud: se desliza desde una línea imaginaria que une el lago Nahuel Huapi con Esquel. "Esta cuenca presenta sitios con manifestaciones evidentes de la existencia de hidrocarburos en el subsuelo que se remontan a principios del siglo pasado. Prueba de ello es la zona de "manaderos" próxima al arroyo Las Minas, al sur de Bariloche. Otras evidencias son las emanaciones de gas combustible en la región de río Foyel (Río Negro) y en Las Golondrinas (Chubut)". En el manadero ubicado en las nacientes del arroyo Las Minas se registraron actividades de perforación y extracción entre 1916 y 1932. La información disponible indica que brotó a 100 metros de profundidad y que el área de manaderos se localiza dentro del establecimiento "La Lucha", en las nacientes del arroyo Las Minas y aguas arriba del río Ñirihuau, departamento de Pilcaniyeu. Allí el petróleo brota de la tierra y cae sobre el arroyo. En esa sustancia negra y viscosa se posan muchas miradas.


CONTENCIÓN, LICITACIÓN Y DESPUÉS


Pobladores de la zona del Ñirihuau, Dina Huapi y Bariloche quieren saber qué harán las autoridades y las empresas que ganen la licitación de este espacio increíblemente bello y puro. Preguntan qué harán con esos viejos pozos de petróleo que vuelcan sus emanaciones oscuras y aceitosas sobre el arroyo Las Minas (siguiendo su curso hacia el lago Nahuel Huapi) y brotan en algunos campos como coirones negros. Quieren saber por qué tanto silencio alrededor de quien ganó la licitación para explorar esa zona y, en definitiva, qué medidas se tomarán para resguardar ese ecosistema.

En este momento los pobladores de la región de los lagos están preocupados por dos motivos: por las emanaciones de petróleo en el valle del Ñirihuau, que van a dar directamente en el arroyo Las Minas (ver fotos) y de allí siguen al arroyo Ñirihuau y al Nahuel Huapi, y por la licitación de la zona por parte de la provincia de Río Negro para la explotación de gas y petróleo.

Los vecinos citaron una y otra vez a Oscar Echeverría, titular del Consejo de Ecología y Medio Ambiente (Codema) para que ofreciera una solución a esta virtual contaminación y explicara qué pasará si esa zona es explotada.

Tras dos faltazos, el funcionario se hizo presente el 26 de abril pasado. Explicó que no había ido antes porque quien debía dar respuesta a los vecinos era la subsecretaria de Hidrocarburos, Tamara Pérez Balda. Y afirmó entonces que un estudio establece que el petróleo que cae sobre el arroyo no es contaminante porque tiene una consistencia espesa similar a la de la brea. La emanación de crudo existente forma parte del "pasivo del área" y cuenta con un estudio ambiental realizado por el Codema en el que se ha determinado que los residuos se enmarcan en los parámetros legales y no producen contaminación en la cuenca del río Ñirihuau.

"Desde el gobierno provincial aducen que este problema tendría que resolverlo el Estado nacional, puesto que esos pozos están desde la década del '30, primero explotados por la Compañía Chile-Argentina, de

capitales alemanes; luego fueron de la Celina (Isaura o ESSO) y más tarde, por YPF", explica "Pepe" Gámez, de la Comunidad del Limay. "Pero (el ex presidente Carlos) Menem decidió que el subsuelo pasara a la provincia y desde los '90 este problema pasó a Río Negro, al igual que su remediación. Citamos vía carta documento a Echeverría, quien no quería hacerse cargo del tema pero no tuvo más remedio que poner la cara. Nos prometió hacer una primera etapa de sellados; provisoria, porque ya tenemos el invierno encima y con nieve no se puede hacer la obra definitiva, la obra grande".

Pero estos ciudadanos inquietos quieren saber más y buscan comprometer a otros actores en este conflicto porque saben que es prioridad del gobierno de Miguel Saiz el desarrollo de actividades hidrocarburíferas en pos de una renta más para sus arcas. Tienen a su favor la palabra de campaña del nuevo intendente, quien manifestó estar en contra de la explotación de esta zona turística. Pero esperan que la subsecretaria de Hidrocarburos de Río Negro y la UTE ganadora de la licitación contesten a sus preguntas y que el secretario de Turismo participe en un debate que lo involucra y que no cierra con un trabajo de contención sino que se abre.

Aparentemente presionado, asomó en el conflicto Juan Salguero -intendente de Parques- y en la reunión que tuvieron los vecinos con Echeverría se comprometió a monitorear ciertas zonas de mayor peligro dentro del área licitada y que podrían afectar el Nahuel Huapi. Ya hay dos áreas que retiraron de la licitación por la posible afectación del lago. Éstas -según explicó Echeverría- representan el 4% de la zona licitada y constituirían un antecedente crucial para los vecinos que demandan protección medioambiental.

Unos meses antes, en conocimiento de la inminente concesión del área para su exploración, la Delegación Regional de Parques Nacionales envió una nota a la Dirección de Hidrocarburos donde advertía sobre que el área petrolera licitada mediante el curso del río Ñirihuau forma parte de la Reserva Nacional Nahuel Huapi y de la Reserva de la Biosfera Andina Patagónica (que integran esta provincia y Chubut).

Poco después, el intendente de Parques recibió una respuesta del Ministerio de Producción donde se le informaba que dos subcuencas hídricas habían sido excluidas del área de prospección licitada.

Por su parte, la subsecretaria de Minería e Hidrocarburos de Río Negro, Tamara Pérez Balda, recordó que "las exigencias en materia medioambiental estipuladas por el pliego de bases y condiciones habían sido especialmente determinadas en función del área objeto de la licitación, reparando en una fuerte exigencia normativa en el cuidado del medio ambiente".


"GAS, NO PETRÓLEO"


Además dejó en claro que "el hecho de que haya manaderos naturales significa que el petróleo es inmaduro y está en la superficie, por lo cual no es apto para ser producido". Por otra parte, aseguró que el área constituye un importante reservorio de gas y en él radica el interés de las empresas. "El interés del Ñirihuau es gas, no petróleo", afirmó.

Por delante hay dos cuestiones. Una de ellas tiene relación con las dudas que presentan las obras de remediación de emergencia y la licitación para exploración del área.

"Sabemos que manaderos naturales hay desde hace muchos años, porque la gente del lugar ya los conocía. Hace unos cuatro años los lugareños denunciamos que caía petróleo en el agua donde tomaban los animales y brotaba del suelo de los campos, pero ni la gente de Hidrocarburos ni el DPA nos llevaron el apunte. No hicieron nada y en estos años la cosa empeoró", relata un vecino del lugar. Aparentemente se trata de petróleo joven, inmaduro, pero sin dudas la desesperada búsqueda de hidrocarburos puede acelerar los tiempos en el Ñirihuau y agiganta la preocupación de sus pobladores.


EL VALLE Y SUS RIQUEZAS


En la zona donde están los viejos pozos viven unos 20 pobladores y hay una escuela, la 351 de Ñirihuau Arriba, donde se ven pancartas de rechazo a una explotación irresponsable del valle. Más adentro hay estancias grandes como la de los Benetton y la de los Jones. Los lugareños se oponen a una licitación inconsulta o a una explotación indiscriminada. Viejísimos pobladores como Enrique Crespo, uno de los primeros en denunciar la situación, están preocupados por su salud y la de sus animales, el agua y el suelo de sus campos.

La llegada del turismo a este sitio alertó a otra gente e hizo que el conflicto saliera del ámbito de los pobladores para convertirse en un problema medioambiental de magnitud en una de las zonas que atraen mayor turismo en el país.

Las empresas que ganaron la licitación para explorar la zona son Repsol y Pluspetrol. Consultadas por este diario expresaron que aún no estiempo de hacer declaraciones sobre el particular. La UTE interesada presentó la única oferta para el área el 14 de marzo de 2008, por casi 18 millones de dólares. El área tiene 536.024 hectáreas en total.

"No tenemos información precisa sobre si es sólo búsqueda de gas o de gas y petróleo ni si se expropiará a los vecinos; nadie quiere hablar", aseveró un lugareño. Pero este tema no parece inquietar al titular del Codema, quien asegura que cuando algunos vecinos empiecen a cobrar en carácter de superficiarios ya no protestarán más. (Ver página 5)

"Acá hay otro tema -afirma José Gámez-. De Rege nos dijo que el Codema y la provincia carecían de capacidad técnica para hacer evaluaciones medioambientales y que el Consejo recurría siempre a la Fundación Patagonia Natural para hacer estudios. No sabemos quién financia la fundación, por lo tanto no tenemos garantías de sus intereses sobre las zonas afectadas".

En el conflicto se coló la interna del gobierno radical, que no aporta a la comunicación entre gobierno y ciudadanos.

La defensora del Pueblo, quien desde que está en el cargo ha tomado el tratamiento de viejos problemas con llamativa rapidez (lo que le ha generado roces con el oficialismo y su partido) acusó a Echeverría de desconocer su función.

Luego de entrevistarse con los vecinos, Piccinini cursó una nota al Codema pidiéndole que llamara a audiencia pública para debatir el tema, ajustándose a la ley 3284.

En esa oportunidad se citaría a los intendentes de Bariloche, Pilcaniyeu y Ñorquinco y al de Parques, a las empresas, al Estado y a los vecinos para debatir el problema. Echeverría contestó que él no es el “Greenpeace del gobierno” (ver entrevista) y que la audiencia sólo se realiza a posteriori de la licitación.

Por su parte, el flamante intendente de la Concertación, Marcelo Cascón, se pronunció en su campaña por un “no” definitivo a la explotación del Ñirihuau, un “no” que sorprendió a los vecinos y que esperan que sostenga ahora en el poder.

La Comunidad del Limay consultó sobre la situación a científicos del lugar y solicitó a un especialista que evaluara el trabajo de contención provisoria de los manaderos que había presentado la empresa Geociencia. La propuesta de remediación fue seriamente cuestionada por el profesional consultado:

• En primer lugar, preguntó cómo la firma Geociencia –de Graciela Pozzo Ardizzi– hizo una propuesta técnica sobre la base de la información suministrada por el DPA, sin visitar el sitio.

• En segundo término, se interrogó sobre si realmente van a poder contener los derrames sin conocer el estado de las cañerías superficiales y en especial las profundas, ya que el petróleo arrastrado por el gas y el agua puede seguir manando e incluso generarse otras vías de escape una vez “tapadas” las actuales.

• Como tercer punto cuestionó que el trabajo ataca los efectos (las emanaciones y manaderos) pero no las causas que los producen, lo cual podría llevar a acciones bastante más complejas como, incluso, tener que perforar pozos profundos que alivien las estructuras del subsuelo y deriven las salidas de fluidos por allí. Preocupa, además, cómo irán sacando el petróleo una vez que se llenen los tanques, pues se supone que el hidrocarburo seguirá manando.

El Codema dijo que las obras de remediación definitivas les costarán a las empresas que exploten el área 200.000 dólares y la compañía a la que se adjudicó la obra provisoria le cobrará a la provincia 45.700 pesos más IVA (ver recuadro).

Así las cosas, son evidentes las fallas en la comunicación entre autoridades y vecinos y el grado de improvisación que trasluce la gestión de gobierno cuando se trata de negocios que involucran recursos naturales, como las concesiones mineras y pesqueras, entre otras.

En el caso del Ñirihuau es elocuente la escasa información que las áreas de gobierno involucradas están dispuestas a dar a los ciudadanos. En este punto, la defensora del Pueblo ha sido clara y acertada: exigió al Codema que convoque a audiencia pública y planteó que no es cierto que haya que esperar a que la obra se licite para ello. En el expediente 290 de este año de la Defensoría a su cargo, afirma que “considera legítimos los planteos realizados respecto de las dudas e inquietudes que pudiera generar la actividad hidrocarburífera en el ecosistema, la salud humana y el desarrollo económico local”.

La riqueza inmanente al lugar y a sus aguas supera ampliamente a la que podría dejar cualquier explotación ocasional de hidrocarburos. Igual ecuación corre para el oro de Calcatreu y las riquezas ocultas de la Meseta de Somuncura. Ñirihuau es, además, una reserva de cóndores (La Buitrera) y de huemules. Desde hace un tiempo se encuentra entre las áreas de explotación turística donde se practican mountan bike, caminatas, cabalgatas con avistaje de aves y visitas geológicas. Un estudio de impacto ambiental serio y previo a los negocios inmediatos está pendiente.

En el contexto de una crisis energética, el gobierno de Miguel Saiz está firmemente decidido a promover el desarrollo hidrocarburífero de la provincia, atendiendo a necesidades coyunturales y de corto plazo como dar mano de obra, prometer caminos y regalías a la provincia e intendencias.

La postura de los pobladores no es una simple oposición a un proyecto. De hecho, lo que quieren saber estos ciudadanos es qué se hará en el lugar que eligieron para vivir y eventualmente qué medidas se tomarán para proteger el medio ambiente. Los vecinos más afectados que reclaman desde hace años no fueron escuchados. Sólo cuando se sumó la Comunidad del Limay se multiplicaron las voces y algunos funcionarios tuvieron que dar respuestas. La Constitución provincial obliga en su artículo 46 a “evitar la contaminación y participar en la defensa ecológica”. Dentro de las leyes nacionales, la 25675 de política ambiental en su artículo 16 señala que los ciudadanos tienen derecho a estar informados y los funcionarios públicos, la obligación de informar. Ellos advierten que la actividad hidrocarburífera puede afectar la flora y la fauna, contaminar el agua, provocar incendios forestales y terminar con el turismo de la zona. Y esperan una respuesta efectiva del Estado para que no suceda.


La propuesta técnica


La ejecución de la propuesta técnica de remediación del área se cotiza a 45.700 pesos más IVA.

Comprende la realización completa de las actividades de saneamiento y contención, así como también la provisión de los elementos necesarios para la construcción de los dispositivos de seguridad propuestos, personal y dirección técnica.

No incluye la remediación de los materiales y suelos saneados.

Forma de pago: treinta días a fecha de factura. Validez de la oferta: 15 días. “Quedamos a vuestra disposición para discutir y mejorar la propuesta técnica. María Graciela Pozzo Ardizzi. Gerente Geociencia SRL”, señala el texto.